sábado, 31 de mayo de 2025

María, Bendita Entre las Mujeres


 ¿Qué dice la Biblia acerva de María, la madre de Jesús?

Todos hemos oído mucho de María, la madre de nuestro Señor. Seguro que hemos oído que a ella se le debe orar (rezar). Tal vez tú mismo lo has hecho, y la has rendido culto. ¿Sabes qué dice Dios de tales cosas? ¿Sabes qué dice acerca de María? ¿Te importa? Veamos.

1. La Biblia dice que María era muy favore­cida y bendita entre las mujeres. Antes que concibiera a Jesús, el ángel Gabriel fue enviado de Dios para anunciar a María la concep­ción inmaculada, esto es, que ella concebiría y daría a luz un hijo sin pecado, el “santo ser” (S. Lucas 1:35). Al llegar el ángel le saludó diciendo: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres” (S. Lucas 1:28).

2. La Biblia revela que María fue escogida no por mérito propio, sino por la gracia de Dios (favor inmerecido). El ángel le anunció: "Has hallado gracia delante de Dios" (S. Lucas 1:30).

3. La Biblia revela que María, aunque piadosa, necesitaba un Salva­dor, pues ella misma confesó y declaró: “Mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (S. Lucas 1:47). Todo ser humano necesita ser salvo, “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

4. La Biblia revela que era necesario que alguien la cuidara, pues el Señor, estando en la cruz, dijo a Su discípulo Juan: “He ahí tu madre”; y a María dijo: “Mujer, he ahí tu hijo” (S. Juan 19:26-27). Se ve que Juan tenía que cuidar a María y no ella a Juan.

5. La Biblia revela que le hacía falta orar, porque después de la ascen­sión de Cristo, estaba ella entre los reunidos para orar: “Todos éstos perse­veraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos” (Hechos de los Apóstoles 1:14). Vemos que los demás no oraban a ella, sino que María, como los demás, oraba a Dios. Ella no era mediadora entre ellos y Dios, sino que oraba como una más.

6. La Biblia revela que María necesitaba el Espíritu Santo. En la cita an­terior, vimos que cuando estaban todos unánimes juntos, María estaba con ellos. Luego dice que “fueron todos llenos del Espíritu Santo” (Hechos 2:1-4). Esto nos enseña que María, igual que a los demás, recibió el Espíritu Santo.

7. La Biblia nos dice que María tenía otros hijos. Por ejemplo, el evange­lista Mateo registra una queja de los enemigos de Jesús: “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros?” (S. Mateo 13:55-56 y S. Marcos 6:2-3). Esto no significa primos o parientes como algunos alegan, sino hermanos nacidos de la misma madre. María no es "siempre virgen" como dicen, y esta verdad no le deshonra, pues Dios les bendijo a José y ella con hijos nacidos de su unión matrimonial. Dios declara: "Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla" (Hebreos 13:4). El apóstol Juan menciona a los hermanos de Cristo (S. Juan 7:3, 5, 10). En la cita de Hechos 1:14 notamos que los herma­nos de Jesús también estaban reunidos para orar.

8. María no pudo hacer un milagro cuando faltó el vino en la boda. No tenía poderes sobrenaturales. Ella habló a los siervos de la importancia de obe­decer a su hijo Jesús cuando dijo: “Haced todo lo que [Jesucristo] os dijere” (S. Juan 2:5). Por eso debes estudiar el Nuevo Testamento por tí mismo, para ver cómo el Señor Jesús quiere que tú obedezcas.

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1:1-2). Dios no habló por María, sino por "el Hijo" Jesucristo.

La Biblia no enseña que María ascendió viva al cielo. En toda la Biblia sólo hay dos personas que fueron al cielo sin morir: Enoc (Génesis 5:24; Hebreos 11:5), y el profeta Elías (2 Reyes 2:11). Son las únicas excepciones que Dios ha permitido. Nadie más. La asunción de María es una leyenda que surgió en el siglo IV y fue convertida en dogma por aclamación popular sólo en el año 1950. No tiene apoyo bíblico.

Parece que Jesucristo supo que posteriormente la gente trataría de dar suma importancia a Su madre. Tal vez por eso nunca llamó a Su madre en pú­blico por el nombre “madre”, ni le dio otros títulos. Tanto cuidado usó el Espíritu Santo para que nosotros adorásemos siempre y sólo a Cristo, y no a Su madre. Ella fue bendecida por Dios, es cierto, pero no tiene poderes para bendecir, pues no es divina.

Dijo Cristo Jesús: “Todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre” (S. Mateo 12:50).

Amigo, ¿no quieres entrar en el reino de Dios, y ser parte de la familia de Jesucristo, al igual que María la madre de Jesús? Si arrepentido de tus peca­dos, confías en el Señor Jesucristo para perdonarte y darte vida nueva y eterna, Él lo hará. Sólo Jesucristo puede salvarte.

M.A.Yoder, adaptado

https://asambleabetel.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario