sábado, 4 de mayo de 2013

Los Ángeles: Satanás


4. Satanás.


1.    Introducción.
            En esta rama del estudio sobre los ángeles, nos adentramos a una esfera que muestra de donde nació el pecado y como agentes (llámese ángeles caídos) se encargan que el ser humano no vuelva a Dios por medio de la obra del Señor Jesucristo. La doctrina acerca de Satanás y la demonología son dos aristas de un mismo estudio, que son los ángeles caídos.
            La finalidad de este breve estudio es que conozcamos con quien nos enfrentamos constantemente y como podemos vencerlo, sabiendo que ellos se encuentran bajo el poder de Dios y que nada nos sucede sino es por la expresa voluntad del Padre y es para nuestro beneficio, tal como vemos en la historia de Job y su sufrimiento,  y su victoria final cuyo resultado fue mucho mejor que el que antes tenía.

2.    Existencia
            Al Igual que en referencia a la existencia de Dios, la Escritura no da ninguna afirmación o pruebas sobre su existencia, simplemente lo afirma. De hecho es negada la existencia de Satanás y sus ángeles, y se dice que los que describe la Biblia es una “personalización” del mal.
            Es difícil demostrar la existencia de Satanás sino aceptamos los argumentos que las Sagradas Escrituras nos entregan a cerca de él y su séquito. Por decirlo de otro modo, si negamos la veracidad de los dichos allí descritos, no tenemos ninguna base para explicar lo que sucede a nuestro alrededor. Pero si creemos todo lo que allí está descrito, entonces los argumentos sobran para describir a este “príncipe de las potestades del aire”, para conocerlo y saber como defendernos de sus ataques.
            En la Escritura encontramos argumentos para entender el porque de la existencia de la maldad y que o quien la origina. Además encontramos cual es su remedio para esta enfermedad que aparentemente es incurable.
            El hecho que se crea en la existencia de este ser, no se origina en la credulidad de un pueblo ignorante o el las creencias de un pueblo pagano como la de los persas. Y a pesar de  la representación que ellos tenían del mal, representan lo oscuro y tenebroso que es la maldad. El cristianismo  lo ve en forma similar pero sin la dualidad religiosa de este pueblo, donde el Bien y el mal (como el Ying y Yang) están equilibrados con una misma capacidad de fuerzas. En cambio, el pensamiento cristiano, basado en la Escritura, nunca Satanás y sus legiones están al mismo nivel que Dios, ni siquiera se equiparan las fuerzas o poder, porque el primero es un ser creado por el Segundo, porque aunque Satanás sea fuerte, nunca su capacidad se compara con el  Dios Todopoderoso.
            Nuestra doctrina, afirmamos, proviene exclusivamente de lo que nos dice las Sagradas Escritura, la Palabra de Dios, y que nada lo que se diga por otros medios (ya sea  historias mitológicas de culturas paganas, libros seudo cristianos, visiones “cristianizadas”, libros deuterocanónicos o apócrifos) está incluida en ella.
            La Escritura  menciona alrededor de 40 títulos para expresar la personalidad y obra de Satanás; y a través de esta se nos presenta a este ser como el más grande enemigo de Dios y del hombre. Revisemos brevemente lo que la Biblia nos dice al respecto.

a.    Antiguo Testamento
            En Génesis capítulo 3 vemos a este ser en forma de serpiente provocando la caída del hombre y del juicio de Dios sobre ella y la promesa de redención del ser humano a través de la simiente de la mujer. 
            En  1 Crónicas capítulo 21 se describe como Satanás influencia a David a realizar un censo en Israel. Esto desagradó a Dios, y con una plaga castigó al pueblo por esta falta. Esta plaga se detuvo en la heredad de Ornan Jebuseo y David compro esta propiedad e hizo sacrificio a Dios. En este mismo lugar se establecería el templo del Israel.
            En Job capitulo 1 y 2 se describe como Satanás inflige daño tanto a sus familiares, bienes y a su cuerpo. Y a raíz de estos sucesos Job pudo encontrar quien era realmente y su relación con Dios, y como su bendición posterior fue mejor que la anterior.
            Los Salmos 106: 36,37 y 109:6,  nos indica que los demonios están detrás de la idolatría, y, por inferencia,  Satanás es el autor de  esta actividad; y, a la vez, se le describe como un adversario poderoso.
            En Isaías 14:12-17 y Ezequiel 28:1-19 se reconoce a la persona de Satanás, aunque no se exprese explícitamente su nombre. Por la descripción expresada en los pasajes citados, se infiere que trasciende a las personas allí descritas, que se está hablando en la imagen del rey de Babilonia y de Tiro de otro personaje, es decir, la imagen que está detrás de esos reyes es Satanás.
            En Zacarías capítulo 3  describe como Satanás acusa a Israel ante Dios y como el Ángel de Jehová defiende a su pueblo, reprendiendo a Satanás duramente.

b.    Nuevo Testamento
            Todos los escritores del Nuevo Testamento hablan sobre este ser aunque no en todas las cartas. De las 27 que consta el Nuevo Testamento,  19 de ellas hacen mención de Satanás en alguno de sus nombres. Cuatro autores implican su existencia con los ángeles caídos o demonios.
            Algunos pasajes de ejemplo: Mateo 4:10; 12:26; 16:23; Marcos 4:15; Lucas 10:18; 11:18; 22:3; Juan 13:27; Hechos 5:3; 26:18; Romanos 16:20; 1 Corintios 5:5; 7:5; 2 Corintios 2:11; 11:14; 1 Tesalonicenses 2:18; 1 Timoteo 1:20; Apocalipsis 2:9, 13;Mateo 4:1,5,8; 13:39; Juan 6:70; 8:44; Hechos 10:38; 13:10; Efesios 4:27; 6:11; 1 Timoteo 3:6,7; Hebreos 2:14; Santiago 4:7; 1 Pedro 5:8; 1 Juan 3:8, 10; Judas 1:9; Apocalipsis 2:10; 12:9; 12:12; 20:2, 10; Mateo 9:34; 12:24; Juan 12:31; 14:30; 16:11; Efesios 2:2.

c.    Prueba de Cristo
            La prueba fundamental de su existencia y relevancia la entrega el mismo Señor Jesucristo. En total el Señor lo menciona, al menos, 25 veces (por ejemplo, Mateo 12:26; 13:19; Marcos 1:13; 3:23,26; 4:15 Lucas 10:18; 22:3; 11:18; Juan 13:27, etc.)
            Donde se manifiesta con detalles relevantes la existencia de Satanás es tocante a la tentación del Señor Jesucristo. Se  muestra en ella como una persona con capacidad de pensar el mejor ataque. Se manifiesta como la persona que es en realidad y no bajo la apariencia de otro ser como el caso de Adán y Eva en el paraíso del Edén (Mateos 4:1-11).

3.    Persona
Ha sido considerado por algunos intelectuales como una mera influencia negativa, negando de esa manera que “Satanás”  y, por analogía, los demonios sean personas con características propias de ellos. Al considerarlos “influencia” están diciendo que ellos, por su capacidad cognoscitiva o intelectual,  pueden eliminar esa influencia, y de ese modo ser mejores personas.
Cuando se revisó el tema de los ángeles, se destacó que ellos eran personas, y utilizamos la evidencia que la revelación de Dios nos dejó para exponerla. Para ello, veremos lo que la misma Biblia dice de esta persona desde el punto de vista de la personalidad; el uso de pronombres personales para hacer referencia  de él; y la responsabilidad moral adjudicada a una persona.

a.    Característica de su personalidad.
            Toda personalidad tiene, por definición, las siguientes  características: Intelectos, emociones y voluntad. Si alguna de ellas  falta, no podemos definirla como una “persona” y por lo tanto no tendría la capacidad de influir en los que si se encuentran en esta posición.

1) Posee intelecto
La capacidad de pensar es dada sólo a las personas, lo animales tienen algunas características, pero no la que posee los seres humanos y menos la que poseen los seres espirituales como son los ángeles y el mismo Dios. En Edén manifestó esta capacidad al aplicar el intelecto para engañar a Eva con la astucia propia de él, de modo que los sentidos de ella fueron llevados a otro lugar y ella se extravió, y la alerta  que debió haberse activado no sucedió, provocando la caída del ser humano (2 Corintios 11:3).
Si vemos la tentación al Señor Jesucristo (Lucas 4:1-12), vemos que con astucia atacó distintos aspectos, porque se aprovecha de la debilidad física por el prolongado ayuno (40 días), su confianza en Dios su Padre y en la obtención fácil de los reinos de la tierra por el solo hecho que le adorase. A cada uno de los ataques, el Señor Jesucristo utilizó las escrituras en su defensa (“Escrito está”), cosa que Eva no hizo.
      Con la capacidad intelectual superior a los hombres (Hebreos 2:5-7) han ideado doctrinas engañosas (Efesios 2:2: 1 Timoteo 4:1) para que el hombre se desoriente y las siga y no alcance la salvación que Dios ofrece por medio del Señor Jesucristo.

2)   Posee emociones: 
La emociones son una parte característica de toda personalidad, por lo cual la ira está presente en él: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17). El orgullo es otra característica en él: “Tú que decías en tu corazón…” (Isaías 14:12-17).

3)   Posee voluntad 
Una definición de voluntad indica que tiene relación con el “deseo”  y el gobernar. Estas dos aptitudes están presentes en Satanás. La acción presente es gobernar sobre las almas inconversas, quedando así cautivos a su voluntad (2 Timoteo 2:26). Pero sin lugar a dudas que el deseo  de  él es que todos le creyentes en el Señor Jesucristo estén también influenciados por él mismo. Incluso quiso hacer uso de esa capacidad con el mismo Señor Jesucristo cuando estaba terminando sus cuarenta días de ayuno, quiso inducirlo a hacer pan de las piedras (Lucas 4:3) o que se tirase del pináculo del templo para demostrar que Dios lo protegía, tentando de este modo a Dios mismo (Lucas 4:9).

b.    Pronombres Personales
            Si Satanás no fuese una persona, no hubiese producido el dialogo entre  él y Dios, relatado  en Job 1:7-12.
Y dijo Jehová a Satanás:
--¿De dónde vienes?
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo:
--De rodear la tierra y de andar por ella.
Y Jehová dijo a Satanás:
-- ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo:
--¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
Dijo Jehová a Satanás:
--He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él.
Y salió Satanás de delante de Jehová.
            Otros pasajes encontramos que se usan expresiones del siguiente modo: “Tú, querubín grande, protector… “halló en ti”… “de tus contrataciones…”, etc. (Ezequiel 28:14-16). Pablo utiliza la expresión: “porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:14). O como Santiago lo expresa: “resistid al diablo, y huirá de vosotros. (Santiago 4:7).
Todos los pasajes revisados contienen expresiones que se dirigen o hacen referencia a una persona que actúa, siente, piensa, por lo cual no a determinar que no es una “personalización” del mal sino una persona creada.

c.    Responsabilidad Moral
Solo a una persona se le puede juzgar (declarar moralmente responsable)  y enviar a un lugar de prisión:
“De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”  (Juan 16:9-11).
“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41). 

4.    Naturaleza
a.    Criatura
Pablo afirma a lo colosenses: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Colosenses 1:16). Por tanto, Satanás es un ser creado, una criatura. No pensemos, como algunos dicen, que Dios creó el mal, basados en textos fuera de contexto. Satanás o más bien Lucero (Isaías 14:12)  fue creado perfecto, Exequiel nos dice al respecto: “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad” (Ezequiel 28:15).

b.    Espíritu
Como ya hemos visto, los ángeles tienen la posibilidad de adoptar forma humana en determinadas ocasiones, pero su naturaleza es ser espíritu. Satanás está en esta condición, es un ser espiritual. Isaías no dice que este Lucero podía llegar al cielo (Isaías 14:12-13) donde solo los seres angélicos pueden llegar.  El Señor Jesucristo también indica que Satanás es  espíritu cuando indica que el fuego eterno es preparado para el diablo y sus ángeles (Mateo 25:41); y también lo describe en esta misma condición el libro de Apocalipsis, donde el dragón  y sus ángeles fueron arrojados a la tierra (Apocalipsis 12:9).

c.    Rango y preeminencia:
Como vimos en los rangos de los ángeles, el Querubín tenía preeminencia por estar cerca de Dios. Ezequiel nos dice que  él es un Querubín, y agrega que era “grande”, “protector”, y a causa de su pecado fue echado de su lugar cercano a Dios (Ezequiel 28:14,16).
Entre  las criaturas creadas, tenía el primer lugar. En la revelación a Ezequiel, Dios puso en este mensaje en la endecha sobre el rey de Tiro: “Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación” (Ezequiel 28:12-13).
Un hermano escribió respecto a este tema: “entre todas las huestes celestiales sólo hay un ser cuya creación se menciona en particular Satanás. Esto indica la supremacía de la que él disfrutó respecto a todas las criatura de Dios”.
Satanás en la actualidad aún conserva algo de su antigua dignidad previa a la caída al pecado y es el jefe  de los ángeles caídos (Mateo 25:41; Apocalipsis 12:4,7), y Miguel respetó su autoridad y dignidad (Judas 1:8,9).

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