domingo, 30 de marzo de 2025

El mandato a Predicar

 Fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los judíos ... y salieron los correos prontamente por mandato del rey. Ester 3.13,15. Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura ... Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes. Marcos 16.15,20


Un mensaje urgente de muerte

¡Con qué crueldad aquel potentado terrenal Asuero entregó en manos de Amán, un enemigo despiadado del pueblo de Dios, el destino de miles de vidas inocentes! “El justo cuida de la vida de su bestia; más el corazón de los impíos es cruel”, Proverbios 12.10.

Pero Dios estaba obrando detrás del telón, como sólo Él puede hacer. El permitió esta maniobra de Amán y esta indiferencia de Asuero con el fin de producir un profundo examen y ejercicio de corazón entre su pueblo terrenal que se encontraba en cautiverio en aquel imperio lejano de Babilonia, ya que ellos se habían acostumbrado a su ambiente y se habían interesado por las cosas materiales. Esta tendencia estaba evidente no obstante el hecho de que, según manifiesta la cronología bíblica, ya había comenzado el gran avivamiento poscautiverio. Aparentemente el libro de Ester se refiere a una interrupción en este movimiento restaurador.

Se cumplen una vez más, entonces, las palabras del salmista: “Ciertamente la ira del hombre te alabará; tú reprimirás el resto de las iras”, 76.10. Dios intervino en el momento crítico y la situación cambió de un todo: “Colgaron a Amán en la horca que él mismo había hecho preparar para Mardoqueo”.

Un mensaje urgente de vida

En contraste con el espíritu indiferente del rey Asuero, y la proclama de muerte que salió de su presencia, a nosotros nos ha sido encomendada una proclama divina en la forma del santo evangelio. En ésta vemos que el Padre ha dado toda autoridad al Hijo, quien se ha dado a sí mismo, derramando su vida y sangre para que pecadores culpables puedan ser librados del poder de su enemigo cruel, Satanás. El mensaje de hoy es que todo aquel que cree no se perderá, sino tendrá vida eterna.

Aquellos mensajeros de los tiempos de Mardoqueo y Ester tuvieron que salir a prisa con la orden de muerte a los judíos. Pero un poco después, fue impartido otro edicto todavía más urgente: “El rey daba facultad a los judíos que estaban en todas las ciudades, para que se reuniesen y estuviesen a la defensa de su vida”, 8.11.

¿Y qué? Leemos que “los correos, pues, montados a caballos veloces, salieron a toda prisa por la orden del rey ... y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del rey, los judíos tuvieron alegría y gozo”.

Todavía está en juego la vida de las multitudes. El día de la gracia de Dios está llegando a su fin, y tenemos que apresurarnos. El mensaje es: “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”, 2 Corintios 6.2.

Es muy solemne la verdad encerrada en la parábola del Señor acerca del trigo y la cizaña: “Mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró la cizaña”. A la par con la apatía creciente del pueblo de Dios en cuanto a la salvación de los perdidos, hay más y más evidencia de que el enemigo está activo. Él está sembrando la cizaña del comunismo, romanismo, adventismo, ruselismo [Testigos de Jehová] y todo otro ismo.

Hermanos: “Es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”, Romanos 13.11.
Santiago Saword

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