Se define por personalidad como un conjunto de características o patrones que definen a una persona, es decir, los pensamientos, individualidad, determinación propia, sentimientos, actitudes, hábitos y la conducta de cada individuo, que de manera muy particular, hacen que las personas sean diferentes a las demás.
Se debe tener en cuenta que no es suficiente sólo el conocimiento, por que los animales tienen algún grado de esto (y en ocasiones más que el hombre) sino la conciencia de sí. El tener conciencia de quienes somos, de saber como nos llamamos y de conocer a quien tenemos delante de nosotros; además de la voluntad de emprender empresas con algún propósito claro y definido. Pero lo que definitivamente separa al hombre de los animales es la capacidad de tener emociones y, por sobre todo, tener la capacidad de pensar.
Por tanto, cada uno de esto elementos por sí solo no constituye personalidad, sino la unión de todos ellos. La unión completa de estas cualidades es lo que determinan la personalidad.
La personalidad también es definida como una máscara, de modo una persona actúa tras ella, representado una actitud que de otra forma no podrían manifestarse. Esta palabra viene del griego “personare” (de donde deriva personalidad) que significa “sonar a través de” y era utilizada por los actores del teatro griego para realizar sus representaciones y manifestar las actitudes y sentimientos de los personajes.
En el caso de Dios, también utiliza esa máscara, no para mostrar una falsa apariencia y engañar a través de ella, sino para mostrar una personalidad que no puede ser representada de ningún modo por que es imposible expresar las características propias de la Deidad. Dios tiene personalidad y existe por si mismo (Éxodo 3:14).
Para poder expresar la personalidad de Dios, debe ser llevada a un nivel humano, ya que de ese modo podemos entenderlo y mirarlo, porque Él es incompresible. Dios había preguntado a que le compararemos (Isaías 40:25) y la respuesta es que debemos compararlo a lo más semejante de su creación: el ser humano. En él puso algunos de sus propios atributos morales y les dio vida a través de su propio aliento, constituyéndolo en un ser viviente. Es decir, Dios es una persona a la que podemos atribuirle características humanas para po-der entender su proceder, de lo contrario no estaríamos a la altura para poder, ni siquiera, imaginarnos los que Dios siente.
Con respecto a las filosofías anti teísta, el Panteísmo niega que Dios tenga Personalidad, ya que dicen que todo lo que nos rodea es Dios, lo cual contradice lo que claramente indica las escrituras: que Dios es una persona. El énfasis Bíblico siempre dice que Dios es un Ser Individual, que tiene voluntad, es capaz de sentir y escoger. Al decir que Dios es persona o que tiene personalidad queremos decir que tiene en sí los elementos constitutivos de la personalidad humana. En la Biblia podemos encontrar algunos elementos que constituye la personalidad de Dios, que “habla” (Génesis 1:3), “ve” (Génesis 11:5), “oye” (Salmos 94:9), que se enoja (Éxodo 32:12) y experimenta dolor (Génesis 6:6).
La comunión cristiana es entre dos personas, entre Dios y los hombres. Es la relación personal entre cada uno de nosotros y nuestro Padre Celestial. Sino fuese una persona, esta relación o comunión no podría existir.
Elementos de la Personalidad de Dios.
Examinemos algunas características que son humanas y son utilizadas para representar la personalidad de Dios.
a) Tiene una conciencia Racional, piensa:
Se define por conciencia racional la capacidad de auto conocerse o del conocimiento que tiene de si mismo -- sus valores morales--, y manifestar y exponer hacia los demás su razonamiento. Por lo tanto, podemos concluir y afirmar que “piensa”.
Para confirmar lo expresado en el párrafo anterior, veamos algunos versículos que nos ilustran esta cualidad:
· Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. (Jeremías 29:11)
· “…que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré. (Isaías 46:11)
· Pero mis palabras y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso volvieron ellos y dijeron: Como Jehová de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros. (Zacarías 1:6)
b) Es consciente de quien Es.
Se define conciencia como el conocimiento que tenga sobre un determinado asunto o de si mismo. En el caso de Dios, Él es plenamente consciente de quien es, que es Dios y que no hay otro Dios a parte de él, y que nada se asemeja a él.
Leamos los siguientes pasajes que nos ayudarán a comprender este tema:
· Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí… (Isaías 46:9)
· Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. (Isaías 41:13)
· Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo. (Salmos 50:7)
c) Tiene una Determinación Propia, tiene voluntad:
Determinación es distinguir, discernir, causar o producir. La determinación es usar la voluntad para realizar acciones para algún fin. Dios utilizó esta voluntad o determinación al crear todo el universo (Génesis 1). Usó su voluntad a decir “hagamos al hombre” (Génesis 1:26) y formarlo del polvo de la tierra. Incluso, la determinación de Dios llevó a dar un medio de salvación al hombre por medio de la obra del Señor Jesucristo en la cruz del calvario.
Revisemos algunos textos que nos hablan de la determinación de Dios.
· Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. (Salmos 115:3)
· Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré. Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia: Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion, y mi gloria en Israel. (Isaías 46:9-13)
· Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? (Daniel 4:35)
d) Puede arrepentirse
Siempre se ha discutido si Dios puede arrepentirse, puesto que Génesis 6:6 dice que se arrepintió de haber hecho al hombre y en Números 23:19 dice [que no es] hijo de hombre para que se arrepienta.
Primero debemos dar una definición a la palabra arrepentimiento. Por lo cual, se define como un cambio de acción ante una situación definida. También se define como “lamento” o “sentir remordimiento”. Por lo tanto, la palabra tendrá un sentido u otros, según el uso que le demos.
Siguiendo este razonamiento Dios puede arrepentirse, ya que cambia de una dirección que sigue ante situaciones específica. Vemos que los hombres se había hecho perverso en Génesis 6 y Dios decide raer a los seres humanos pero sin destruirlos porque vio que una sola familia era santa y esta era de Noé.
En cambio en Números 23:19 esta hablando de las debilidades del hombre y que Dios no comparte, en sentido de mentir para luego tener remordimientos (arrepentirse). Dios es libre de pecado por lo cual, el no cambia la forma de pensar que tiene, el sigue un propósito claramente definido. Por lo tanto, cuando decimos que Dios se arrepiente, no decimos que sus propósitos han cambiando sino que hay solamente un cambio de manera.
Revisemos con cuidado lo siguientes texto y meditemos en ellos, recordando con sólo representaciones antropomórficas de Dios, que son solo figuras para representa lo que Dios quería decir de sí.
· Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. (Génesis 6:6)
· Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna jebuseo. (2 Samuel 24:16)
· Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo. (Éxodo 32:14)
En Mateos 27:1-7 leemos del “arrepentimiento” de Judas, y aquí vemos aquí que no es más que remordimiento. Y no pudiendo llevar la culpa, se quitó la vida. Esto no es el arrepentimiento que podemos entender que Dios realiza en determinada situaciones. Estos son meros sentimientos humanos ante situaciones extremas. Dios está por sobre debilidades humanas, por lo cual es imposible que esté sujeto a estos vaivenes.
e) Puede entristecerse:
Por definición dolor es sensación molesta y aflictiva, y por lo general desagradable en el cuerpo o en el espíritu. Por tanto, el pecado del hombre provoca reacción profundamente dolorosa a Dios mismo, porque el versículo menciona el corazón, siendo el corazón, según la Biblia, el centro del ser humano, donde está asentado las emociones, la mente: lo más profundo del ser. Por tanto, el dolor de Dios no fue somero, sino de una intensa profundidad por causa del pecado del hombre.
· Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. (Génesis 6:6)
f) Puede airarse:
Al ser Dios santo y justo, la manifestación de su ira es asimismo propia y justa. Sin embargo, las Escrituras afirman que Dios es “tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad” (Ex, 34:6; cfr: Nm 14:18: Neh 9:17; Sal 86:15; 103:8; 145:8; Nah 1:3; cfr. Ro 9:22). La clave de la manifestación de la ira de Dios se da en Ro 1:18, “se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombre que detienen con injusticia la verdad”. Pese a que Él es lento para la ira, ésta se manifiesta, y se ha manifestado gubernamentalmente en la historia, con juicios sobre el pueblo de Israel, al provocarlos ellos a ira con sus múltiples infidelidades, injusticia, rapiñas, maldades y rebeliones (cf. Ex 32:10; Lv 26:14-46; Nm 11:1-34; 12:1-15; Dt. 9:7-29; Jue 2:12; 2:20; 3:8; 10:7; 2 R 24:20; 2 Cr 36:16; Esd 5:12; 9:26); 10:7; 2 R 24:20; 2 Cr 36:16; Esd 5:12; 9:26). En el cuadro bíblico completo, la ira de Dios no es una emoción o un estado de ánimo de enojo, como lo es la firme oposición de su santidad al pecado. Por consiguiente, la ira de Dios es vista en sus efectos, en el castigo al pecado por parte de Dios en esta vida y en la próxima.
· Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces… (1 Reyes 11:9)
· Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. (Romanos 1:18)
g) Puede ser celoso
Los celos son un sentimiento que se expresa cuando la persona afecta de los mismos comete una infidelidad o una acción en la cual el poseedor exclusivo pasa a ser un actor secundario. Es decir, aquello que se poseía es entregado a otro, para que ese otro comparta del mismo bien.
En la escritura el término se refiere a la emoción que surge cuando se infringe o se niega el derecho a la posesión exclusiva. Describe la actitud de Dios hacia la violación de su derecho al servicio y adoración exclusiva de su pueblo. Dios es un Dios celoso (Ex 20:5); su nombre es Celoso (Ex 34:14); y es muy celoso de su santo nombre (Ez 39:25) y también por el bien y bienestar de su santa ciudad (Zac 1.14).
La palabra celo, tanto en el griego como el hebreo, tienen el mismo sentido. En griego proviene la palabra “Zelos” proviene de una raíz que significa “estar caliente, entrar en ebullición”. En hebreo proviene de la palabra “Quin-ah”, cuya raíz designa el rojo que sale del rostro de un hombre apasionado.
· …porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra. (Deuteronomio 6:15)
h) Puede amar
El Amor es el mayor sentimiento que puede tener una persona. No existe otro que pueda superar lo que enseña. El amor es de tal profundidad, que la persona que lo posee, es capaz de rendir su vida por la persona objeto de su amor. Es capaz de sacrificar lo más preciado por el ser amando. El mismo Señor Jesucristo había dicho que no hay mayor amor que poner la vida por sus amigos (Juan 15:13). Lo mismo que había enseñado lo puso en práctica al morir por la humanidad, para remisión de pecado para todo aquel que quiera.
Juan 3:16 muestra en forma específica lo que Dios tuvo que sacrificar por amor al mundo.
· El ama justicia y juicio; De la misericordia de Jehová está llena la tierra. (Salmos 33:5)
· Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)
i) Puede ser misericordioso
Misericordia se define como lealtad o amor leal. En Dios se destaca su carácter compasivo o actitud bondadosa, y esta actitud es siempre del ofendido al ofensor. La manifestación de su lealtad se ve en que siendo pecadores e inclinados de continuo al mal, por tanto no incumplidores de nuestra parte (vea el caso de Israel, como Dios los llamaba con amor y severidad a cumplir la parte que le correspondía en el pacto de la ley) nos dio un medio unilateral de salvación en su Hijo el Señor Jesucristo.
· Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. (Salmos 103:8)
· Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. (Salmos 103:11)
· Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. (Santiago 5:11)