Cuando llegamos al estudio de las Escrituras proféticas, una de las
claves más útiles es la de darse cuenta de que hay profecías que tienen más de
un cumplimiento. No es cosa desacostumbrada hallar una predicción que presenta
un cumplimiento preliminar, parcial y más tarde un cumplimiento total,
definitivo. Esto se conoce con el nombre de "ley de doble referencia".
El ejemplo clásico es
la profecía de Joel con respecto al derramamiento del Espíritu.
"Y después de esto
derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán
visiones, Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu
en aquellos días. Y obraré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y
fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en
sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. Y todo aquel que
invocare el nombre de Jehová se pondrá a salvo" (Jl.2:28-32a).
Cuando Pedro citó este
pasaje en el día de Pentecostés (Hch.2:14-21), dijo "...esto es lo dicho
por el profeta Joel". Pero él no podía querer decir que se trataba de un
cumplimiento completo, puesto que muchas de las cosas que Joel mencionaba no
tuvieron lugar en Pentecostés.
"El Espíritu no
fue derramado sobre toda carne, sino solamente sobre tres mil judíos. No hubo maravillas
en el cielo; el sol no se volvió en tinieblas, ni la luna en sangre. Tampoco
tuvieron lugar todas las señales sobre la tierra; tales como la sangre y el
fuego y las columnas de humo".
Esto significa que
Pentecostés constituyo un cumplimiento preliminar e incompleto de la profecía
de Joel. Su cumplimiento total tendrá lugar en la Segunda Venida de Cristo. Su
venida será precedida por los signos predichos y seguida por el derramamiento
de su Espíritu sobre toda carne en la tierra milenial.
Tenemos otra
ilustración de la "ley de doble referencia" en el famoso pasaje
"virginal" de Isaías 7:14: “Por tanto, el Señor mismo os dará una
serial: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su
nombre Emanuel".
Es evidente que la
profecía tenía un significado inmediato para el Rey Acaz, esto es, que un niño
nacería y sería llamado "Dios con nosotros", implicando que la
victoria se hallaba cercana. Antes de que el niño fuera lo suficiente mayor
como para que pudiera discernir el bien del mal, la alianza entre Israel y
Siria sería rota, y al cabo de unos pocos años más el niño estaría viviendo de
la grosura de la tierra (v.15).
Pero el desarrollo
completo del versículo vino con el nacimiento de Cristo: "Todo esto
aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: 'He aquí
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel, que
traducido es: Dios con nosotros' " (Mt.1:22, 23).
Un tercer ejemplo de
cumplimiento doble se halla en el Salmo 118:26a: "Bendito el que viene en
el nombre de Jehová''.
Aquel primer domingo de
ramos, cuando Jesús entró en Jerusalén, la multitud cantaba: "¡Hosanna al
Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor" (Mt.21:9).
Pero sabemos que esto
no cumplió la profecía de un modo cabal, pues en su posterior lamento sobre
Jerusalén el Señor Jesús dijo: "Porque os digo que desde ahora no me
veréis más, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor"
(Mt. 23:39).
El cumplimiento
definitivo tendrá lugar cuando el Salvador retorne en poder y gloria a la
tierra a una gente que le recibirá como Mesías y Rey.
Aún otra ilustración de
una profecía que tiene dos cumplimientos concierne a la destrucción de Jerusalén.
Jesús predijo la desolación de la ciudad en Le. 21:20-40. Es evidente que sus
palabras se cumplieron el 70 d.C., cuando Tito y sus legiones romanas saquearon
la ciudad y arrasaron el Templo. Pero los males de Jerusalén todavía no han
pasado. Es evidente de Apocalipsis 11:2 que los gentiles hollarán la santa
ciudad durante cuarenta y dos meses durante el período de la Tribulación.
El Salmo 2:1-2 se cita
en Hch. 4:25-26: "¿A qué fin se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan
cosas vanas?
Acudieron los reyes de
la tierra, Y los príncipes se coaligaron Contra el Señor, y contra su Cristo.
En Hechos 4:27 se
aplican las palabras a la crucifixión de Cristo: "Porque verdaderamente se
aliaron en esta ciudad contra tu santo Siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y
Poncio Pilatos, con los gentiles y el pueblo de Israel..."
Este fue un
cumplimiento preliminar y parcial de las palabras del salmista. Van a tener un
cumplimiento definitivo al finalizar el período de la Tribulación cuando los
gobernantes del mundo se unirán en un inútil intento de impedir que Cristo tome
las riendas del gobierno universal.
Un ejemplo final de la
"ley de doble referencia" se puede hallar en profecías que tratan de
la restauración de Israel (Is.43:5-7; Jer.16:14-15; Ez.36:8-11; 37:21). Estas
profecías tuvieron un cumplimiento solamente parcial cuando un remanente de los
judíos retornó de la cautividad babilónica a Israel, tal como se describe en
Esdras y en Nehemías. Pero el evento principal es todavía futuro. Todas las
restauraciones del pasado han sido insignificantes. Durante el tiempo de la
angustia de Jacob, Dios llevará a su pueblo escogido terrenal a Israel
procedentes de todas partes del mundo (Mt.24:31; Dt.30:3-4; Ez.36:24-32;
37:11-14). Entonces, y solamente entonces, se cumplirán total y definitivamente
las profecías.
Contendor por la
Fe, Nº 239-240, Septiembre-Octubre de 1985
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