Pregunta: ¿Qué significado
tienen las expresiones "este siglo" (o "este
tiempo"), y "el siglo venidero", empleadas por el Señor en los
pasajes de Mateo 12:32; Marcos 10: 30; Lucas 16:
8, etcétera?
Respuesta: La expresión "el fin del mundo" o "fin del
siglo" (Mateo 28:20) (o: "consumación del siglo" VM) que
hallamos repetidas veces en el evangelio de Mateo (véase Mateo
13:39; Mateo 24: 3, 6 y 14; Mateo 28:20) se relaciona con aquel
estado de cosas durante el cual Israel se halla bajo la ley y privado de su
Mesías. Al contrario, "el siglo venidero" será caracterizado por el
hecho de que Israel se hallará bajo el nuevo Pacto, reinando en gloria su
Mesías sobre él.
El Antiguo Testamento, no
solamente habla de aquellos dos "siglos", sino que también nos da a
conocer los tiempos que los precedieron, así como el Nuevo
Testamento revela la eternidad que seguirá.
Prácticamente, tanto el Nuevo como
el Antiguo Testamento, hablan de esos dos "siglos" en relación
con Israel. El período representado por el término "este siglo" o
"este tiempo" existía cuando Cristo vino y fue rechazado, y "el
siglo venidero" será establecido, y empezará cuando Cristo vuelva para
reinar. Observemos también que "este siglo" está caracterizado por
una mezcla del bien y del mal, que acabará con una lucha terrible en la cual
caerán la bestia y el falso profeta; y que en "el siglo
venidero", que es el milenio, Satanás será atado (Apocalipsis 20:2) y
el Señor gobernará la tierra, manifestando públicamente Su poder
y Su gloria.
Es pues
de suma importancia distinguir entre aquellos dos "siglos"
o períodos. De no hacerlo, caeríamos en la más deplorable confusión, en cuanto
al pensamiento o alcance de la Palabra y a la aplicación de las verdades.
Actualmente vivimos el tiempo de la gracia y de la fe, permitiendo Dios que el
mal triunfe aparentemente, como lo vemos en la cruz. En el siglo venidero, el
mal será exteriormente reprimido y juzgado, y el bien dominará toda la tierra y
llenará el mundo entero del conocimiento de Jehová y de su gloria. El fin o la
consumación del siglo (o del mundo) es, por consiguiente, y evidentemente, un
acontecimiento venidero.
El "presente siglo
malo" representa pues el período actual, y la muerte de Cristo nos ha
librado de este siglo malo (Gálatas 1:4); en el siglo venidero, reinará el
bien, y no el mal.
Igualmente, si en vez de
pensar en la Iglesia, nos ocupamos de Israel, podemos decir que
"este siglo'" empezó con la sujeción de Israel a la ley cuando aún no
había venido el Mesías. El "siglo venidero" empezará cuando
el Mesías haya vuelto y establecido Su reino, pues la
presencia del Mesías humillado entre Su pueblo no interrumpió el
siglo, como tampoco Su rechazamiento introdujo el siglo venidero.
Pero no olvidemos que actualmente Dios hace otra obra gloriosa, fundamentada
sobre la gloria celestial de Cristo y la presencia personal del Espíritu Santo,
y esta obra es caracterizada por la Iglesia. Mientras dure este tiempo, la
gracia es derramada hacia las naciones: es pues 'el paréntesis gentil
de la gracia', es decir, el paréntesis de gracia para los
gentiles. Antes de este tiempo, y completamente distinto a él, hubo el
"tiempo de las naciones", pues Dios, en Su providencia, dio
a las naciones el gobierno del mundo, empezando por Nabucodonosor, la cabeza
de oro de la gran estatua: aquel tiempo, podemos llamarle 'el
paréntesis gentil del juicio', es decir el paréntesis de juicio para los
gentiles. Ambas épocas, o paréntesis, están encerrados en los límites
del "siglo presente" que dura todavía. El "siglo venidero"
será introducido por la venida del Señor en las nubes, para reinar.
En conclusión, existían tres siglos o períodos de
tiempo (edades) para los judíos: el siglo anterior a la ley, el
siglo de la ley (que dura todavía, siendo la Iglesia un paréntesis en este
siglo), y el siglo posterior a la ley, o milenio.
Traducido al español de la revista "Le Messager Evangélique"
Revista "VIDA CRISTIANA", Año 1962, No. 57.-
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