domingo, 2 de febrero de 2014

Sublime Gracia

Sublime Gracia.

¡Sublime gracia, (¡cuán dulce es el sonido!),
Que salvó a un miserable como yo!
Estuve perdido, pero ahora ya no más.
Estaba ciego, pero ahora puedo ver.

Fue la gracia la que enseñó a mi corazón temer,
Y la gracia mis miedos alivió;
Qué preciosa gracia apareció
La hora en que creí.

Muchos peligros, fatigas y trampas
He experimentado y superado;
La gracia me ha hecho fuerte
Y es ella la que me llevará hasta casa.

El Señor me ha bendecido,
Su palabra me asegura la esperanza;
Él será mi escudo
Mientras la vida dure.

Cuando este cuerpo y corazón se hayan consumido,
Y la vida me abandone,
Tendré, bajo el velo,
Una vida plena de alegría y paz.

Esta tierra pronto se disolverá como la nieve,
El sol ocultará su brillo;
Pero Dios, quien me llamó acá abajo,
Estará por siempre en mí.
John Newton, 1779

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