“…
pero si andamos en luz, como él está en
luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo
nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:7)
Es motivo de acción de gracias el hecho de que, a pesar del fracaso general,
el bendito Dios ha preservado a aquellos con quienes Su pueblo se puede
asociar. Indudablemente hay aún santos de Dios quienes, como Juan en Patmos, se
encuentran solos; para los tales, como para Juan, el Señor se acercaría
particularmente, hablándoles de Su incesante amor, y asegurándoles la compasión
de Uno que había sentido la soledad como ningún otro. "i...Y esperaba
quien se compadeciera de mí, mas no lo hubo; y consoladores, mas no los
hallé!" (Salmo 69:20 - Versión Moderna).
En general, y especialmente en nuestra tierra favorecida (Inglaterra),
podemos aceptar con alegría la Palabra "Es el Dios que hace habitar en
familia a los solitarios." (Salmo 68:8). Este siempre fue Su pensamiento;
de Su pueblo terrenal, leemos "Anduvieron perdidos por el desierto";
pero cuando ellos "clamaron a Jehová", " Los dirigió... a ciudad
habitable." (Salmo 107: 4, 7).
En los días muy tempranos del Cristianismo los apóstoles, después de
haber sido enjuiciados por los gobernantes, "fueron a los suyos"
(Hechos 4:23 - RVR1909 Actualizada); y en Hechos 13:13 y Hechos 21:8 leemos
acerca de "Pablo y sus compañeros" y de "Pablo y los que con él
estábamos"; otra vez en el Foro de Apio (Hechos 28) Pablo "dio
gracias a Dios y cobró aliento" cuando sus hermanos salieron a recibirle.
Es algo bendito que el privilegio de comunión de unos con otros ha continuado,
sobreviviendo a todo el fracaso y la oposición de aquel "que habla
mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos." (Proverbios 6:19).
Así Pablo escribiendo a Timoteo, considerando sus últimos días, le exhorta a
seguir[1] "... con los que invocan al Señor con un corazón puro." (2
Timoteo 2:22). ¿No podremos nosotros ser animados a creer y a demostrar que un
sendero tal continuará estando disponible para todos los que lo buscan?
Amós, el áspero pastor de Tecoa, hace surgir la pregunta, "¿Andarán
dos juntos, a menos que se pongan de acuerdo?" (Amos 3:3 - RVR1909
Actualizada). Podemos, quizás, ser propensos a cuestionar la acción de los dos
que iban "a una aldea llamada Emaús" (Lucas 24), pero ellos a lo
menos 'estaban de acuerdo' mientras caminaban - "iban hablando entre
sí" (versículo 14); "y discutían entre sí" (versículo 15), y
toda la conversación de ellos muestra cuán completamente ellos eran 'uno' en
sus pensamientos. Ciertamente el Señor, al acercarse a ellos, apreció esto. Y
Él les dijo, "¿Qué palabras son estas que os decís el uno al
otro...?" (v. 17 VM). Nuevamente Él les dice, "¿Qué cosas? Y ellos le
dijeron: De Jesús nazareno." (v. 19). "Tardos de corazón" e
incrédulos - sí, efectivamente; la gloria de ese Hombre humilde como el Cristo
de Dios, el tema de todas las Escrituras, no había iluminado sus seres - sino
que ellos estaban hablando entre sí de Él. Amados hermanos, ¿no es éste un
desafío para cada uno de nosotros? ¿Y no contiene esto el secreto de 'ponerse
de acuerdo'? ¿Cómo debemos responder nosotros la pregunta - "¿Qué
discusiones (palabras) son estas?"? (v. 27 - NBLH). Si nuestras mentes y
nuestros afectos estuviesen fijos en el Señor, y en la glorias de Su persona
que nos han sido reveladas, nosotros deberíamos hablas menos (excepto en lo
secreto de la oración y confesión privada) de los fracasos y divisiones entre
Su pueblo, y más de Él y de Sus intereses.
El Salmo 40 describe la bienaventuranza de la posición en la cual la
misericordia soberana, en respuesta al clamor de angustia, ha puesto los pies
de los santos. Nuevamente la experiencia es una experiencia individual -
"Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies
sobre una roca y afirmó mis pasos." (Salmo 40:2 - LBLA). Pero el feliz
resultado es la mixtura de alabanzas de aquellos que han tenido una experiencia
similar. "Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.2
(Salmo 40:3). Benditas son, verdaderamente, las notas de gozo que emergen de
corazones que aprecian los movimientos soberanos de Dios en misericordia y en
amor. ¡Gozo contagioso, también! pues, "Verán esto muchos, y temerán, Y
confiarán en Jehová." (Salmo 40:3). Cuando Pablo y Silas (Silvano), en
terribles circunstancias, causaron que las alabanzas a Dios fueran escuchadas
en toda la prisión de Filipos, ¡qué resultados hubo para bendición de los
hombres y para la gloria de Dios! "Se abrieron todas las puertas, y las
cadenas de todos se soltaron" y una familia entera "se regocijó
grandemente por haber creído en Dios." (Hechos 16: 25-34 - LBLA). ¿Nos
sorprendemos de que la carta subsiguiente de Pablo a los creyentes en Filipos
esté tan repleta del rasgo del 'regocijo'? Él quería que todos conocieran el
gozo que Silas y él compartieron juntos mientras pensaban en el Único a quien
ellos pronto iban a rendir un testimonio tan poderoso.
Finalmente - "Atráeme; en pos de ti correremos." (Cantar de
los Cantares 1:4). ¿No hemos probado que no hay amor como el de nuestro
precioso Señor - ningún nombre tan fragante como el Suyo? (versículos 2, 3).
¡Cuán maravillosamente nos son presentados la belleza y el atractivo del Amado
en este Cantar! Nosotros no tenemos dudas en cuanto a Quién "sobresale
entre diez mil" (Cantar de los Cantares 5:10 - RVR1909 Actualizada) -
Aquel que es " todo él, deseable." (Cantar de los Cantares 5:16 -
LBLA). ¡Uno es! Separados de todos los otros, atraídos hacia Él; hablando entre
nuestros hermanos sólo de Él y de Sus glorias - ¡cuán precioso es que
influencie así a los demás para correr con afectos recíprocos en pos de nuestro
precioso Señor! ¡Qué bendita característica de la comunión es esta - cada
afecto individual apreciando Su infinita preciosidad y deleitándose en
compartir aquellas impresiones con Sus amigos! Corazones satisfechos, afectos
conducidos por el Espíritu en una atracción siempre creciente hacia un Cristo
glorioso, gozando juntos de aquello que está más allá y fuera de todo lo que
este mundo puede ofrecer, meditando sobre la incomparable preciosidad de Aquel
que es el Amado de Dios y - a través de la gracia maravillosa - ¡nuestro Amado
también!
¿No es una fuente adicional de gozo para nuestros corazones darnos
cuenta que, mientras nosotros disfrutamos estos preciosos tiempos de comunión
unos con otros, el mismo bendito Señor obtiene gozo también? Ciertamente la
bienaventuranza de Malaquías 3: 16, 17 permanece verdadera hoy - Entonces los
que temían (reverenciaban) al SEÑOR se hablaron unos a otros, y el SEÑOR prestó
atención y escuchó. . "Y ellos serán Míos," dice el SEÑOR de los
ejércitos." (Malaquías 3: 16, 17 - NBLH).
Implícito en todo esto está el disfrute presente de la vida eterna -
"¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en
armonía![2]... Porque allí envía JEHOVÁ bendición, y vida eterna." (Salmo
133:1).
"Por tanto, si hay algún aliento en Cristo; si hay algún incentivo
en el amor; si hay alguna comunión en el Espíritu; si hay algún afecto profundo
y alguna compasión, completad mi gozo a fin de que penséis de la misma manera,
teniendo el mismo amor, unánimes, pensando en una misma cosa." (Filipenses
2: 1, 2 - RVR1909 Actualizada). Aquí están los hermosos rasgos internos que son
útiles para una feliz comunión - y aquí está el resultado externo práctico,
"en humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a sí
mismo." (Filipenses 2:3 - RVR1977).
Que podamos permanecer así en unión
Unos con otros y con el Señor estar,
Y poseer, en dulce comunión,
Gozos que la tierra no puede proporcionar.
διώκω
dióko
prolongado
(y causativo) de un verbo primario δίω dío
(huír; Compare con la base de G1169
y G1249) perseguir (literalmente
o figurativamente); por implicación perseguir:-padecer persecución,
perseguidor, perseguir, practicar (hospitalidad), proseguir (a la meta),
seguir, ir.
יָחַד
Yakjád. de H3161;
propiamente una unidad, i.e. (adverbio) unidamente:-armonía,
igualmente, juntar, pasar, reunir, único, unir.
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