domingo, 28 de agosto de 2011

UNA GRAN PALABRA


La Necesidad Humana de La Justifica­ción
     En el estudio de la salvación ve­mos que el hombre está en peligro del juicio divino. Al estudiar la redención vemos que él es un esclavo al pecado, pero al referirnos a la justificación el énfasis se enfoca en la culpabilidad del hombre y su necesidad de justicia provista por Dios para cubrir su culpa. "No hay justo, ni aun uno;" es el vere­dicto de las Escrituras (Ro.3:10) El hombre no puede proveer una respuesta para su necesidad espiritual.

El Significado de La Palabra "Justi­ficación".
     La forma de la palabra apa­rece más frecuentemente como verbo en la Biblia. "Justificar" quiere decir "Declarar ser justo a uno". Pero surge la pregunta por cuanto no hay siquiera uno que sea justo, ¿cómo puede Dios declarar justo a uno cuando per­sonalmente esa persona no lo es? Desde luego la respuesta es la Cruz de Cristo. Existen dos problemas:
a) ¿Cómo puede Dios justificar y ser justo, El Mismo?  
b) ¿Cómo puede el hombre, que es un pecador culpable, ser justificado?

La respuesta es:
a) Que la cruz cubre todo reclamo divino y
b) que la cruz también cubre toda necesi­dad del pecador “a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús", Ro.3:26.

Unos Aspectos De La Justificación:
·        Por Gracia (Ro 3:24).
            Todo el asunto de nuestra justificación queda fuera del alcance del mérito humano. Dios nos la da sin merecerla y a pesar de cuán malos seamos. No existe una razón en el hombre para que Dios le justifique; viene de su disposición de gracia.
·         Por Sangre (Ro 5:9).
      Debe haber un fundamento adecuado para la justifica­ción. Lo que Dios hace tiene que estar sin lugar a dudas. La muerte de Cristo o más acertado, su sangre, (que habla de sacrificio), es la única base de la justificación.
·        Por Fe (Ro 5:1).
     El principio por el cual la bendición de Dios se recibe es el de la fe o el creer; no es por obras o ceremonias sino por la fe en Cristo solamente. La gracia la provee, la san­gre es el fundamento que la apoya y la fe es el medio de recibirla.
·         Por Obras (St.2:14-26).
       Algunos piensan que este aspecto contradice el anterior, pero la verdad es que Santia­go complementa lo que citamos de Pablo. Ante Dios somos justificados por la fe. Ante los hombres somos justificados por nuestras obras. Las obras hacia el hom­bre son una evidencia de la fe hacia Dios.
·        La Prueba de nuestra justificación (Ro.4:23-25).
     ¿Cómo sabemos que Dios ha justificado a un creyente? Sentirse contento no es confiable ni suficiente. Tenemos que saber lo que Dios piensa de nosotros. El declara que Cristo "fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado por nuestra justifica­ción". Su muerte en la cruz fue el pago de la deuda y su resurrección es el re­cibo dado por Dios. En la cruz los pe­cados del creyente fueron cancelados, mientras la resurrección es la prueba de que fueron eliminados.
Contendor por la Fe,  Nº 241-242

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