"¡Gracias
a Dios por su don inefable!" (2 Corintios 9:15). El don de Dios es CRISTO
mismo. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"
(Juan 3:16). El don de Dios es AGUA VIVA, por Cristo. "Si conocieras el
don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te
daría agua viva" (Juan 4:10). El don de Dios es VIDA ETERNA. "Porque
la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23). El don de Dios es la FE. "Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios" (Efesios 2:8). El don de Dios es el ESPIRITU SANTO. "Y
cuando comencé a hablar [Pedro], cayó el Espíritu Santo sobre ellos también,
como sobre nosotros al principio. Entonces me acordé de lo dicho por el Señor,
cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados
con el Espíritu Santo. Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a
nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese
estorbar a Dios?" (Hechos 11:15-17).
Lector,
un don que se ofrece no se compra, no se merece. O se recibe o se rehúsa.
¿Está rechazando usted los dones de Dios? Los dones, como se expresan arriba,
se concentran en el Señor Jesucristo, el Hijo bien amado de Dios, y cuando le
recibimos a El, recibimos con El todos los dones. Sin El, no recibimos
ninguno.
Suplicamos
al lector que reciba a Cristo como su Salvador, creyendo en El. "Cree en
el Señor Jesucristo, y serás salvo" (Hechos 16:31).
Adaptado
de Leituras Cristas, Portugal
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