domingo, 2 de septiembre de 2012

La creación.


Introducción.

            El hombre (la creación de Dios) ha puesto en duda la Palabra de Dios desde el primer versículo de la Biblia, ha creado polémicas en lo referente a lo que Dios ha hecho y lo ha puesto en duda, en entre dicho y le ha negado validez. Como veremos en nuestro estudio, el hombre, tanto naturalista como creyentes han ideado diversas teorías para explicar  el origen de todas las cosas, del universo, la naturaleza y el hombre.  Las sagradas escrituras se ocupan de este tema, sobre el origen  de todas las cosas,  en el primer capítulo del Génisis, no diciendo más que lo expresado en las pocas líneas del primer capítulo.
            Sin embargo, tengamos en cuenta que la ciencia no es mala, ya que bien dirigida puede contribuir a nuestro entendimiento, pero debemos cuidar que nunca  controle o cambie nuestra interpretación de las Escrituras para que éstas se acomoden a sus recomendaciones.  Es el hombre “racional” con su ciencia es el que debe acomodarse a las Escrituras, ya que ella es Inerrante, por lo tanto, no contiene errores de ninguna clase. No olvidemos que la ciencia se basa en infinidades de hipótesis y supuestos que deben ser demostrados para ser consideradas verdaderas, y si no pueden ser demostradas bajo el método científico, son desechadas. Por tanto, es ella es la que comete la mayor cantidad de errores. Hoy puede estar de moda tal o cual teoría, mañana puede estar totalmente desacreditada.
            El sólo hecho de intentar acomodarnos a lo que dice la ciencia para justificar algo que aparentemente se contradice con las escrituras, es declarar que ella tiene errores y no son confiables los escritos que Dios quiso que nos llegase a nosotros.
            Pero si la ciencia es bien usada, permite confirmar al incrédulo que lo que relata la Biblia es cierto. Muchas veces la ciencia ha probado que la Biblia tiene razón. La ciencia de la arqueología ha contribuido a demostrar la veracidad de ella, ya que arqueólogos han encontrado los restos de ciudades que se mencionan en la Biblia y que el hombre las declaraba como mentiras por no existir otros escritos que la mencionasen. La Arqueología ha sacado a luz las ruinas de Nínive, por ejemplo, y ha demostrado, de paso, que  ella, la Biblia, tenía razón.
            Las Escrituras no buscan demostrar nada en relación a la ciencia y a la historia, ya que no es un libro de ciencia ni es uno de historia. La Biblia es un libro que muestra que la creación y el hombre proceden de Dios, que son sus obras, realizadas por el poder de su Palabra y obra de sus manos, y ejecutadas bajo su absoluta soberanía. Que no sea un libro de texto de ciencia, no significa que sea inexacta cuando revela verdades que pertenecen al campo de la ciencia. De hecho, todo lo que revela en la esfera de los conocimientos es cierto, preciso, y confiable. La Biblia no contesta todas las preguntas que nosotros hubiéramos querido que contestara en el área de los orígenes, pero lo que revela hay que reconocerlo como verdad. Y dice más sobre este tema de lo que muchos se imaginan.
            En este estudio veremos como Dios hizo todas las cosas que en ella hay, como preparó un lugar para poner la obra mas preciada, la coronación de la creación.  Veremos los objetivos de la creación y como estos se han cumplido. Además, veremos las teorías que ha puesto el hombre natural y las teoría que cristianos pretenden  complementar con las demostraciones científicas a cerca de la creación.

Dos Proposiciones a tener en consideración.
            Dos  cosas que son importantes tener presente al momento de estudiar esta doctrina, ya que son fundamentales para poder aceptarla.  Estas son Fe y los Hechos que se describen. 
1.    Fe
            Es necesario ante todo CREER en las escritura y tener FE en ellas, que son ciertas y verdaderas. Nos encontramos inmersos ante un mundo que ataca fuertemente los fundamentos de la fe. Para ello nos seducen presentando pruebas que avalan sus teorías, pruebas que en apariencias son verdaderas y genuinas, y que minan grandemente nuestro fundamento si nuestra fe es débil, o por intentar compaginar con el mundo. Muchos creyentes han caído en la falta de creer en la ciencia por sobre las verdades de las escrituras, han puesto la ciencia por sobre las Escrituras. Debemos tener presente que las teorías deben  probar que son ciertas, y no al revés, es decir, darlas por ciertas y después buscar pruebas. En el afán de concientizar las Teorías Naturistas con las Escrituras, algunos cristianos han ideado teorías para sincretizar lo que dice la Biblia con lo que dice la ciencia, y para ello han torcido el sencillo significado de ellas.
            La  fe en las Escrituras es lo que importa por sobre todas las cosas. No se debe intentar buscar explicaciones rebuscadas para entenderla y crearla por sobre todas las cosa, ya que es lo que Dios quiso dejar sobre este tema. El escritor de la epístola a los Hebreos nos recuerda que  “por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía (Hebreos 11:3, RV2000).  “Los siglos” equivale a todos los períodos de tiempo tanto como todo lo que contienen. Puesto que obviamente no hubo espectadores humanos de la creación, y debido a que el primer hombre fue situado en un universo ya existente, tenemos que aceptar por fe todo lo que Dios ha revelado al respecto. De otra forma no tendríamos certidumbre alguna en cuanto a la creación.
            Además  si dudamos de la veracidad del la Pa-labra de Dios, es lo mismo que dudar que la obra de Salvación está completa, y todavía queda algo por hacer para alcanzarla.  Es decir, si no confiamos en la plenitud de la Palabra de Dios como verdadera y completa, es por demás decir, que también podemos poner en duda que la obra de Salvación no es tal.  La fe en Dios y sus Palabras debe ser completa y sin ninguna duda.
2.    Los Hechos
            El relato de la creación fue revelado a Moisés o a uno de los primeros patriarcas. En caso  de haber sido anterior a  Moisés, debió haber sido transmitido por medio de la tradición  oral o escrita, de una generación a otra, y finalmente debió haber sido escrita por Moisés bajo la dirección del Espíritu santo (Berkhof).
            La verdad acerca de la creación se encuentra sólo en la Biblia. Algunas verdades que la ciencia descubriera nunca pueden aceptarse como verdad absoluta. Los hechos que Dios ha revelado en la Biblia son hechos confiables, incluso aquellos que se hallan en los capítulos introductorios de Génesis. Esto significa que los eventos realmente ocurrieron en el tiempo y el espacio una vez que habían sido creados. En otras palabras, los actos consecutivos de la creación y los eventos de la tentación y el pecado de Adán y Eva tuvieron efecto en el tiempo y en el espacio; es decir, se pudieran haber señalado en un calendario y en un mapa. Génesis registra hechos, no mitos o leyendas. Otros pasajes bíblicos confirman esto (por ejemplo Éxodo 20:9–11; Mateo 19:4–6).
            Estos hechos fueron escritos por Moisés. Cualesquiera que fueren las fuentes que él pudiera haber usado en conexión con la obra supervisora y poder revelador de Dios al escribir, Moisés fue un hombre entrenado y educado. Algunos implican que la revelación de eventos de un período temprano no puede ser confiable porque fueron transmitidos a través de “salvajes”. Esto convierte a primitivo y salvaje en sinónimos y desprecia el poder operativo de la inspiración. Si las palabras de Moisés no significan lo que dicen, aunque hablan de un período temprano en la historia, entonces ¿cómo podemos confiar en las palabras de Cristo? (Juan 5:47).

La creación según la Biblia.
              La Biblia no usa expresiones difíciles de entender para contar la magnífica obra de Dios al crear  el universo.
          Notemos que Dios le dedica solo un capítulo  para describir su obra y no más. Con ello Dios estima que es suficiente, y esto lo que deben saber los creyentes.
          La Biblia (en Génesis 1) nos describe la forma que Dios nos dio la creación y en que orden hizo todo lo que existe. Las Santas Escrituras no hacen aspaviento en la descripción de la creación, en  un modo sencillo y con palabras que todos pueden entender. Para todos los verdaderos creyentes, la Biblia contiene la verdad acerca del origen del universo y la vida, y nos lo presenta con sencillez y precisión:
1.      En el primer día, Dios separó la luz de las tinieblas (creación del universo, del día y la noche).
2.      En el segundo día, separó la expansión de las aguas (creación de la atmósfera).
3.      En el tercer día, separó lo seco de las aguas (creación de la tierra seca y los mares) y creó las plantas.
4.      En el cuarto día, hizo el sol, la luna y las estrellas (creación de los astros).
5.      En el quinto día, creó los peces y animales acuáticos, y todas las aves (primeros seres vivos).
6.      En el sexto día, hizo todos los animales terrestres y culminó su obra con la creación del ser humano, formado a su imagen y semejanza.
7.      Al séptimo día, Dios terminó su trabajo creador y descansó.
El  Creador.
            El primer versículo de las Santas Escrituras es taxativo y no deja a lugar a dudas: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Dios creó todo lo que nos rodea en la naturaleza, las estrellas en los cielos, los sistemas solares, absolutamente todo: desde los más macro hasta lo más microscópico.
            Tal como declara la doctrina de la Trinidad que Dios  está formado por tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo; y ella se encontraba  trabajando en forma completa  en el momento de la creación.

Trinidad.
                Es evidente que ninguna ser  de la Creación de Dios, sea  humano o ángel,  es creativo en el mismo sentido en que Dios es creativo, obteniendo los materiales de la nada y entregar vida. Esta palabra “Dios”, que el hebreo corresponde a la palabra Elohim, es usada para representar la fortaleza, el poder y la Deidad suprema, indicando al mismo tiempo (por la forma plural de la misma) la plenitud de su Poder.  El hecho que la sola expresión “Elohim” identifica al creador, y refuta los siguientes pensamientos heréticos:
1.      Ateísmo, por que expresamente se indica un creador, realizado por la voluntad de una Persona y no por generación espontánea.
2.      Politeísmo, porque la palabra bara’, que se traduce por crear, está en singular y no en plural.
3.      En relación al Panteísmo, lo refuta completamente porque Dios es mostrado como creando y planeando el universo, por lo cual es diferente a Su creación.
            La palabra hebrea para crear (bara’) siempre tiene a Dios como el sujeto del verbo (Ver Juan 1:1). Esta palabra se usa para la obra de creación de Dios y también se usa para indicar que Dios haría algo inusual y sin precedentes.
            De los milagros y el cumplimiento de profe-cías en los días de Isaías, cuando los sucesos mostraron la absurdidad y debilidad de la confianza de la gente en los ídolos, Dios dijo: “Te he hecho oír cosas nuevas…Ahora han sido creadas, no en días pasados” (Isaías 48:6,7). Entonces aun en el primer capítulo de Génesis, la palabra “crear” se usa sólo de hechos completamente nuevos y sin precedentes de Dios; es decir, de la creación de los cielos y de la tierra en el principio, de la creación del primer animal del mar (1:21), y del varón y la mujer a la imagen de Dios (1:27).  Otras veces la palabra “hacer” (hebreo, ‘asah) fue usada. La palabra crear (bara’) entonces enfatiza que solo Dios es el Creador, y su actos de creación son únicos y sin precedentes.
            Otros pasajes  de  las Escrituras nos dicen que Dios creó todo: Job 9:8; Job 26:36; Job 37:18; Salmos 8:3-8; Salmos 102:25; Proverbios 3:19; Proverbios 8:27-28; Isaías 37:16; Isaías 42:5

a)      El Padre.
            La doctrina acerca del Padre declara que Él es el Padre de todo lo creado, es decir, el tiene la paternidad de cada ser o cosa que exista en la creación, de lo visible e invisible. Vemos que en Job que a los ángeles se les denomina hijos de Dios (Job 1:6; 2:1; 38:7). Pablo en su discurso declaró  que el hombre es linaje de Dios (Hechos 17:29), puesto que  Él es  autor intelectual de la formación del hombre (por decirlo de un modo simple) y de todo lo que existe.  Lo anterior, Pablo, escribiendo a los Efesios, lo describe del siguiente modo: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:14-15).  Además el autor de Hebreos habla del “Padre de los espíritu”, entendiendo por espíritu todo ser que lo es y que lo lleva, es decir, los ángeles y los seres humanos.
            Concluimos que “para nosotros,  sin embargo,  sólo hay un Dios,  el Padre,  del cual proceden todas las cosas,  y nosotros somos para él” (1 Corintios 8:6).
b)     El Señor Jesucristo.
            Si Seguimos escudriñando las escrituras,  en Evangelio de Juan 1:3, nos declara que fue todo hecho por el Señor Jesucristo., que Él es el autor de todas las cosas existentes, sean visibles  y que todo fue creado para Él (Colosenses 1.16)
            Es más,  Juan 1:1 es un eco de la obra creadora de Dios de Génesis 1:1. La Palabra “Logos” no solo indica la “Palabra, discurso”,  no solo la palabra hablada, sino la que aun existe en la mente. Al Aplicarla al Universo, toma el sentido del “principio racional” que gobierna todas las cosas.
            En Hebreos 1:10 indica que el Señor es el creador de la tierra y los cielos. El autor está citando  al salmo 102:25, en el cual se indica que Jehová es el creador.  Por tanto, podemos concluir que el autor de hebreos nos está diciendo que el Señor Jesucristo es Jehová.
c)      El Espíritu Santo
            El Espíritu Santo  también llamado el Espíritu de Dios (Mateos 3:16; 12:28; 1ª Corintios 3:16) estaba presente en el momento de la creación y era parte activa en el desarrollo de ésta. En Génesis 1:2, él se está moviendo sobre las aguas revisando lo que ya se había creado.
           
            Leyendo solamente el primer capítulo de Génesis y los otros pasajes solo tendríamos a Elohim (Dios) como creador. Pero al completarse  la revelación con la llegada de los escritos que componen el nuevo testamento, podemos afirmar que las tres personas de  Trinidad estaban activamente actuando en la creación, tal como lo vimos en los puntos anteriores.  De modo que podemos resumir del siguiente modo la participación de las tres personas de la trinidad: El Padre ideó todo, el Hijo lo creó todo, el Espíritu Santo lo organizó todo.

Materiales de Creación.
            Se utiliza en teología la alocución latina “Creatio Ex Nihilo” para expresar la idea que Dios creó todo de la nada, que no utilizó ningún material preexistente. En el primer versículo de Génesis podemos visualizar que no tenía nada para realizar su obra, que no existía nada hasta el momento de crear los “cielos y la Tierra”. Con esto queda claro que la materia no es eterna.
                Creatio ex nihilo es un concepto que ayuda “si entendemos que significa que entidades físicas fueron creadas de los recursos no físicos de la omnipotencia de Dios. Técnicamente, la expresión es aplicable solamente a la creación de sustancias inorgánicas, porque Dios sí empleó materiales inorgánicos previamente creados al formar los cuerpos de las cosas vivientes”.
            En cambio desde que se constituyeron los cielos y la tierra, todo lo creado surge de materiales existentes como son el mar  y la tierra (como elemento) para  que surgiesen las distintas especies de vegetas, árboles, aves, peces, animales, reptiles, y el hombre (ser humano).

Motivos de la Creación.
                Respecto a la revelación general, el Salmo 19:1-4 declara: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras.” En Salmos 8:1, indica: “¡Oh Jehová,  Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos…” Según estas escrituras, la existencia y el poder de Dios pueden ser vistos claramente al observar el universo. El orden, la complejidad, y la maravilla de la creación hablan de la existencia de un Creador poderoso y glorioso.
            Sólo al levantar la vista  hacia el cielo y ver las estrellas  titilando en inmenso manto negro; al mirar el verdor de los valles después de una lluvia; al contemplar los desiertos y ver la vida que surge en ese inhóspito lugar. Al ver como todo cumple perfectamente los ciclos y leyes establecidas, no podemos dejar de admirarnos  cuan perfecto es lo que Dios ha establecido. No podemos más que admirar la obra de sus manos y la gloria que ha puesto en su creación.
            La respuesta corta a la pregunta de “¿Por qué creó Dios toda la creación?” es “Por Su voluntad.” Apocalipsis 4:11 dice, “…porque Tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” Colosenses 1:16 reitera el punto: “….todo fue creado por medio de Él y para Él” (comparar con Hebreos 1:2).  El salmista nos da otra razón para que la creación o la fundación de la tierra se hubiese hecho, Dios en su soberanía lo hizo para que el hombre señorease sobre la naturaleza (Salmos 8:6-7).
            Podemos decir en pocas palabras que Dios tenía un propósito en la Creación. Él creó “para sí mismo” o para su propio placer (Proverbios 16:4; Apocalipsis 4:11) y para su gloria (Isaías 43:7). Él quería que la tierra fuera habitada (Isaías 45:18). Toda la Creación entonces es una expresión de su voluntad y su poder, y le permite revelarse al hombre.

Teorías
“CIENTÍFICAS”
              La humanidad desapegada de todo principio cristiano y Divino ha tratado de buscar explicaciones de todo lo creado debido a la incredulidad y su falta de fe. No es menor el pecado de que quieran a apartar al Autor de la autoría de todas sus creaciones. Para ello han ideado muchas teorías para explicar lo que está mas allá de la mente humana, algunas de ellas con claros visos de credibilidad aparente y otras que solo son causas de imaginaciones desviadas.
          En la historia de las antiguas civilizaciones  existen indicios de la creencia del origen  de todo lo que existen, pero ello no pasa solo por los indicios de realidad que se estaban borrando de sus mentes y ensuciadas con hechos deformes de la realidad verdadera. La mitología de estos pueblos presenta diversas formas de cómo sus dioses crearon todas las cosas. Las diferentes descripciones nos llevan a pensar  que sus ideas las extrajeron de la misma fuente que nuestra creencia, pero que en su apartarse Dios, siguiendo creencias de demonios, las desvirtuaron hasta convertirlas en lo que son: mitología.
          Pero en la actualidad se han ideado teorías complejas para explicar el origen del universo y en todo lo que en el hay. A continuación presentamos algunas de ellas:

a)   Big Bang
          La teoría moderna para describir el origen de todas las cosas es conocida como la Gran Explosión (o Big Bang).  Esta constituye el momento en que de la "nada" emerge toda la materia, es decir, el origen del Universo. La materia, hasta ese momento, es un punto de densidad infinita, que en un momento dado "explota" generando la expansión de la materia en todas las direcciones y creando lo que conocemos como nuestro Universo.
          Inmediatamente después del momento de la "explosión", cada partícula de materia comenzó a alejarse muy rápidamente una de otra, de la misma manera que al inflar un globo éste va ocupando más espacio expandiendo su superficie.
 
b)   Teoría del Estado Estacionario 
          La teoría del estado estacionario surge de la aplicación del llamado principio cosmológico perfecto, el cual sostiene que para cualquier observador el universo debe parecer el mismo en cualquier lugar del espacio. La versión perfecta de este principio incluye el tiempo como variable por lo cual el universo no solamente presenta el mismo aspecto desde cualquier punto sino también en cualquier instante de tiempo siendo sus propiedades generales constantes tanto en el espacio como en el tiempo.

“CRISTIANAS”
            El “cristianismo” no ha querido quedar fuera de esta ola de teorías  para explicar la creación y la naturaleza. Para ello ha entrado al mismo nivel que el mundo al tratar de sincretizar las creencias de la fe cristiana con las definidas por la ciencia. Al tratar de  hacer esta mixtura de creencias se está mezclando el  teísmo con el ateísmo. En vez de llevar la lucha de creencias a nuestro nivel, se ha descendido a luchar con el mundo con las armas que el mundo incrédulo esta peleando.
            En esta elucubración de teorías para apoyar lo que la ciencia “no creyente” intenta formular para apartarse de Dios, destacados creyentes las han apoyado y difundido, creando más mal que bien.
            A continuación mostraremos algunas teorías expuestas para explicar el origen y tratar de adaptar lo que la Biblia dice:

a)      Teoría Literaria.

          Se afirma que Génesis 1 no describe literalmente el proceso de la creación, más bien, es una revelación divina que Dios ha adaptado a la situación y el entendimiento humano. Esta revelación divina se manifiesta por medio de la estructura de una semana común. Dado que Génesis 1 revela eventos en los que ningún ser humano estuvo presente, no debe ser interpretado como el testimonio de una persona o como una declaración científica (Berkhof).

b)     Creacionismo Progresivo
          Creacionistas Progresivos toman otro enfoque. ¿Cómo ellos insertan billones de años en la Biblia? Ellos cambian el significado de "día" en el relato de la creación  a un largo e indefinido período de tiempo (quizás cientos de millones de años cada uno).
          No todos los Creacionistas progresivos están de acuerdo. Sus opiniones a menudo dependen de si ellos tienen una inclinación teológicamente liberal, o una inclinación conservativa. Los más liberales tienen una imagen de Dios como que él está haciendo relativamente poco en la forma de actos en sí mismos creativos durante los supuestos billones de años de creación. Dios simplemente se involucra de vez en cuando, para crear nuevas formas de vida. Los Creacionistas Progresivos más conservativos presentan a Dios como haciendo muchos más milagros creativos. Esto es, Dios crea el mundo en numerosas etapas progresivas. Esta es la razón por la que esta creencia es llamada "Creación Progresiva" o "Proceso Creativo."
          Aunque hay poca concordancia difundida entre Creacionistas Progresivos, ellos generalmente creen lo siguiente:
·       El "Gran Estallido" (Big Bang) es interpretado como la forma que Dios usó para producir estrellas y galaxias a través de billones de años de procesos naturales.
·       La Tierra y el Universo tienen billones de años
·       Los días de la Creación fueron períodos traslapados de millones y billones de años. Es decir, que se sucedían a periodos de tiempo indeterminado entre uno a otro día de la creación.
·       Muerte y derramamiento de sangre han existido desde el comienzo de la Creación y no fueron el resultado del pecado de Adán. El hombre fue creado después de que la vasta mayoría de historia terrestre de vida y muerte se ha llevado a cabo.
·       El diluvio de Noé fue local, no global y tuvo poco efecto sobre la geología de la Tierra la cual representa billones de años de historia.
          Es obvio que el Creacionismo Progresivo es una creencia la cual se opone a ambos, al Evolucionismo ateo y al entendimiento de creacionismo bíblico del Cristianismo histórico. Esta enseñanza a menudo presentan sus puntos de vista como siendo basados en una interpretación literal de la Biblia, ellos han sido invitados a hablar en numerosas y prominentes iglesias evangélicas, escuelas y ministerios.
          Hay muchas inconsistencias en la teoría de Creación Progresiva. De acuerdo a muchos estudiosos de las Escrituras, la más dañina de sus enseñanzas es la propuesta de que Adán y Eva fueron creados después de que la mayoría de historia de la tierra se hubo llevado a cabo, incluyendo etapas de muerte entre los animales. Su esquema de tiempo incluye millones de años de desastres mayores presentándose los animales antes de Adán o del pecado, incluyendo enfermedades, hambrunas, destrucción volcánica, huracanes, tornados, impactos de asteroides, de supernovas, etc. Como un resultado, los animales frecuentemente se extinguen los cuales nunca son vistos por el hombre. La creencia que la muerte existió antes de la caída mina la enseñanza clara de la Biblia de que la muerte es el resultado del pecado (1ª Corintios 15:21-22; Romanos 5:12).
          Cualquier teoría la cual coloque a la muerte del hombre o animal antes de la caída de Adán debe ser rechazada.
         
c)      Teoría de la Brecha.
            La teoría de la brecha o Lapso intermedio (también llamada teoría de ruina-reconstrucción y teoría de restitución)  fue otro intento significativo de algunos teólogos Cristianos por reconciliar la escala de tiempo de la historia del mundo encontrada en Génesis con la creencia popular según la cual los geólogos han provisto evidencia 'innegable' de que el mundo es extremadamente antiguo (miles de millones de años). La Geología  llegó a la categoría de ciencia a principio del siglo diecinueve.
            Esta Teoría fue popularizada primero por Thomas Chalmers, de Escocia, en 1814, fue elaborada por George H. Pember. Fue incorporada a las notas de la Biblia anotada por Scofield (1909), y defendida por, entre otros, Darby, Eric Sauer y Arthur C. Custance.
La Teoría de La Brecha es teológicamente una teoría con un punto de vista más conservativo. La propuesta básica de la Teoría de la Brecha es que hay una posible brecha de millones (o posiblemente billones) de años entre Génesis 1:1 y 1:2.  Hay muchas versiones diferentes acerca de lo que supuestamente ocurrió en este tiempo de la 'brecha'. La mayoría de las versiones de la teoría de la 'brecha' ponen millones de años de tiempo geológico (incluyendo miles de millones de animales fósiles) entre los dos primeros versículos del Génesis. Esta es la versión 'ruina-reconstrucción' de la teoría de la brecha.
Sin embargo, ésta teoría debilita el evangelio, al igual que la anterior, al permitir la muerte, el derramamiento de sangre, la enfermedad y el sufrimiento antes del pecado de Adán. Puesto que la mayoría de los teóricos de la 'ruina-reconstrucción' han aceptado la datación de millones de años para el registro fósil, han permitido por ende que las teorías falibles de los científicos determinen el significado de la Escritura. Esto está en directa contradicción con la enseñanza del Nuevo Testamento (1 Corintios 15:21; Romanos 8:20-22; Romanos 5:12) que declara que el pecado y la muerte entraron en la raza humana y en la Tierra a través del pecado de Adán.
Algunos ubican la caída de Satanás en este supuesto periodo. En el espacio entre los versículos 1 y 2 Satanás se rebeló contra Dios, e introdujo así el pecado en el universo. Así, los fósiles que se encuentran hoy en día provinieron de este juicio sobre la creación original a causa del pecado de Satanás. (El versículo 2 retrata el estado de cosas que resultó de este juicio. Los seis días de la creación, entonces, describen una recreación, restauración, o restitución, no la creación original.) Pero cualquier rebelión de Satanás durante esta brecha de tiempo contradice la descripción que Dios hizo al terminar su Creación en el sexto día cuando dijo que todo era 'bueno en gran manera' (Génesis 1:31). 
El Tiempo de la Creación
            El “principio” de Génesis 1:1 aparentemente se refiere al principio de la creación del mundo. El primer versículo es una declaración absoluta, no una cláusula dependiente relacionada con el versículo 2. Aun así, la declaración no establece el tiempo de la actividad creativa de Dios.
            Muchos creyentes han intentado establecer una cronología histórica de la creación del universo. Entre ellos, uno de los que más destaca es James Ussher, que vivió el siglo XVII,  fijó el primer día de la creación en el 23 de octubre del año 4004 A.C, mientras que similarmente Lightfoot dedujo que la creación comenzó el atardecer próximo al equinoccio de otoño, pero en el año 3929  A. C.  En contraste con ellos  los evolucionistas sugieren 4.500.000.000 A. C.
            Lo anterior es para sugerir que a pesar de todos los intentos, no podremos saber  cuando se inició  la creación, ya que  Dios no quiso dejarnos rastro de ellos porque carece de importancia, de lo contrario sería muy claro establecerlo y sin lugar a dudas.

¿DIAS SOLARES O EDADES?

            Aunque existen estos varios puntos de vista con relación a esta doctrina, la discusión principal se centra en si los días son solares, es decir, de un periodo de veinticuatro horas,  o significan edades de duración, o sea, periodos de tiempo no dimensionables.
Argumentos a favor de días solares
(1)               La palabra “día”, cuando se usa con el adjetivo numérico en el Pentateuco, siempre indica un día solar. ¿Por qué sería Génesis 1:1 una excepción? Ciertamente, esto es el caso en todos los usos de “día” con un adjetivo numeral u ordinal en todo el Antiguo Testamento significa solamente día solar (Génesis 1:5, 8, 13, 23, 31). En los versículos 5, 14, 16, 18 se refiere a un período de luz de día contrastado con la noche.
(2)               La frase calificativa “tarde y mañana” con relación a cada uno de los seis días de creación respalda el significado de los días como períodos de veinticuatro horas. Estas palabras que aparecen cada una, más de 100 veces en el Antiguo Testamento, nunca se usan para designar alguna otra cosa que una tarde literal y una mañana literal, que termina o inicia un día solar. Note la frase en Daniel 8:26 referente a días solares.
(3)               Éxodo 20:11 y 31:17 declaran que Dios hizo todo en seis días, que descansó en el séptimo, y que este patrón sirve como la base del ciclo semanal del hombre. En ambos pasajes estas son las palabras que Dios le habló directamente a Moisés.
Argumentos a favor de días-edades
(1)               La palabra “día” se refiere algunas veces a un período más largo e indefinido de tiempo. Por ejemplo,  en Génesis 2:4 se refiere a un período creativo entero; en Job 20:28 al tiempo de la ira de Dios; y en el Salmo 20:1 a un día o tiempo de problemas. El plural algunas veces se usa en el sentido de “en el tiempo de” (Génesis 26:18). El argumento se enfoca especialmente en 2:4 que parece indicar que Dios hizo Su obra de creación en un período no específico pero largo de tiempo; ciertamente más largo que seis días solares. Pero el argumento falla ya que reconoce que “en el día que” es simplemente un vívido modismo hebreo para expresar “en el tiempo que”. No hay artículo antes de la palabra día —en un día, en el tiempo.
(2)               Puesto que el sol no fue creado hasta el cuarto día, podemos suponer que los primeros tres días fueron de un período indefinido de tiempo.
(3)               El séptimo día, en el cual descansó Dios, era más largo que veinticuatro horas; por lo tanto, también lo fueron los primeros seis días. El uso del descanso de Dios en Hebreos 4 corrobora esta conclusión. También, Pedro dice que para el Señor un día es como mil años (2 Pedro 3:8).
Antes de aceptar la conclusión, observe lo siguiente:
            Aunque el “descanso” de la vida cristiana en Hebreos 4 es asemejado al descanso satisfaciente del séptimo día de la semana de creación, en ningún lugar sugiere el autor de hebreos que el séptimo día para Dios fuera diferente de un día de la misma duración de los otros seis días de la semana de creación. Si fueron edades, todos fueron edades; si días, todos fueron días. Pero estrictamente hablando, hebreos no dice otra cosa sino que Dios descansó en el séptimo día. Dice que El descansó, no que El descansa. Por supuesto, Pedro no dice que un día es mil años, más de lo que diría que mil años es un día. ¡Si este pasaje se puede usar para demostrar que los “días” de Génesis eran miles (millones) de años, también pudiera demostrar que los supuestos miles (millones) de años empleados en la creación en realidad solamente fueron días!
A modo de conclusión:
            Exegéticamente, el problema de demostrarlo recae en aquellos que quieren entender los días de Génesis 1 como edades. La interpretación normal de ese pasaje, el uso de la palabra día con números, la frase que la acompaña, “tarde y mañana”, y los dos pasajes en Éxodo, constituyen fuerte evidencia del texto bíblico mismo de que los días eran días solares. Si Dios hubiera querido comunicar la idea de días solares, ¿cómo lo pudiera haber dicho en forma más clara?
CONCLUSIÓN
            Un hermano expresó la siguiente conclusión a tener en cuenta: “Cualquier acto de creación necesariamente llevará consigo la apariencia de historia. Aun si Dios originalmente creó sólo las más simples formas (si aceptamos la teoría de la evolución), ellas necesariamente hubieran tenido cierta apariencia de historia. La primera fuente de luz, los mares, la primera vegetación (aun si fueran solamente las semillas), el sol y la luna, las criaturas, y Adán y Eva todos tuvieron la apariencia de historia cuando aparecieron. Esto es normal en los milagros. Varios de los milagros de nuestro Señor se asemejaban a la historia. El vino hecho de agua en Caná tenía la apariencia de haber pasado por los procesos naturales que requieren en hacer el vino, pero, de hecho, no había pasado por los mismos, sino que del agua pasó a ser vino (Juan 2:1–11). La comida que alimentó a 5.000  o los 4.000 en las ocasiones que lo hizo, tenía la apariencia de haber sido, plantada, cultivada y cosechada, cuando en realidad no tenía tal historia cronológica. El hecho de que Dios ha creado con la apariencia de historia en el pasado es irrefutable. La evaluación propia de Dios en cuanto a Su obra creativa fue que era buena. Los milagros de Cristo fueron hechos para demostrar Su gloria (Juan 2:11). La bondad y la gloria no dejan lugar para el engaño”.
Puntos a considerar propuestos por Ryrie.
(1)               Hubo una creación real, objetiva, histórica y sobrenatural de los cielos, la tierra, y el hombre por Dios. El negar, ajustar, o comprometer esto por arrojar dudas sobre la confiabilidad del Génesis no anula verdad, porque la actividad original creativa de Dios se menciona en otras partes de la Biblia (Éxodo 20:11; 31:17; 1 Crónicas 1:1; Job 38:4–7; Mateo 19:4–5; 1 Corintios 11:7–8). Si Génesis no es confiable, tampoco lo son las otras partes de la Biblia.
(2)               Una creación original anterior a 1:1 pudiera ser posible, pero me parece improbable. Si la hubo, y si tuvo vida vegetal y animal, entonces los fósiles pudieran haber venido de ese período.
(3)               El concepto de un lapso entre los versículos 1 y 2 no tiene buen apoyo exegético.
(4)               Tampoco tiene suficiente evidencia el de “edad-día” en el capítulo 1 para que se acepte. Allí se indican días solares. El versículo 3 registra el principio de los eventos en el primer día (como consecuencia de la frase “Y dijo Dios: ’Sea…”’ la cual también aparece al principio de los días subsiguientes). Esto significa que no sabemos cuánto tiempo duró la condición desordenada y vacía de la tierra, que hallamos en el versículo 2, antes que empezasen los días. Pero, ya fuera prolongada o breve, esa condición no implicó vida vegetal, animal, humana o pre adámica (Mateo 19:4; 1 Corintios 15:45). Así que, la tierra desordenada original pudiera haber sido antigua, pero la tierra ordenada, con vegetación, animales, y el hombre, todos los cuales fueron creados durante los seis días de la creación, no pueden ser más antiguos que lo que permiten los días solares y las tablas genealógicas.
            Definitivamente, tenemos que creer lo que Dios ha revelado acerca de la creación. Ningún ser humano estuvo presente cuando ocurrió. Pero la revelación le fue dada por Dios, que es íntegro, a Moisés, un escritor educado y confiable. Aunque no se dan todos los detalles en el relato, muchos hechos sí se incluyen, y deben ser interpretados en la misma forma en que lo son las otras Escrituras. Además, tal como ya se ha dicho arriba, las verdades reveladas en Génesis son atestiguadas en otras partes de la Biblia y por nuestro Señor.

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