domingo, 2 de septiembre de 2012

La seguridad del creyente


ESTUDIO BIBLICO: "EXAMINADLO TODO RETENED LO BUENO"
1 Juan 5:9-13; Hebreos 6:13-20

TEXTO: Lleguémonos... en ple­na certidumbre de fe" (Hebreos 10:22). "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida" (1ª Juan 3:14).
DOCTRINA: Dios no nos dejaría en duda toda nuestra vida acerca de nuestra Salvación. Eterna; más bien nos asegura que aquellos que verdadera­mente han aceptado a Cristo tienen en El, Vida Eterna y jamás perecerán. No solamente que tienen vida eterna ahora, sino que perseverarán y continuarán hasta el fin.

SIETE PUNTOS:
1. "El que cree en el Hijo, tiene vi­da eterna" (Juan 3:36). Es una posesión presente, el Don de Dios (Romanos 6:23) y de Cristo el Buen Pastor (Juan 10: 28). Es una vida que es eternal, que nunca muere ni termina en principio, asegura un futuro bendito y es el don más precioso de Dios.
2.    "Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios" (Romanos 8:16). Cada creyente verdadero recibe el Espíritu, y una de sus primeras obras en nosotros es testificar de nuestra adopción.
3.   La Vida Eterna se manifiesta en nosotros en varias maneras. La vida ver­dadera siempre se mueve y se desplie­ga. Igualmente la Vida Eterna es vista en nosotros en vidas cambiadas. 1ª Juan es escrito especialmente para enseñar­nos esta. Véase en aquella epístola las evidencias por las cuales sabemos que tenemos vida (1ª Juan 2:4, 29; 3:6-10, 14, 24; 4:3, 7, 13; 5:1-5, 9-13, 18).
4.    Aquellos que han recibido este don de Vida Eterna se dice que son "lla­mados y escogidos" de Dios. Se dice que "han sido dados a Cristo por Dios (siete veces en Juan 17 — "Los que me dis­te").
Debemos estar seguros que esta­mos entre ellos (2 Pedro 1:10). Esto hacemos andando diligentemente como hijos de Luz. Todo en nuestras vidas debe demostrar que lo somos.
5.   La Seguridad completa es vista por tres evidencias.
a.   La Palabra de Dios, la cual nos asegura que aquel que tiene al Hijo tie­ne vida, y jamás perecerá.
b.  El Espíritu de Dios, el cual testi­fica con nuestros espíritus que somos de Cristo.
c.   La Vida Cambiada, la cual de­muestra a todos alrededor, y asegura a nuestros propios corazones, que somos de los "llamados y escogidos de Dios".
      6. Aquellos de quienes estas cosas son ciertas perseverarán hasta el fin. Es­to es conocido como la doctrina de la Perseverancia Final. Es negada por al­gunos creyentes, pero parece ser ense­ñada claramente en Juan 6:37-40; 10:27-30: Romanos 8:29-39; 1ª Juan 2:19; y muchos otros pasajes.
Pablo fue persuadido de esto en Fil.1:6.
7. Para decir "yo sé que soy salvo", (más correctamente "tengo vida eter­na") se necesita gran humildad, y no debe decirse sin que se tenga la mejor evidencia, y nuestro cuidado diario de­be ser, manifestar la vida de manera que sea evidente a todos los que nos co­nocen que es cierto.

ILUSTRACIONES:
El Naufragio en Hechos 27 es una ilustración de la seguridad de la Salva­ción (véase vs. 22-26), sin embargo de responsabilidad en v. 31. Todos fueron salvos (v. 44).

Sendas de Luz – Febrero – Marzo 1976

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