sábado, 1 de diciembre de 2012

¿Música sagrada o contaminación sonora?


Algunos dicen que la música es neutra, que es la letra lo que puede ser inaceptable. Otros dicen: «No, la música puede ser también mundana y ciertos tipos de música pueden despertar el animal en una persona.»
En cualquiera de ambos casos, debemos admitir que la música re­ligiosa en una cultura no siempre se considera apropiada en otra cul­tura. También, la música de la Iglesia en una era podría ser conside­rada muy inapropiada por los cristianos en otra era.
Debemos reconocer también que algunas partituras musicales que son apropiadas para su uso en el hogar no son necesariamente apropiadas para su uso en la iglesia. Y es verdad que algunos jóvenes cristianos sinceros usan a menudo formas contemporáneas de música en un esfuerzo por atraer a los inconversos, y que después lo siguen con una clara presenta­ción del evangelio. Algunos que jamás ha-bían testificado de Cristo usan ahora la música como una forma de testificar abiertamente del Señor.
Al evaluar la música cristiana, hay cuatro asuntos que debemos considerar.
a)      La partitura musical
1.   ¿Es culturalmente aceptable como música religiosa en el lugar y época en que se emplea?
2.   ¿Se ajusta a las palabras? ¿Es el mejor vehículo para el mensaje?
3.   ¿Imita al mundo?
4.   ¿Es melodiosa o sólo rítmica?
b)      La letra
1.    ¿Es doctrinalmente sana?
2.    ¿Es reverente?
3.    ¿Es edificante? ¿Promueve la santidad?
4.    ¿Exalta a Cristo?
5.    ¿Es de valor temporal o durará?
c)      El ejecutante
1.   ¿Es una presentación teatral?
2.   ¿Es el cantante decoroso en vestido y conducta?
3.   ¿Tiene un buen testimonio?
4.   ¿Usa lenguaje corporal?
5.   ¿Es el motivo entretener o inspirar?
6.   ¿Es el motivo atraer la atención a sí mismo o al Señor?
7.   ¿Está la presentación manchada de comercialismo?
8.   ¿Promueve la piedad con sus cánticos?
9.   ¿Invierte una cantidad excesiva de tiempo y dinero en música?
d)     Los oyentes
1.   ¿Es un ambiente mundano?
2.   ¿Se sentiría cómodo el Señor allí?

            Dada la variedad de los gustos musicales de los cristianos, no po­demos esperar que lleguemos a ninguna medida de acuerdo. Pero esperamos que las preguntas anteriores den una guía para ayudar­nos a tomar decisiones inteligentes.
            En lugar de remedar al mundo con su música sensacional, sería bueno que los artistas cristianos desarrollasen nuevas formas musi­cales que hiciesen justicia a los excelsos y majestuosos temas de la fe.

 Del Libro “El Mandamiento Olvidado: Sed Santo”, Capítulo 33.

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