Moradas
Siempre
se ha entendido que la palabra “moradas” significa el lugar donde habita regularmente
una persona. El Señor Jesucristo no tenía una morada aquí en la tierra. Él
mismo dijo: “Las zorras tienen
guaridas, y las aves del cielo
nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene
dónde recostar su cabeza” (Mateo 8:20) y Pablo, quien imitaba a su Señor,
declaraba que “no tenemos morada
fija” (1 Corintios 4:11). Por tanto,
ninguno de los creyentes tiene una morada aquí en la tierra, pues la que
corresponde al Hijo de Dios está en los cielos (cf. Juan 14:2; 17:5), por lo tanto,
a los hijos adoptados por causa de haber creído en la obra del Señor
Jesucristo, también le corresponde estar allá: esa es nuestra verdadera morada
(2ª Corintios 5:1).
De igual modo, la morada de los
“ángeles escogidos” se encuentra en el cielo, al servicio de Dios. Mediante el uso de la frase "los ángeles que están en el
cielo" (Marcos 13:32) Cristo afirma definitivamente que los ángeles
habitan las esferas celestiales. Pablo expresa
que aun si viniese “un ángel del cielo” (Gá. 1:8) o de las moradas celestiales con un evangelio diferente, no debemos
creerlo. Otra expresión que se usa para dar idea de las moradas es la
expresada por Pablo a los de Éfeso: “Toda la familia en los cielos y en la
tierra” (Efesios. 3:15).
Tenemos otra expresión
al hogar celestial en la oración modelo que el Señor enseñó: “Hágase tu
voluntad, como en el cielo…” (Mateo 6:10). En el hebreo, el vocablo el cielo
está en el plural, o sea los cielos. La Biblia habla de tres cielos, siendo
tercero, el cielo de los cielos, la misma morada de Dios y donde ha estado
eternamente Su trono.
El Modelo del Tabernáculo de Moisés (Hebreos
8:5) es una imagen del modelo que se mostró en monte cuando estuvo cuarenta
días (Éxodo 25:40). De acuerdo al escritor de hebreos, el diseño del
Tabernáculo compuesto por el Atrio, el Lugar Santo y Santísimo nos habla del cielo (hebreos 4:14; 9:24).
En los lugares
celestiales, según la Epístola a los Efesios (6:12), están los principados y
potestades, una compañía de innumerables ángeles. Sus moradas están en esos
lugares celestiales. El Dios que los creó, que los hizo espíritus apropiándoles
cuerpos conforme a sus naturalezas espirituales, tiene que haberles dado
también sus habitaciones.
También es
significativo, y no sin razón, que la frase "los ejércitos del cielo"
quiere decir tanto las estrellas y los ejércitos angélicos. "Jehová de los
ejércitos" también tiene ese significado doble, porque Él es Señor de las
estrellas y Señor de los ángeles (Gen 2:1; Deuteronomio 4:19; 17:3; 2 Reyes
17:16; 21:3,5; Nehemías 9:6; Sal 33:6).
Ministerio de los Ángeles
Existen 273 referencias
a los ángeles en la Biblia y son en gran manera son narraciones de su actividad
a raíz de un mandato divino o en el apoyo de los creyente, y en ellas se revela
un amplio campo de hechos notables. Lo más importante no es su relación con los
habitantes terrestres, sino su servicio a Dios (Apocalipsis 4:8; Isaías. 6:3;
Salmo 103:20; 148:1,2).
La humildad de los ángeles es sugerida por su manera de
cubrirse los pies (Isaías 6:2) ante la presencia divina.
Para
los ángeles, el nacimiento, la vida, la resurrección y la ascensión de Cristo
era una realidad estupenda. No es cosa de poca consecuencia que Cristo mostrar que estaba en la tierra y “fuese
visto de los ángeles” (1ª Timoteo 3:16).
Encontramos la siguiente paradoja
con respecto a los ángeles y a los hombres que debemos tener en cuenta en
nuestra vida de creyentes. Esta es: en el Antiguo Testamento a veces se les
denomina a los Ángeles como “hijos de Dios”, mientras que los hombres son
llamados siervo de Dios; y en el Nuevo Testamento esto se ve al revés: los
ángeles son los siervos y los cristianos son los hijos de Dios.
¿Por qué?
En el Antiguo Testamento
el hombre se ocupa con bendiciones terrenales y el ángel es siempre superior a
ellos; mientras que en el Nuevo
Testamento, la Iglesia es celestial, porque el creyente es constituido en hijo
de Dios por obra del Señor Jesucristo, y así los ángeles son inferiores con
relación a los santos, cuyo estado final es de exaltación en Cristo. Ponemos el siguiente ejemplo: es como un
príncipe de cuatro años; es menor casi en todo sentido a los ministros de estado, menos en ser hijo del rey y potentado
futuro (1 Corintios 6.3).
Básica y esencialmente los
ángeles buenos son siervos (Hebreos. 1:1-14). Dios los manda para servicio o
ayuda (gr. diakonian) a los creyentes, y al servir así los ángeles funcionan
como los mensajeros sacerdotales (gr. leitourgika pneumatata) en el
templo-universo de Dios.
Realicemos un listado
con los ministerios que realizan los ángeles:
a)
Con relación a Dios
El ministerio principal de los ángeles es adorarlo y
alabarlo a El.
·
Lo alaban (Salmo 148:1–2; Isaías 6:3)
·
Lo adoran (Hebreos 1:6;
Apocalipsis 5:8–13)
·
Se regocijan en lo que El
hace (Job 38:6–7)
·
Le sirven (Salmo 103:20;
Apocalipsis 22:9)
·
Se presentan delante de El
(Job 1:6; 2:1)
·
Son instrumentos de los
juicios de Dios (Apocalipsis 7:1; 8:2)
b) Con relación a nuevas épocas.
Los ángeles parecen estar más activos de lo común
cuando Dios instituye una nueva época en el curso de la historia.
·
Ellos se unieron en alabanza cuando la tierra fue
creada (Job 38:6–7)
·
Ellos participaron en la data de la ley Mosaica
(Gálatas 3:19; Hebreos 2:2)
·
Ellos estuvieron activos en el primer advenimiento de
Cristo (Mateo 1:20; 4:11)
·
Ellos estuvieron activos durante los primeros años de
la iglesia (Hechos 8:26; 10:3, 7; 12:11)
·
Ellos tomarán parte en los eventos concernientes al
segundo advenimiento de Cristo (Mateo 25:31; 1 Tesalonicenses 4:1)
c)
Los Ángeles en la Vida de Señor Jesucristo
·
La Anunciación de
Juan el Bautista (Lucas 1:5-25)
·
La Anunciación del
nacimiento del Señor (Lucas 1:26-38)
·
El ángel puso el
nombre del Señor (Lucas 1:31; 2:21)
·
Confirma a José el
origen del hijo de María (Mateos 1:20)
·
En el nacimiento
(Lucas 2:8-15)
·
En la huida a
Egipto (Mateos 2:13)
·
En el regreso desde
Egipto (Mateos 2:19-20)
·
En la tentación
(Mateos 4:1-10; Marcos 1:12-13; Lucas 4:1-13)
·
En Servicio (Mateos
4:11b; Marcos 1:13d)
·
Expulsó a los
demonios de personas
·
En su agonía (Lucas
22:43)
·
En su resurrección
(Mateos 28:2-6; Marcos 16:5-8; Lucas 24:4-7;
Juan 20:11-12)
·
En su Asunción
(Hechos 1:10-11)
d) En Su segunda venida del Señor
·
El Rapto. La voz del
arcángel se oirá en el traslado de la iglesia (1 Tesalonicenses 4:16).
·
Ángeles Lo acompañarán en
Su segunda venida (Mateo 25:31; 2 Tesalonicenses 1:7).
·
Juicio. Ángeles separarán
el trigo de la cizaña en Su segunda venida (Mateo 13:39–40).
e) Con relación a las naciones
·
Con relación a la nación de
Israel.
Miguel, el arcángel, especialmente guarda a Israel
(Daniel 12:1).
·
Con relación a otras
naciones
i.
Ángeles velan sobre los gobernantes y las naciones
(4:17) y buscan influenciar a sus líderes humanos (10:21; 11:1).
ii.
Durante los años venideros de la Tribulación, los
ángeles van a participar en la administración de los juicios de Dios
(Apocalipsis 8–9; 16).
f) Con relación a los Injustos.
·
Ángeles anuncian juicios inminentes (Génesis 19:13;
Apocalipsis 16:1).
·
Ángeles infligen juicios sobre ellos (Hechos 12:23;
Apocalipsis 16:1).
·
Ángeles separarán los justos de los injustos (Mateo
13:39–40).
g) Con relación a la Iglesia
i.
Ministerio básico
Básicamente, los ángeles ayudan a los creyentes
(Hebreos 1:14).
ii. Ministerio antecedente
Ángeles han tenido a su cargo comunicar y revelar el
significado de la verdad de lo cual la iglesia se aprovecha hoy en día (Daniel
7:15–27; 8:13–26; 9:20–27; Apocalipsis 1:1; 22:6, 8).
iii. Ministerios específicos
·
Peticiones de oración.
Ellos traen las respuestas a las oraciones (Hechos 12:5–10).
·
Salvación. Ellos ayudan en
ganar a las personas para Cristo (8:26; 10:3).
·
Observación. Ellos observan
el orden, trabajo, y sufrimiento cristiano (1 Corintios 4:9; 11:10; Efesios
3:10; 1 Pedro 1:12).
iv. Ministerios específicos
·
Animo. Ellos dan aliento en
tiempo de peligro (Hechos 27:23–24).
·
Presentes en la muerte.
Ellos cuidan de los justos a la hora de morir (Lucas 16:22).
·
Liberta. Pedro es libertado de
la cárcel (Hechos 12:7–10)
No hay certeza de que
los ángeles continúen funcionando en todas estas maneras a través de las
edades. Pero ellos sí llevaron a cabo estos ministerios y posiblemente
continúan haciéndolo, aunque no estemos conscientes de ellos. Por supuesto,
Dios no está obligado a usar ángeles; Él puede hacer todas estas cosas
directamente. Pero aparentemente escoge emplear el ministerio intermediario de
los ángeles en muchas ocasiones. Somos por cierto un teatro en el cual el
mundo, los hombres, y los ángeles componen el auditorio (1 Corintios 4:9). Hagamos una buena presentación para ellos
tanto como para el Señor delante del cual todas las cosas están desnudas y
abiertas.
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