martes, 1 de octubre de 2013

Los Ángeles: Satanás

9.     Juicios y Destino de Satanás


Satanás desde que pecó ha acarreado Juicio tras Juicio sobre sí, y todos sus actos son condenables, porque su único propósito es suplantar a Dios.  Como creyentes sabemos que el “príncipe de este mundo” es un ser juzgado (Juan 16:11), que lleva sobre sí una condenación y que Dios no dejará de dar la retribución que merecen sus actos. En esta edad no somos nosotros quienes debemos Juzgarlos, ni siquiera los ángeles lo hacen, el juicio es de Dios (Judas 1:9). Pero cuando corresponda, el creyente se le dará la atribución de juzgar a los ángeles. El pasaje de 1 Corintios 6:3 declara: “¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?” En esa oportunidad, en el gran día del Juicio (Judas 1:6; 2 Pedro 2:4),  el creyente dará su conformidad en el juicio de Dios.
La siguiente lista muestra los distintos juicios que se han aplicado y aplicarán a Satanás y sus huestes

A.   Cayó de sus posición original: El primer Juicio que encontramos en la Escritura de que él fue objeto, fue el acto o decreto de expulsión de su posición que se dio cuando pecó (Ezequiel 28:16-17; Apocalipsis 12:4). Este juicio no impidió que él pudiese ir a los lugares celestiales cuando se le permitiese.
B.   Decreto de la derrota final. El siguiente  juicio se encuentra en Génesis 3:14-15.  “Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Aquí queda sentado las bases del dominio sobre los hombres cuando se hace referencia a  “polvo comerás”, porque el hombre fue hecho del polvo; y de quien lo derrotaría en forma definitiva. En esta lucha por la redención del hombre “la simiente” de la mujer  le “herirá en la cabeza”. La victoria fue breve con respecto a la victoria total de la cruz.
C.    La impotencia a consecuencia de la Cruz. La consumación del decreto Divino de la derrota de Satanás comenzó a consumarse con la venida del Hijo de Dios a esta tierra a semejanza de hombre (Filipenses2:5-7; Mateo 1:18-25; Lucas 2:1-21). Se completa el decreto de Dios en la cruz del calvario (Juan 12:31), quedando de este modo  derrotado “al que tenía el imperio de la muerte” (Hebreos 2:14).
D.   Expulsión del cielo. A mitad de la gran tribulación será expulsado del cielo y no tendrá acceso a él por ningún motivo (Apocalipsis 12: 10,13). Antes de esto él podía ir hasta la presencia de Dios (Job 1:6; 2:1) a pesar de la expulsión ocurrida cuando se gestó el primer pecado. Ahora las puertas de acceso, por decirlo de  algún modo, fueron cerradas para él y ya no podrá acusar a los creyentes.
E.    Encadenado en el Abismo. Después de la gran batalla de Armagedón, cuando el Señor regrese en gloria y majestad, será derrotado en la batalla del Armagedón y encadenado en el abismo  por mil años (Apocalipsis 20:1-3); y en este tiempo no podrá a engañar a nadie.
F.    Arrojado al lago de fuego. Posterior a la liberación, este ser derrotado intenta la sublevación de los incrédulos al finalizar el milenio. Este intentó falla y él es derrotado. Posteriormente es arrojado al lago de fuego y azufre al final del Milenio (Apocalipsis. 20:10; Mateo 25:41).

10.Resumen y Conclusión.
            Satanás es un ser creado (no en las condiciones actuales). Fue creado como un ser con cualidades especiales y útiles para el servicio a que estaba predestinado. Pero en su ego engendró el pecado y se reveló ante Dios, queriendo usurpar el lugar de Dios. Desde ese momento es un ser derrotado que interviene en todo lo que Dios hace.  El hecho que es superior al hombre en capacidades y poder, no le teme a nada de lo que el hombre pueda hacerle. Por lo cual, puede hacernos o causarnos serios problemas mientras Dios se lo permita; (¡ay!) pero también nosotros se lo permitimos, con nuestra concupiscencia.
            Es nuestra obligación conocer a nuestro enemigo, por eso es importante el estudio sobre Satanás y sus secuaces. Como seres humanos creyentes NO podemos proferir juicios ahora, pero tendremos la facultad cuando estemos en gloria.
            Recordemos que es un ser derrotado, que la victoria fue de nuestro Señor al pisarle la cabeza. Toda serpiente se le derrota (apresa., domina) por la cabeza, si bien ella por un momento tuvo la victoria, su derrota fue completa con la obra de la cruz y la resurrección del Señor Jesucristo.

            Por último, también Satanás es un agente al servicio de Dios. Es decir, a pesar que el daño que pueda hacer, este se traduce a la postre en bienestar superior, o para nuestra disciplina, teniendo como ejemplos la situación de Job (la muerte de sus hijos, la pérdida de sus bienes y la enfermedad que llevaba en su piel) y Pablo (la falta de visión en sus ojos, véase 2 Corintios 12:7-9). Podríamos poner muchos otros casos, por ejemplo, los enfermos que el Señor sanó, a los endemoniados que libertó, pero lo ya visto es suficiente para nuestra conclusión, y entender como de algo malo puede resultar algo bueno para nuestra vida espiritual y nuestro crecimiento personal.

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