Lea Génesis 16:1-15; 21:1-20
I. TEXTO.
"No
heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre" (Gálatas 4:30).
II. LECCIÓN PRINCIPAL.
Agar la sierva
Egipcia es usada por el Espíritu de Dios para enseñarnos los privilegios de
filiación. Ella era una sierva, por lo tanto su hijo no podía heredar las
promesas de Abraham; estos eran únicamente para los libres. Por lo tanto Isaac,
y no Ismael, debió ser el heredero.
La fe en Cristo
nos hace espiritualmente "Hijos de Abraham" y, siendo libres, heredamos
las promesas en El.
Lecciones muy
sencillas pueden ser enseñadas del trato bondadoso de Dios para con esta
sierva Egipcia.
III. LA HISTORIA RELATADA.
Primera Parte
Gén. 16:1-6.
Sarai, mujer de Abram, no teniendo hijos, le propuso que tomara su sierva
Egipcia, Agar, como mujer. Él lo hace, pero cuando Sarai se da cuenta que
estaba encinta la trató duramente. "Sarai mujer de Abram no le daba hijos;
y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar... Y Sarai tomó a Agar...
y la dio por mujer a Abram, y cuando vio que había concebido, miraba con
desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti;. .
. juzgue Jehová entre tú y yo. Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva
está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y. . . Sarai la
afligía."
v. 6. Agar huye. "Ella huyó de su
presencia."
v. 7. El ángel
de Jehová la halló en el desierto. "Y la halló el ángel de Jehová junto a
una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de
Shur."
vv. 8-12. Él le
pide que regrese, y le promete un hijo. "Agar, sierva de Sarai. . . ¿a
dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. Y le dijo,
Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa. . . Multiplicaré tanto tu descendencia...
He aquí que has concebido, y dará a luz un hijo... Ismael... y él será hombre
fiero; su mano será contra todos."
vv. 13-14. Agar
llama al Señor "Lahai-Roi". "Ella llamó el nombre de Jehová, Tú
eres Dios que ve. . . Por lo cual llamó al pozo: Pozo del
Viviente-que-me-ve" (Beer-lahai-roi) "He aquí está entre Cades y
Bered."
vv. 15-16. Agar
engendra a Ismael. "Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el
nombre del hijo que le dio Agar, Ismael. Era Abram de edad de ochenta y seis
años."
Segunda Parte
Gén. 21:1-8.
Sara concibe un hijo en su vejez, Isaac (Risa); él es circuncidado. El niño es
destetado y celebran con gran banquete. "Visitó Jehová a Sara y dio a
Abram un hijo en su vejez, y llamó Abraham el nombre de su hijo Isaac. Y
circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado. Y
era Abraham de cien años. Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y
cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. Y creció el niño, y fue destetado; e
hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac."
v. 9. Ismael se
burla de Sara y de su hijo. "Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia se
burlaba."
v. 10. Ella le
pide a Abraham echar a Agar y a Ismael. "Por tanto, dijo a Abraham: Echa a
esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta no ha de heredar con Isaac mi
hijo."
vv. 11-12.
Abraham se aflige, pero Dios le dice que haga como Sara ha dicho. "Este
dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. Entonces dijo
Dios a Abraham: No te parezca grave; oye su voz, porque en Isaac te será
llamada descendencia."
v. 13. La
descendencia está "en Isaac", pero también Ismael será una gran
nación. "Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu
descendiente."
Tercera Parte
v. 14. Abraham
despide a Agar y a Ismael. "Abraham. . . la despidió. Y ella salió y
anduvo errante por el desierto de Beerseba."
v. 15. Agar
vaga por el desierto sin agua. "Y le faltó el agua del odre, y echó al
muchacho debajo de un arbusto."
v. 15. Se
sienta a una distancia y llora por su hijo moribundo. "Y se fue y se sentó
enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el
muchacho muera."
v. 17. Dios oye
la voz del muchacho. "Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios
llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque
Dios ha oído la voz del muchacho en donde está."
v. 18. Dios
renueva Su promesa. "Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano,
porque yo haré de él una gran nación."
v. 19. Dios le
abre los ojos a Agar para ver una fuente de agua. "Entonces Dios le abrió los
ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber
al muchacho."
v. 20. El crece
y se convierte en un tirador de arco. "Y Dios estaba con el muchacho; y
creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco."
IV. LA ALEGORIA
DE LA HISTORIA DEL NUEVO TESTAMENTO
"Porque
está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la
libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la
promesa. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el
uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar.
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual,
pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. . . Así que, hermanos,
nosotros como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que había
nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así
también ahora. Más ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo,
porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. De manera,
hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre" (Gálatas 4:
22-31).
V. LA ALEGORÍA
EXPLICADA.
Dios había
prometido a Abraham un hijo. En vez de esperarlo, actuó según la carne, y todo
lo que la carne puede hacer es natural. Sólo Dios puede obrar un milagro, e
Isaac iba a ser milagrosamente dado por Dios. Ahora, todo lo que Abraham obtuvo
de su esfuerzo carnal fue un hijo nacido en esclavitud, a quien Dios rechazó
como heredero de las promesas, y quien se convirtió en un perseguidor del hijo
de la promesa.
Así que el
Apóstol dice que Agar es como el Monte Sinaí, de donde la Ley fue dada.
Si alguien
piensa que puede ser un heredero de Dios, un coheredero con Cristo, con guardar
la Ley, con ir al Sinaí, encontrará que todos sus esfuerzos fracasarán. La ley
engendra la esclavitud, es decir, nunca pone en libertad al hombre de la
maldición ni del poder del pecado. Quien guarda la Ley (esto es, quien confía
en la Ley para su salvación) es todavía un esclavo y carnal, y nunca podrá ser
libre, y así Dios le echa afuera y dice que no podrá ser heredero. Pero deje
que un hombre venga a Cristo y un milagro sucede; se convierte en un hijo de la
promesa y heredero de Dios y co-heredero con Cristo.
Mire en las Dos Tiendas de Campaña.
En la tienda de
Agar hay una esclava y un hijo nacido de la carne. Aquí hay un retrato de lo
mejor que un hombre puede hacer en la carne con guardar la ley. Ellos son
echados afuera.
En la tienda de
Sara está una mujer libre (una princesa) y un hijo nacido milagrosamente por
promesa - un regalo de Dios a aquellos que no tenían esperanza en sí mismos.
Este será un heredero. Este es el hijo de Dios por la fe, un heredero por medio
de la gracia.
VI. OTRAS LECCIONES DE LA HISTORIA.
1. Lo que la Ley no Puede Hacer.
a) No puede
quitar nuestros pecados.
b) No puede
cambiar el corazón.
c) No puede dar
arrepentimiento, ni lo acepta. No conoce la misericordia.
d) No puede
hacernos hijos o herederos.
e) No hace
nada perfecto.
f) Nunca
podrá darnos esperanza.
g) Engendra la
esclavitud y no puede liberarnos. Entre más luchemos para ser libres, más nos
esclavizamos.
h) No puede
dar vida. Produce la muerte.
Por lo tanto, no necesitamos la Ley, sino un
Salvador.
2. Lo que la Fe en Cristo Nos Trae (La Dádiva de
la Gracia).
a) Reconciliación
con Dios.
b) La
remisión de pecados.
c) Regeneración
por el Espíritu.
d) Adopción
como hijos de Dios.
e) Herencia
entre los que son santificados.
f) Libertad
y gozo en el Espíritu Santo.
Deje entonces
de tener esperanza en la carne (sus propios esfuerzos), sino venga, reciba y
confiese al Señor Jesús.
3. La Libertad
de los Niños. ¡Qué diferencia hay entre un hijo y un esclavo en la casa! Uno
puede decir, "Padre". Es libre. Es heredero. Está en su casa.
"No más esclavos sino hijos somos, Que en
un tiempo estuvimos atados en pecado; Porque, Tú, Salvador nos has liberado, Y
Tú eres Señor."
4. "Tú
eres el Dios que ve." Un bello nombre para Dios, "Lahai-roi". El
que me ve. Así llama Agar a Dios. Este es un nombre terrible para el pecador;
para el santo es un nombre de amor y poder. "Los ojos del Señor están en todas
partes contemplando el bien y el mal."
5. El Cuidado
de Dios para con el Esclavo. Aunque Agar e Ismael fueron usados como alegorías
y no participaron como herederos, esto no significa que Dios no los quiso o que
no cuidó de ellos. Él tenía bendiciones para ellos. La falta de privilegio, o
de posición social, o de ventaja natural no significa la pérdida de la
salvación y de todo el amor y la paz y la bendición que trae consigo. Dios ama
al esclavo, al pobre, al perdido; ellos frecuentemente son ricos en fe y
gozosos en Cristo.
6. Perseguidores.
Nadie odia el Evangelio y persigue a los hijos de Dios como el profesante
religioso que confía en guardar la ley, en su religión o en su rectitud.
Los Fariseos
(esos gran "guardianes de la ley") fueron los principales oponentes
del Señor. Saúl, el Fariseo, "ante la ley sin culpa", persiguió a
los santos hasta la muerte. El Papado, que ha buscado reducir al Cristianismo a
un sistema legal, está "embriagado con la sangre de los santos."
7. Los
Ismaelitas, de quien provino el falso profeta Mahoma, los Sarracenos y los
turcos, están entre los enemigos más feroces de la Cruz. Si Abraham no hubiera
actuado en la carne, la Iglesia no tendría este perseguidor por todos los
siglos.
APLICACION.
¿Somos hijos o
esclavos?
¿Confiamos en
la Ley y nuestros esfuerzos en la carne, o hemos sido hallados en Cristo, hijos
de gracia y herederos de las promesas, coherederos con Cristo?
Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos
en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No
os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta - Romanos 12:1, 2.
Verdades Bíblicas Noviembre – Diciembre 1975, Nº
323-324
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