lunes, 7 de octubre de 2019

LA MORADA DEL ESPÍRITU SANTO: ¿EN LA CRISTIANDAD O EN LA IGLESIA?


Pregunta: «Me parece que algunos cristianos sostienen que el Espíritu Santo mora en la Cristiandad. Ahora bien, yo siempre pensé... que el Espíritu Santo mora exclusivamente en la Iglesia. Me alegraría tanto si usted me presentara sus pensamientos acerca de esto, etc.»

Respuesta: Yo pienso que una correcta comprensión de la diferencia entre la Iglesia como el "Cuerpo de Cristo" (Efesios 1: 22, 23), en la cual los creyentes son bautizados por el Espíritu Santo (1ª. Corintios 12:13), y son unidos así a Cristo, exaltado y glorificado en el cielo (1ª. Corintios 6:17), y la Casa de Dios, "morada de Dios en el Espíritu (Efesios 2: 21, 22), en el mundo, hará que el asunto en su pregunta sea sencillo y claro.
Cuando Cristo fue glorificado como Hombre al cielo, el Espíritu Santo (no dado previamente, "Esto empero lo dijo respecto del Espíritu, que los que creían en él habían de recibir; pues el Espíritu Santo no había sido dado todavía, por cuanto Jesús no había sido aún glorificado." Juan 7:39 - VM), descendió del cielo y asumió Su morada en y con los santos, en el día de Pentecostés, como casa De Dios. (Hechos 2). La Iglesia así comenzada, y establecida como testigo de Dios y habitada por Su Espíritu, es llamada "la casa de Dios (la cual es la iglesia del Dios vivo) columna y apoyo de la verdad." (1ª. Timoteo 3:15 – VM). Esta "casa" fue una cosa coexistente, al descender el Espíritu Santo, con el "Cuerpo", su otro aspecto, y fue la cosa verdadera que Dios mismo formó conjuntamente de manera adecuada.; en la que un miembro era un miembro vivo, y en unión con Cristo la Cabeza, por el Espíritu Santo. Pero encontramos que después de ser establecida, los hombres comenzaron a edificar sobre el fundamento, madera, heno, hojarasca; así como también oro, plata, piedras preciosas, etc. (1ª. Corintios 3), y como una consecuencia, la Casa, tal como el hombre la edificó, comenzó a asumir grandes proporciones, y se volvió enteramente desproporcionada al Cuerpo, la cosa verdadera. Pero, aun así, el Espíritu Santo no salió de la Casa, y esta Casa todavía fue, en la medida que fue la responsabilidad del hombre, "edificio de Dios." "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (1ª. Corintios 3: 9, 17); es decir,  los edificados juntos eran, colectivamente, un templo; un pensamiento bastante diferente del cuerpo del creyente siendo el templo del Espíritu Santo, como en 1ª. Corintios 6:19. La Casa de Dios pronto se convirtió en aquello de lo que el apóstol habla en 2ª. Timoteo 2: 19-21, y que él compara con una "casa grande" conteniendo vasos (personas) para honra, y otros para deshonra (VM); un estado de cosas bastante diferente de su estado primitivo, y que caracterizó a la Cristiandad desde entonces; y en el cual comenzó ya el juicio. (1ª. Pedro 4:17).
Por una parte, El Espíritu Santo en primera instancia, bautiza a todos los creyentes en un Cuerpo ("Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu", Efesios 4:4 – LBLA), uniéndolos a Cristo como la Cabeza, por una parte; y, por la otra, Dios habita entre ellos como una morada en el Espíritu. Él mora en una Casa" o 'habitación' aquí en la tierra, y todos los que profesan el nombre De Cristo son responsables por la presencia del Espíritu Santo; aunque, obviamente, no estén "sellados" como el creyente verdadero, y 'habitados' por Él. De este modo, encontramos a menudo, como el otro día en Italia, una obra notable del Espíritu Santo, allí donde puede no haber habido previamente un solo miembro del "Cuerpo de Cristo."
Una comprensión correcta de la Iglesia como el "Cuerpo de Cristo", compuesto de miembros vivos, y la "Casa", o Iglesia profesante, es la llave a muchas de las enseñanzas de las Epístolas. La palabra «Asamblea» (que es la palabra verdadera dondequiera que encuentre usted la palabra "Iglesia" en la Biblia Inglesa), tiene una doble aplicación. Si miramos a lo alto es el Cuerpo de Cristo — " la iglesia [La Asamblea], la cual es su cuerpo" (Efesios 1: 21-23); si miramos abajo La Asamblea es la Casa (1ª. Timoteo 3:15). La diferencia estriba entre la unión de miembros vivos por el Espíritu Santo a Cristo en el cielo, y Dios habiendo descendido a morar en una habitación en la tierra.
F. G. Patterson

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