lunes, 7 de octubre de 2019

Sobre una cruz





Sobre una cruz, Señor, estás alzado.
Sujeto por los clavos al madero.
Tus manos traspasadas por el hierro
Con que el hombre cruel las ha horadado

Cuantas veces al verte agonizando
Me siento despreciable, pues no muero
Herido de dolor frente al madero
Do estás por mis pecados Tú penando.

¿Qué gracia extraña, pues mis culpas llevas?
¿Qué amor te mueve si soy un perdido?
¿Por qué agonizar por un caído?
¿Por qué en lugar de mí, tu vida entregas?

Tu cruz será Señor la gloria mía,
Mi vida hoy aborrezco por tu vida,
Mi senda he despreciado por tu senda,
Mi gloria personal doy por perdida.

Por socorrerme y asirme de tu mano
Por recorrer contigo mi camino,
Deseo al ser tan solo un peregrino
Sentirme cada día más cercano.

¡Oh, gracia soberana, sé mi astro!
¡Oh, piedad infinita, sé mi guía!
¡Que pueda dar mi vida cada día,
Con una entrega tal cual tú, Maestro!

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