viernes, 13 de mayo de 2011

Doctrina Acerca de la Biblia

1. BIBLIOLOGIA


LA INERRANCIA DE LA BIBLIA


La inerrancia -la ausencia del "error"-, es una cualidad predicada de la Biblia, y esta estrechamente relacionada con su autoridad, y con la inspiración divina. En nuestras asambleas, la inerrancia de la Biblia es un dogma incuestionable.  Por lo cual se entienden las escrituras en sentido literal, estricto y absoluto, vale decir como la ausencia de cualquier tipo de error, anacronismo o incoherencia. El razonamiento es: Dios es el autor de la Biblia, y Dios no puede errar ni conducir al error (es inerrante), en consecuencia, la Biblia no puede contener ningún error. 
El término inerrancia nos da a entender es que Dios fue el superintendente sobre los autores humanos de la Biblia de tal manera que ellos usaron sus personalidades individuales al escribir y al apuntar sin error la revelación de Dios al hombre en las palabras de los manuscritos originales.
“Inerrancia significa que cuando todos los hechos son conocidos, la Escritura en sus manuscritos originales e interpretados con propiedad se demuestra ser totalmente verdadero en todo lo que afirman, sea esto en cuanto a doctrina o moralidad, o con las ciencias sociales, físicas o ciencias de la vida”. Esto se lo puede ver a través de una lectura cuidadosa de los siguientes versículos  de Sal. 119:142: “tu ley es ver- dad”; v. 151 “tus mandamientos son verdad”; v. 160 “tu palabra es verdad”; Prov. 30:5-6 donde cada palabra de Dios ha probado ser verdad; y Jn. 17:17 “tu palabra es verdad”.
El término “verdad” encierra el aspecto fundamental que todos quieren saber: LA BIBLIA NO ES FALSA. En filosofía, el famoso Aristóteles decía: “¿Qué es verdad? Aquello que es, es; y aquello que no es, no es; es verdad”. Esto nos lleva a una conclusión lógica. Si la inerrancia bíblica no se extiende a toda la Biblia queda el individuo con la responsabilidad de decidir cuáles partes la posee y cuáles no la poseen. El resultado de esto llega a ser el subjetivismo.

I.           EVIDENCIAS DE INERRANCIA.
Analicemos las evidencias que la misma escritura nos da de si misma.  En ella encontramos muchos pasajes que nos avalan la veracidad de los hechos narrados en ella.

 

LA EVIDENCIA DE INERRANCIA MATEO 4:1-11

El Señor Jesús aceptó la inspiración plenaria de la Biblia. (Mateo 4:4, citando Deuteronomio 8:3). Cuando Satanás trató de tentar al Señor a que se arrojara del pináculo del templo, asegurándole que él podía confiar en la promesa del Salmo 91:11-12, utilizó la escrituras para ello.

LA EVIDENCIA DEL USO QUE CRISTO HIZO DEL ANTIGUO TESTAMENTO

            Él reconoció que Adán y Eva fueron creados por Dios, que fueron dos seres vivientes (Mateo 19:3-5). Él aceptó como verídica la historia de Jonás y el gran pez (Mateo 12:40) y reconoció la historicidad de Isaías (12:17), Elías (17:11-12), Daniel (24:15), entre otros.

EVIDENCIA DE MATEO 5:17-18

            Cristo no vino a abolir la ley sino que a cumplirla. El Señor dijo que podemos estar seguros de que las promesas del Antiguo Testamento se cumplirán hasta las mismísimas jotas y tildes.

EVIDENCIA DE JUAN 10:31-38

            Los judíos pidieron que Jesús se declarase si él era el Mesías (10:24). Su respuesta fue que Él se atribuyó ser igual a Dios. La Biblia es inspirada verbalmente, y Él dirigió a los judíos a lo que se había escrito.

EVIDENCIA DE MATEO 22:23-33

            Los saduceos creían en la autoridad del Pentateuco. Cristo les enseñó que hay vida después de la muerte (éxodo 3:6). El utilizó el pasaje para rebatir lo que pensaban estaban erróneo: “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob” (Mateo 22:32)

EVIDENCIA DE MATEO 22:41-46

Cristo es el hijo de Dios en cuanto a su humanidad, pero también es el hijo de Dios. (Salmo 110:1). Dando a entender la deidad y la humanidad de Cristo.

LA ACTITUD DE CRISTO HACIA LA BIBLIA

La forma en que las letras se emplean al escribirse las palabras es completamente confiable, y ni una sola promesa se cumplirá diferente de la que está escrita. Cristo enseñó que las escrituras no pueden ser quebrantadas. El Señor construyó argumentos complicado sobre palabras individuales y aun el tiempo de un verbo.

II.            Pasajes “Problemáticos”.
No queremos pasar de este estudio de la doctrina de la Biblia, sin indicar que en ella hay pasajes que son difíciles de explicar, y que el criticismo moderno los utiliza para atacarla e indicar que ella es un libro lleno de errores. Decimos que cada uno de supuestos errores tiene una explicación que aclara el contenido del pasaje. No olvidemos que muchos pasajes son “oscuros” simplemente por que representaban la realidad de la localidad y estos se han perdido en tiempo. Por ejemplo, hasta hace poco no se sabía si había existido la ciudad de “Nínive”, y esto fue así hasta que se descubrieron sus ruinas, confirmando que las escrituras decían la verdad sobre aquella ciudad. Del modo dejamos establecido que a medida que salgan a luz nuevos hechos, se irán confirmando, para el mundo, que la Biblia tiene la razón en todo lo que ella dice. En cambio, para nosotros los creyente, ella siempre habla con la verdad y no existe ningún engaño, por que toda escritura es inspirada por Dios y útil para nuestra edificación (2 Timoteo 3:16).
Lo que a continuación presentamos como ejemplo de pasajes que para el mundo son ejemplos de críticas para atacar las escrituras, han sido tomados del libro “Teología Básica de Charles Ryrie”.

Los “dos relatos” de la creación.

Génesis 1:11–12: la cual afirma que la vegetación apareció en el tercer día, y 2:5 que parece decir que no hubo ninguna vegetación hasta después que Adán fue creado. Primeramente, el capítulo 2 añade detalles al relato de la creación en el capítulo 1, no en contradicción sino en suplementación. Las palabras usadas en el versículo 5 se refieren a la clase de plantas que requieren cultivo, no a toda clase de plantas verdes. Las plantas que requieren cultivo, o no aparecieron hasta que Adán fue creado y él las pudo cultivar, o aparecieron pero no crecieron hasta que Adán fue creado

La esposa de Caín

La Biblia sí enseña claramente que Adán y Eva fueron los primeros seres humanos creados. El Señor afirmó esto en Mateo 19:3–9. La genealogía de Cristo se remonta hasta Adán (Lucas 3:38). Judas 14 identifica a Enoc como el séptimo desde Adán. Esto difícilmente pudiera significar el séptimo desde la “raza humana”, una interpretación que fuese necesaria si, como algunos alegan, Adán no fuese un individuo. Claramente, Caín mató a Abel y aun así nacieron muchas personas. ¿Dónde halló Caín a su esposa?
Es sabido que Adán y Eva tuvieron otros hijos e hijas además de Abel, Caín, y Set (Génesis 5:4), y si solamente hubo una familia original, entonces los primeros matrimonios tuvieron que ser entre hermanos y hermanas. Tales matrimonios no eran dañinos en el principio.

 

Números 25:9

La plaga que siguió a la adoración de Israel de Baal-peor mató a 24.000 personas según Moisés. Aun así Pablo reporta sólo 23.000 muertes en 1 Corintios 10:8. ¿Un error obvio? No necesariamente, porque Pablo limita su cifra de 23.000 a aquellos que fueron matados en un día.
Pero ningún daño se le hace a la doctrina de la inerrancia si consideramos ambas cifras como números redondos. Si es así, entonces la cantidad que murió estaría entre 23.000 y 24.000. Si cualquiera de los dos pasajes declarara que “exactamente” o “solamente” cierto número murió y también no estuviesen de acuerdo, esto constituiría un error evidente. Pero este no es el caso.

¿Quién mató a Goliat? (2 Samuel 21:19; 1 Samuel 17:50)

¿Es cierto que David mató a Goliat o fue otro hombre llamado Elhanán?  (1) ¿Pudiera David haber tenido dos nombres, y que el otro fuera Elhanán? Salomón tenía dos nombres (2 Samuel 12:24–25). (2) Pudieran haber existido dos Goliats? En el contexto inmediato (21:20) se menciona otro gigante en Gat. (3) ¿Pudiera ser que palabras como “el hermano de” fueran omitidas de el versículo 19? Cualquiera de estas soluciones es igualmente posible, en vez de concluir que hay un error. Todas son posibles a la luz de la precisión comprobada de la Biblia en otros lugares.

El lavacro en 2 Crónicas 4:2


Al describir las medidas de este lavacro, la circunferencia se dice que era de treinta codos (ó 540 pulgadas si el codo equivalía a 18 pulgadas) mientras el diámetro es 10 codos. Sin embargo, se llega a la circunferencia multiplicando el diámetro por pi (3.14159), y ese total es más de 565 pulgadas
La medida de 10 codos era de borde a borde; es decir de un margen exterior al otro. Pero el versículo 5 dice que el espesor del borde era de un palmo, más o menos 4 pulgadas. De modo que el diámetro interior era de 10 codos (180 pulgadas) menos dos palmos (8 pulgadas). Al multiplicar 172 pulgadas por pi, el total es 540 pulgadas, la misma circunferencia dada en el versículo 2.

Llevando un bordón (Mateo 10:9-10; Marcos 6:8; Lucas 9:3)

Marcos indica que Jesús les permitió a los discípulos llevar un bordón mientras Mateo y Lucas dicen que El lo prohibió. Esto mueve al errantista a decir: “Yo no conozco ninguna manera de reconciliar esta inconsecuencia. La conclusión apropiada, creo yo, es que los relatos son inconsecuentes y a lo menos uno de los Evangelios está en error”.
Juntando los relatos, el Señor permitió que los discípulos llevaran cualquier bordón que ellos ya tuvieran consigo (Marcos). Sin embargo, no podían llevarlo si no lo tenían o si caminaban bien sin él (Lucas). En ningún caso debían ellos conseguir o comprar un bordón nuevo (Mateo, quien utiliza un verbo diferente del de Marcos y Lucas, uno que significa adquirir o conseguir). La idea principal de la instrucción del Señor está clara: no hagan alguna provisión especial para esta.

La semilla de mostaza (Mateo 13:32)

En Su parábola de la semilla de mostaza el Señor dijo que la semilla de mostaza era la más pequeña de todas las semillas. ¿Es ésta una declaración claramente errónea puesto que botánicamente la semilla de mostaza no es la más pequeña? Antes de decidir precipitadamente, recuerde que esto fue dicho por Jesucristo, y si El pronunció una mentira, ¿cómo pudiera El ser impecable? Esta no es simplemente una pequeña discrepancia de los hechos; si la declaración es cierta, entonces comprueba algo acerca de quien la hizo, y esto se convierte en un asunto doctrinal serio. No se puede separar esta historia de su consecuencia doctrinal.
Pero ¿cómo debemos entender las palabras del Señor? Una sugerencia bien declarada hace años por un hermano es esta: Esta semilla, cuando se arroja a la tierra es la ‘más pequeña de todas las semillas’—palabras que a menudo han dejado a los intérpretes perplejos, ya que existen muchas semillas más pequeñas, como la de la amapola o la ruda. Pero no vale la pena hacer dificultades de esta clase; es suficiente saber que ‘pequeño como un grano de mostaza’ era una expresión proverbial entre los judíos usada para algo sumamente pequeño (véase Lucas 17:6). El Señor, en Su enseñanza popular, se adhirió al lenguaje popular”.
Otro hecho que hay que tomar en cuenta es que la palabra “más pequeña” en realidad es un comparativo, no un superlativo y se debe traducir (como en la NASB y la NEB), “más pequeña que otras” de todas las semillas. En otras palabras, el Señor no hizo una declaración absoluta (la semilla de mostaza es absolutamente la más pequeña) sino que puso la semilla de mostaza en la categoría de las semillas mas pequeñas.
Quizás las dos sugerencias se deben combinar. Técnicamente, El puso la semilla de mostaza entre las semillas más pequeñas y se aprovechó de la forma popular proverbial de entender que esa semilla representaba algo sumamente pequeño. Pero El no cometió un error ni técnico ni científico.

Los ciegos en Jericó  (Mateo 20:29-34; Marcos 10:46-52; Lucas 18:35-43)

Los relatos de la curación de los ciegos en Jericó (uno de los cuales era Bartimeo) contienen algunos detalles diferentes, que algunos han interpretado como carentes de solución, lo que guía a la conclusión de que alguno de ellos debe de contener errores. Mateo escribió que el Señor sanó a dos ciegos cuando se iba de Jericó. Los otros relatos solamente mencionan a un ciego e indican que el milagro ocurrió cuando entraban a Jericó. En cuanto a la cantidad de ciegos, si Marcos y Lucas hubieran dicho que fue solamente un hombre ciego, entonces hubiera un error. Pero si Bartimeo fue el más destacado de los dos, entonces sería natural que un escritor se fijara en él mientras otro posiblemente mencionara a ambos. El declarar que hubo dos, incluye el destacar a uno. El decir que había dos estaría en conflicto si se hubiera dicho que solamente hubo uno. Pero no es ese el caso.
En cuanto a dónde ocurrió el milagro, se han sugerido dos explicaciones plausibles. Una es que los hombres le hicieron la súplica al Señor cuando El entraba en Jericó, pero que no fueron sanados hasta que El ya se iba. La otra es que, puesto que había dos Jericó (el viejo Jericó y la ciudad nueva), la sanidad pudiera haber ocurrido después que el grupo salía del viejo Jericó y se acercaba al nuevo Jericó. De esta manera el “al salir ellos” de Mateo se refiere al viejo Jericó, mientras que las referencias de Marcos y Lucas en cuanto llegar a Jericó se refieren al nuevo Jericó.
       Cualquiera de las dos sugerencias que se adopte, queda claro que no es necesario ver una contradicción carente de solución en estos relatos.

El padre de Zacarías (Mateo 23:35)

En este versículo Zacarías (no el profeta, del mismo nombre sino un sacerdote) se le llama el hijo de Berequías, mientras que en 2 Crónicas 24:20 se dice que es el hijo de Joiada. “Hijo de” no tiene que significar la generación inmediata (como en Génesis 31:28, donde Labán se refiere a sus nietos como hijos e hijas, o como en el caso de Cristo, el Hijo de David y Abraham, Mateo 1:1). Es más probable que Joiada fue el abuelo de Zacarías y que se nombra en el relato de las Crónicas debido a su fama.

Zacarías versus Jeremías (Mateo 27:9-10)

La parte principal de esta cita viene de Zacarías 11:12–13, mientras que Mateo parece atribuírsela a Jeremías. ¿No es este un error claro?
Antes de llegar a tal conclusión, considere que Jeremías fue situado al principio de los escritos proféticos del Antiguo Testamento en el Talmud Babilónico. Mateo, entonces, pudiera estar simplemente usando el nombre de Jeremías para designar la sección del Antiguo Testamento de la cual provienen las referencias de Zacarías. Es como decir: “En el libro de Suárez, Fernández dijo…” Fernández escribió un capítulo en un libro editado por Suárez. (Sin embargo, esto no sugiere que Jeremías haya editado la profecía de Zacarías.) Note la misma prominencia dada a Jeremías en Mateo 16:14, donde él es el único profeta que se nombra específicamente aunque otros se incluyen en la declaración.
Aunque esta parece ser la explicación más plausible, algunos hallan la solución en la idea de que Mateo se refería primordialmente a los eventos relacionados con la casa del alfarero en Jeremías 18 y 19.

Isaías versus Malaquías (Marcos 1:2-3)

Estos versículos plantean un problema, puesto que inmediatamente después de las palabras “como esta escrito en Isaías el profeta,” sigue una cita de Malaquías, y entonces una de Isaías. Muchos consideran que esto es un error obvio, aunque inofensivo. Sin embargo, la estructura del capítulo presenta el “principio del evangelio” fijando la atención en el ministerio de Juan el Bautista en el desierto. Así que en la mente de Marcos la cita de Isaías es el principal, puesto que predijo la figura en el desierto. El hecho de que su atención se fija en la profecía de Isaías explica el porqué de sólo mencionar a Isaías en el versículo 2.

Abiatar versus Ahimelec (Marcos 2:26)

Marcos, al referirse a cuando David se comió el pan del tabernáculo, dice que Abiatar era el sumo sacerdote, mientras que el relato de este evento en el Antiguo Testamento declara que era Ahimelec (1 Samuel 21:1–6). Una solución reconoce que mientras que el evento realmente ocurrió durante el sacerdocio de Ahimelec, éste fue asesinado poco después y Abiatar, quien también estaría ejerciendo las funciones sacerdotales durante ese tiempo, en breve fue hecho sumo sacerdote y resultó ser más prominente que Ahimelec. Marcos no está diciendo que Abiatar era realmente el sumo sacerdote cuando el evento ocurrió, sino un sacerdote que ministraba y que pronto se convirtió en un sumo sacerdote muy prominente. De igual modo uno pudiera hablar de algún evento que ocurrió durante los años senatoriales de John F. Kennedy y decir que éste tuvo lugar en los días de Kennedy, el presidente. El no era el presidente cuando ocurrió, sino un senador, pero se identifica como Kennedy el presidente porque él (después) llegó a ser presidente.
Repito, estos ejemplos en Marcos nos recuerdan que si uno viene a la Biblia esperando hallar errores o admitiendo que pueda haberlos, puede construir un argumento a favor de una Escritura errante. Pero si viene a la Biblia esperando que ésta sea inerrante, puede encontrar soluciones admisibles, y aun si no puede honestamente aceptar ninguna de las soluciones sugeridas, todavía puede creer que la Biblia es inerrante y que simplemente no tenemos suficiente información para resolver algunos de los aparentes problemas.

La muerte de Judas

En Hechos 1:18, Pedro describe la muerte de Judas como “cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron”. Mateo dice que Judas se ahorcó (Mateo 27:5). Con toda probabilidad ambas descripciones son correctas. El sí se ahorcó, pero algo ocurrió que causó que su cuerpo cayera y se reventara. Esta es la solución más simple, y se ha sugerido desde el tiempo de Agustín.
Ambos relatos parecen contener otro problema. Mateo dice que los sacerdotes compraron el campo de sangre, mientras que Hechos se lo atribuye a Judas. Otra vez, la simple solución es que ambos relatos son correctos. Los sacerdotes no podían tomar de nuevo el dinero; así que compraron el campo a nombre de Judas, puesto que ellos no querían dar la impresión de que tenían algo que ver con el dinero.

Problemas en Hechos 7

Aunque está bien dentro de los límites del concepto de la inerrancia aceptar que Esteban dijera algo erróneo en su discurso y Lucas lo relatara con exactitud, el intérprete serio querrá saber con la mayor claridad posible lo que Esteban estaba diciendo. Uno de los problemas se presenta en el versículo 6, donde Esteban expresa que la duración del cautiverio egipcio fue de 400 años mientras que Éxodo 12:40 dice 430 años. Además, Pablo en Gálatas 3:17 escribió que la ley llegó 430 años después de la promesa hecha a Abraham. Los problemas en estas cifras son dos: (a) La diferencia entre 400 y 430; y (b) el aparente gran error de Pablo, porque el tiempo entre Abraham y la data de la Ley fue considerablemente más que 430 años. Muchos simplemente reconocen que la diferencia 400/430 constituye una aproximación. Cuatrocientos es 430 en número redondo. Los 430 años en Gálatas no utilizan los términos desde Abraham hasta la ley (Génesis 12 hasta Éxodo 20). Más bien, se refiere al tiempo desde el final de la era patriarcal (Génesis 35:11–12) hasta la entrega de la ley en Éxodo 20.
Otros creen que 400 años fue la duración de la esclavitud y que ambas figuras de 430 años se refieren al tiempo entre la última confirmación del Pacto Abrahámico a Jacob y la data de la ley. Sin embargo, este es uno de esos casos donde simplemente no tenemos suficientes datos para llegar a una conclusión decisiva. Así que, una vez más, la actitud de uno entra en juego: usted puede creer que hay errores o, que pudiera haber una resolución perfecta si se conocieran todos los datos.
Algunas veces el aparente problema en el versículo 14 plantea una pregunta. Allí se dice que la familia de Jacob eran setenta y cinco personas, mientras que en Génesis 46:27 solamente se incluyen setenta. Esteban en Hechos sigue el número de la Septuaginta, el cual incluyó cinco personas adicionales (el hijo y el nieto de Manasés y dos hijos y un nieto de Efraín). Génesis no incluye a éstos. Pero en ambos números solamente se incluye un grupo restringido, porque la cantidad total de la familia de Jacob hubiera sido mucho más grande, si se hubieran incluido las esposas de los hijos y nietos de Jacob y esposos de sus hijas y nietas, los cuales no se enumeran. A cualquiera que tratara de enumerar los componentes de una familia inmediata de este tamaño, fácilmente se le pudiera ocurrir hacerlo por lo menos de dos formas y dos totales diferentes sin contradicción.
Estos representan los problemas del Nuevo Testamento que se están discutiendo. Algunos de ellos se han  utilizado a través de la historia de la iglesia para tratar de demostrar que hay errores en la Biblia. Y a través de la historia se han presentado soluciones razonables a estos problemas. Algunos han salido a la luz más recientemente. Cualquiera de ellos posiblemente se pudiera utilizar para concluir que la Biblia contiene errores, pero para todos ellos existen explicaciones razonables.
Se necesita solamente un error para hacer a la Biblia errante. Puede que sea un error “pequeño”, inconsecuente, histórico, o doctrinal; pero si hay uno, entonces no tenemos una Biblia inerrante.  El asunto del canon tiene que ver con la cuestión de cuántos libros pertenece a la Biblia. El canon, pues, se refiere a un alista autorizada de los libros de la Biblia. Por supuesto, los libros individuales fueron escritos sobre un gran período de tiempo por varios escritores. ¿Cómo, pues, se coleccionaron, y quién decidió cuáles compondrían el canon de la Escritura?

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