lunes, 4 de julio de 2016

Doctrina: Cristología. (Parte VII)

IV. La humanidad del Mesías
C. Nombres y títulos de Cristo
A cada persona que nace en nuestra sociedad se le da un nombre. En la antigüedad los nombres eran dados de acuerdo al carácter de la persona o de sus logros. En el caso del Señor Jesucristo su nombre y títulos le fueron dados para representar alguna función de su obra aquí en la tierra.
Como creemos en la inspiración verbal de las Escrituras, confiadamente, le adjudicamos mucha importancia a los títulos y nombres del Señor Jesucristo y a cada uno de ellos habla mucho acerca de su persona.
A. Jesús. El nombre Jesús se encuentra en los 4 Evangelios 662 veces, y en el resto del Nuevo Testamento 109 veces. Jesús es el nombre personal del Señor. Es su nombre terrenal (designado por el ángel, Lucas 1:31; Mateo 1:21),  es el nombre que le pusieron al nacer, el nombre con que vivió y murió. Es el nombre de su humillación; de su sufrimiento; de su tristeza. Es el nombre de aquel que se humilló a sí mismo. El nombre Jesús, en aquellos días era bastante común, varios deben haberse llamado de esa manera. Jesús es la forma o palabra griega del nombre hebreo Josué, y  significa “Jehová nuestro Salvador” (de ahí las palabras que el ángel dijese: “él salvará a su pueblo de sus pecados, Mateo 1:21). Este nombre, Jesús, era el que  estaba escrito en una tabla clavada sobre él en la cruz.
Al leer los evangelios, se aprecia que  nunca le llamaron Jesús cara a cara, siempre fue llamado Maestro, Señor, o Rabí por sus seguidores (Juan 13:13; Lucas 6:46).
La razón por la cual el nombre Jesús es mencionado más en los Evangelios es que enfatizan su humillación; la razón por la cual el nombre Cristo es mencionado más en los Hechos y Epístolas es que estos textos anuncian su exaltación. Hay una razón por la que el nombre Jesús es mencionado en la Epístola a los Hebreos 8 veces: El Espíritu Santo nos hace saber que esa Persona era un hombre.
Los que no creían en Él, nunca le llamaron Señor; y nunca los creyentes le llamaron Jesús, con una sola excepción encontrada en Lucas 24:19-21, y eran palabras de discípulos decepcionados, ya que todas sus esperanzas habían sido arrasadas cuando Jesús fue crucificado. Ellos no entendían las Escrituras, ni las palabras que el Señor les había dicho que se levantaría de entre los muertos, y ellos le hablaron a Él como de una causa perdida; y ellos, allí, le llamaron Jesús. Si Cristo no ha resucitado de los muertos, sus esperanzas, y no solo la de ellos, sino también las nuestras, habrían sido destruidas (1 Corintios 15:20). ¡Él es Cristo y Señor! Y no meramente hombre, sino el Dios-hombre.
B. Cristo. El nombre Cristo significa el Ungido y se encuentra 374 veces en el nuevo testamento, mayoritariamente en las epístolas. Es el título oficial del Hijo de Dios. Cuando leemos “ungido”, tenemos que tener presente como y bajo qué circunstancias, los hombres fueron ungidos. Sabemos que hombres fueron ungidos como reyes, y profetas, y sacerdotes[1] (1 Samuel 15:1, 1 Reyes 19:16, Levítico 8:1, 2, 12 cf. Hechos 3:22, 23; Hebreos 4:14, 15; Lucas 1:31-33).
Los cristianos  no tomamos el nombre de Jesús, sino de Cristo: somos cristianos (seguidores de Cristo). E incluso sabemos que ese nombre cristianos fue primeramente dado a los creyentes por aquellos que odiaban a Dios y a Cristo; sin embargo, estamos gozosos de tomar su nombre y cargar Su vituperio.
C. Mesías. Es la palabra hebrea con el mismo significado que en griego Cristo, es decir “El Ungido” (vea Juan 1:41; 4:25). El Antiguo Testamento está lleno de predicciones sobre el Mesías, mientras que el Nuevo Testamento está el cumplimiento de las mismas en Cristo. Dado que en el tiempo de nuestro Señor Jesucristo, la lengua común era el griego, es comprensible que muchos términos hebreos tengan su equivalente a esa lengua.
D. Señor. En el Nuevo Testamento la palabra “Señor” viene de la palabra griega kurios, que significa Señor, Dios, Maestro, Amo. Esta es equivalente al Adonai del Antiguo Testamento. Y Cristo, el Señor, es nuestro Maestro y Amo. (Colosenses 4:1).
Además, el título “Señor” también incluye otro nombre de Dios, y ese es Jehová, y nosotros sabemos eso por el uso que se le da en el Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento traduce “Señor,” cuando en el Antiguo Testamento la palabra es “Jehovah”: “Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.” (Mat. 4:7). En este versículo también vemos que Elohim (Dios) se adjudica al Señor, que es el Señor Jesucristo.
En la doctrina de salvación debemos reconocer que Jesucristo es Jehová, Dios, y Maestro: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9).
 Versículos en que se resalta el Señoría de Jesucristo: Efesios 5:17; 1 Corintios 7:39; Colosenses 3:18.
E. Jesucristo. Este es otro título del Señor, y es una combinación de su nombre personal (Jesús) con su título oficial (Cristo). El énfasis de la palabra es que, Jesús, quien se humilló a sí mismo, ahora es exaltado.
F. Cristo Jesús. El énfasis aquí es inverso, Cristo, el exaltado, una vez se humilló a sí mismo (Filipenses 2:5-8).
G. El Señor Jesucristo. Este es el título más completo del Señor (Efesios 1:3), el cual resalta su Señorío.
H. Yo soy. Este título  lo encontramos  por primera vez en el Antiguo Testamento. Jehová se lo reveló a Moisés  cuando estaba ante la zarza (Éxodo 3:13, 14).
El Señor Jesús se llamó a sí mismo el Yo Soy cuando estuvo en el jardín de Getsemaní. Mientras una multitud venía hacia él con antorchas y palos, el Señor se adelantó a ellos y les pregunto, “¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy... Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.” (Juan 18:4-6). Vea también Juan 8:58 donde se enfatiza esta expresión “Yo Soy”, porque Él es el gran Yo Soy que Moisés escuchó ante la zarza ardiendo, “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,” (Colosenses 2:9).
Además vea los siguientes pasajes: Juan 10: 11; 14:6; 6:35; 9:5; 10:9;11:25;15:1.
I. El Hijo de Dios. Este es el título de Gloria y Deidad personal del Señor. “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35). “Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.” (Juan 19:7). Ver también Juan 5:18.
El Señor Jesús es el Hijo De Dios. Un cristiano es un hijo de Dios. El Señor Jesús es el Hijo de Dios por relación y naturaleza; el cristiano es un hijo de Dios por regeneración y adopción. El Señor Jesús ha sido el Hijo de Dios desde todo tiempo y eternidad; el cristiano llegó a ser un hijo de Dios cuando confió en Cristo el Señor.
El mismo se designa como “Hijo de Dios” en dos ocasiones en Juan 9:35 y 10:36. Además dieron testimonio de Él como “Hijo de Dios”: Marta (Juan 11:27); Natanael (Juan 1:49); Pedro (Mateo 16:16); Satanás (Mateo 4:3,6); centurión (Mateo 27:54); un demonio (Mateo 8:29; Lucas 4:41); un discípulo (Mateo 14:33).
J. El Hijo del Hombre. Este parece ser el título favorito del Señor para sí mismo, aquel por el cual Él se llamaba a si mismo vez tras vez (Lucas 9:58). El título, el Hijo del Hombre, se halla 88 veces en el Nuevo Testamento: 1 en Hechos; 1 en Hebreos; 2 en Apocalipsis; y 84 veces en los Evangelios; y ninguna vez en las Epístolas, entendiendo que éstas son concernientes, en su contenido, a la iglesia y no al venidero Reino Milenial. Cristo es Rey del Reino, y Cabeza de la Iglesia; y como la Iglesia no es el Reino, por lo tanto, el título milenial (el Hijo del Hombre) de Cristo no se halla en las epístolas a las iglesias.
Encontramos este título en las siguientes situaciones: Enviará a sus ángeles (Mateo 13:41); tienen potestad de perdonar pecados (Mateo 9:6); Señor del día de reposo (Mateo 12:40); No tienen donde recostar su cabeza (Mateo 8:20); No vino para ser servido (Mateo 20:28); padecería (Mateo 17:12); Resucitaría (Mateo 17:9); Se sentará en el trono de su gloria (Mateo 19:28); Sería levantado (Juan 3:14); Vendrá nuevamente (Mateo 16:27; 24:30); Vino a buscar y salvar lo que se había perdido (Mateo 18:11).
K. El Hijo de Abraham. El Evangelio de Mateo se presenta como “el libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” (Mat. 1:1). “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.” (Gal. 3:16).
El Mesías (el Cristo) llegó a ser judío. Jesús era judío, era el Hijo de Abraham, y por eso el Mesías
L. El Hijo de David. Este es el Titulo de Realeza del Señor Jesús: “Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” (Marcos 10:47). Este título le correspondía por ser descendiente de la línea real de David (vea genealogía de Mateo 1 y Lucas 3).
Además de los textos ya citados, encontramos que fue llamado así por los ciegos en Capernaum (Mateo 9:27); los ciegos de Jericó (Mateo 20:30); la mujer cananea (Mateo 15:22); y la multitud en la entrada triunfal a Jerusalén (Mateo 21:9).
M. Hijo del Altísimo. Este es el título de Preeminencia: “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;” (Lucas 1:32).
N. El Segundo Hombre. “El Segundo Hombre” indica que hubo uno antes que él, solo uno, y ese hombre fue Adán: “El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.” (1 Corintios 15:47).
O. Postrer Adán. “Postrer Adán” indica que no hay otro que le siga. Hay solo 2 hombres ante los ojos de Dios: Adán y Cristo. El mundo está dividido bajo estas 2 cabezas: Adán y Cristo. Todos están en Adán por el nacimiento natural; solamente son de Cristo aquellos que han experimentado el nuevo nacimiento.
“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.” (1 Corintios 5:45).
P. El Verbo. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.” (Juan 1:1, 2).
Así como las palabras habladas revelan los invisibles pensamientos del hombre, del mismo modo la visible (y viviente) Palabra (El Verbo) nos revela el Dios invisible.
Q. Emanuel. “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mateo 1:23). Así como las Escrituras nos dicen, significa “Dios con nosotros.” Recuerda, el Señor Jesús es Emanuel, Dios con nosotros; Él nunca nos dejará ni nos desamparará (Hebreos 13:5, 6).
R. Salvador. “que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” (Lucas 2:11). No un ayudador, sino un Salvador
S. Rabí. Esto viene de una palabra hebrea que significa maestro. “Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?” (Juan 1:38).
T. Raboni. Este es el mismo concepto anterior “Rabí,” y significa Maestro, pero proviene de lengua caldea. “Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).” (Juan 20:16).
U. Maestro.“Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?” (Mat. 9:11). El significado aquí es “Instructor.” No implica la idea de dueño, como en la palabra “Señor” (Adonai). El mundo hoy en día reconoce que Jesús fue un gran instructor, pero no le reconoce como Señor. El Señor Jesús no es meramente nuestro instructor: Él es nuestro Dios, nuestro Jehová, nuestro Señor.

V.  Otros Nombres y Títulos.
Abogado (1 Juan 2:1); Alfa y Omega (Apocalipsis 1:8; 21:6); Amado (Efesios 1:6);  Amén (Apocalipsis 3:14); Amigo de pecadores (Mateo 11:19); Apóstol (Hebreos 3:1);  Aurora (Lucas 1:78);  Autor (Hebreos 12:2: Hechos3:15); Bienaventurado (1 Timoteo 6:15); Cabeza de la Iglesia (Colosenses  1:18); Carpintero (Mateo 13:55; Marcos 6:3); Consolación de Israel (Lucas 2:25);  Cordero de Dios (Juan 1:29, 36);  Dios (Juan 1:1; Romanos 9:5; 1 Timoteo 3:16); Don de Dios  (2 Corintios 9:15); Emmanuel (Mateo 1:23); Esposo (Mateo 9:15);  Estrella resplandeciente de la mañana (Apocalipsis 22:16);  Guiador (Mateo 2:6); Heredero de todo (Hebreos  1:2);  Hijo de María (Marcos  6:3); Imagen misma de Dios (Hebreos 1:3); León de tribu de Judá (Apocalipsis 5:5); Libertador (Romanos 11:26); Lucero de la mañana (2 Pedro 1:19); Mediador (1 Timoteo 2:5); Médico (Mateo 9:12); Ministro (Hebreo 8:2); Nazareno (Marcos 1:24); Obispo (1 Pedro 2:25); Pascua (1 Corintios 5:7); Pastor (juan 10:11, 14; Hebreos 13:20; 1 Pedro 5:4); Piedra (Mateo 21:42; Marcos 12:10; Hechos 4:11; Romanos 9:32,33; Efesios 2:20; 1 Pedro 2:6,7). Etcétera.  

W.  Nombres en el Antiguo Testamento.
En el Antiguo Testamento encontramos muchos nombres de personas que, pensamos (sin ser dogmáticos), que hablan del Mesías. Algunos de ellos son: Admirable (Isaías 9:6); Afinador (Malaquías 3:3); Ángel de Jehová (Génesis 16:9-14; Jueces 6:11-14); Deseado de las naciones (Hageo 2:7); Dios fuerte (Isaías 9:6; 63:1); fuerza de salvación (Salmo 18:2); fundamento (Isaías 28:16); Gloria de jehová (Isaías 60:1); Guía (Salmo 48:4); Jefe (Isaías 55:4); Jehová (Isaías 26:4; 40:3); Juez (Miqueas 5:1); Justicia (Jeremías 23:6; 33:16); Legislador (Isaías 33:22); Limpiador (Malaquías 3:3); Manantial (Zacarías 13:1); Padre Eterno (Isaías 9:6); Pastor (Salmo 23:1); Príncipe del Ejercito de Jehová (Josué 5:14); Redentor (Isaías 59:20; 60:16); Refugio (Isaías 25:4); Renuevo (Zacarías 3:8); Roca (Deuteronomio 32:15); Rosa de Sarón (Cantar 2:1); Santo de Israel (Isaías 41:14); Siervo (Isaías 42:1; 49:5-7); Siloh (Génesis 49:10); Sol de Justicia (Malaquías 4:2); Vara (Isaías 11:1). Etcétera




[1] Para más detalles refiérase al artículo publicado 11/2011

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