martes, 3 de abril de 2018

"TODO ISRAEL SERÁ SALVO"

"TODO ISRAEL SERÁ SALVO" (Romanos 11:26)


Pregunta: 
Leemos en Romanos 11:26 "Y luego todo Israel será salvo."
 —La salvación, en este caso, ¿es para todos los descendientes de Jacob, según la carne, o está reservada solamente al Israel "según el Espíritu", es decir, tan solo a los que creyeron?
 —¿Cuál es el sentido de la palabra "salvo" en dicho versículo? ¿Se trata de la redención de la muerte tras la cual viene el juicio, o más bien de la justificación que libera del juicio de 'Dios?


 Respuesta:
I.- La Salvación en este versículo es para todos los descendientes de Jacob, pero no todos aquellos que proceden de Jacob según la carne, pues parte de ellos permanecerá incrédula. Sólo un remanente será salvado, por la elección de la gracia.
En este versículo de Romanos 11, se trata de los tiempos venide­ros, y no hay que olvidar que entonces, Dios reanudará sus relaciones con Israel, su pueblo terrenal (versículo 15). Mientras que nume­rosos judíos seguirán al Anticristo en la apostasía y recibirán el consiguiente castigo de Dios, habrá un remanente fiel, según la elección de la gracia; dicho remanente lo formarán aquellos que se volverán de su iniquidad (Isaías 59:20). Entonces "Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto." (Isaías 27:6).
El remanente, o residuo, procederá, pues, del Israel según la carne, pero será vivificado por el Espíritu, según lo vemos en Ezequiel 37:9, pasaje que trata de la resurrección moral de Israel en los últimos días (véase también Ezequiel 36: 26-28). Aquellos creyentes que se­rán salvos procederán de todas las tribus de Israel: un número com­pleto para cada uno de ellos, simbolizado por la cifra de 12.000; lo que arrojará un total o conjunto completo y simbólico de 144.000 (Apocalipsis 7: 1-8).
Para comprender la expresión "todo Israel", basta pues examinar la posición de este pueblo. Actualmente, aquellos de los judíos que han nacido de nuevo y depositado su fe en el Mesías Jesús forman parte de la Iglesia, en la cual han sido introducidos por el Espíritu Santo (1ª. Corintios 12:13); por lo tanto, ya no son "judíos", ni tampoco siguen integrando el pueblo de Israel (Efesios 2: 11-18; 1ª. Corintios 10:32). Notemos, de paso, que si cuando el nacimiento de Jesús hubo efectivamente un remanente según la elección de gracia (Lucas, capítulos 1 y 2), ya no conservaba su carácter de Israel: "Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos." (Hechos 2:47 – LBLA), esto es, los del remanente que estaban salvándose. Pero cuando Dios restablezca Israel hará de un resto, o "remanente", una nación grande: no será solamente los ju­díos —es decir las dos tribus y algunos individuos de las demás— será todo Israel. Además, como los impíos serán destruidos, corta­dos de la tierra (Salmo 101: 8), o impedidos de entrar en ella, el remanente salvo viene a ser literalmente "todo Israel", expresión usada en el Antiguo Testamento (Hebrero: Kol Yishrael) para el conjunto de la nación, integrada por las doce tribus.
II.- Aquella salvación de Israel implica la liberación del pecado, y la justificación por gracia, sobre el principio de la fe (Jeremías 31: 31-34). Todas las promesas de Dios a favor de Su pueblo Israel se cumplirán en este mundo restaurado.
Más tarde, cuando sea destruida la tierra, después del Milenio, aquellos creyentes, vivificados por el Espíritu, participan de la felicidad eterna en los nuevos cielos y la nueva tierra.
 Traducido de "Il Messaggero Cristiano"
Revista "VIDA CRISTIANA", Año 1956, No. 19.-

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