viernes, 13 de diciembre de 2019

MEDITACIÓN

 "Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave." Isaías 33: 21.


El Señor será para nosotros el bien supremo, sin ninguna de las desventajas que necesariamente parecen acompañar a las mejores cosas terrenales. Si una ciudad es favorecida con anchos ríos, tiene la propensión a ser atacada por galeras de remos y otros barcos de guerra. Pero cuando el Señor representa la abundancia de Su munificencia bajo esta figura, se cuida expresamente de excluir el miedo que esta metáfora podría sugerir. ¡Bendito sea Su perfecto amor!
       Señor, si Tú me enviaras riquezas como anchos ríos, no permitas que venga la galera de remos en la forma de mundanalidad u orgullo. Si me concedieras abundante salud y un estado de ánimo feliz, no permitas que "la gran nave" del ocio carnal venga navegando sobre las abundantes aguas. Si tengo éxito en el santo servicio, extenso como el Rin alemán, no permitas que me enfrente nunca a la galera de la arrogancia y de la confianza en mí mismo surcando sobre las olas de mi utilidad. Si yo fuera tan supremamente feliz como para gozar de la luz de Tu rostro año tras año, no permitas que desprecie nunca a Tus santos débiles, ni dé cabida a la vana noción de mi propia perfección para que navegue por los anchos ríos de mi plena seguridad. Señor, dame esa bendición que enriquece, y que no agrega tristeza ni favorece al pecado.

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