domingo, 11 de abril de 2021

CONSTRUYENDO LA CASA EN UN LUGAR SEGURO

 

Durante los cálidos meses del verano, las hormigas construyen su vivienda en las tierras bajas o los valles. Pero parecen saber que el verano acabará y que llegará el invierno. Las hormigas se mudan entonces a un terreno más alto antes que lleguen las lluvias del in­vierno. Las aguas que se estancan en las tierras bajas causarán la muerte a las hormigas que se queden allí, pero en tierras más altas vivirán bien por encima de las aguas que destruyen y matan.


Cuando las personas edifican una vivienda, también quieren estar en un lugar seguro. Dios nos dice en su Palabra que debería­mos construir nuestras vidas en un lugar seguro. Hay sólo un lugar seguro donde las personas pueden edificar. El Señor Jesucristo es el único fundamento seguro, 1 Corintios 3:11. Una persona puede ser religiosa, y no haber construido su vida sobre un buen fundamento. Muchos líderes religiosos de los tiempos de Jesús no querían tener a Cristo como su fundamento, y escogieron seguir las propias enseñanzas de ellos.

¡Una buena casa necesita tener un buen fundamento! También necesita tener un buen constructor que la haya planeado y que su­pervise la obra. En las cosas espirituales, Dios es el constructor que escogió al Señor Jesucristo como la principal piedra del ángulo, 1 Pedro 2:4, Hebreos 11:10. Es importante tener un constructor que tenga buenas cualidades y una buena reputación, o el edificio

            Construyendo la casa en un lugar seguro puede resultar malo. Dios es un constructor perfecto. Él es bueno, bondadoso, sabio, justo, lleno de verdad, luz y amor, y podemos confiar en el completamente. Él es el gran Dios que ha planeado nuestra salvación.

Cuando oímos y obedecemos la Palabra de Dios, somos como un hombre sabio que edifica su casa sobre una roca. El Señor es nuestra roca espiritual, 1 Corintios 10:4b. Sin embargo, si no vamos a Cristo somos como un hombre insensato que edifica su casa sobre la arena. La casa de este hombre caerá cuando llegue la lluvia y sople el viento, Mateo 7:24-27. Su vida acabará en ruina y muerte eterna.

 

Las hormigas enseñan sabiduría

Las hormigas reconocen el peligro. Tenemos que damos cuenta de que estamos en peligro cuando nuestras vidas no están edificadas sobre Cristo. Este mundo será destruido un día. No podemos confiar en el hombre, Isaías 2:22, ni en nuestro dinero. Tenemos que dejar las tierras bajas y los valles del pecado, e ir a Cristo, quien nos pondrá sobre un terreno alto. Las hormigas se sienten felices de la protección de su hormiguero cuando llega el frío invierno. De la misma forma los creyentes son dichosos por el refugio que tienen al creer las buenas nuevas de Dios.

Las hormigas escogen la seguridad. Nuestro futuro hogar será un lugar preparado para nosotros, Juan 14:1-3. Será un hogar donde reinará la felicidad, Apocalipsis 21:3,4, un lugar de hermo­sura y luz porque Dios está allí, Apocalipsis 21 y 22. Podemos creer todas las promesas de Dios acerca de nuestro futuro hogar en el cielo, por cuanto «Él es la verdad». ¡Qué lugar más maravilloso será! Será un hogar seguro y duradero. Podemos guardar tesoros en el cielo mientras vivimos para el Señor, Hebreos 10:34. Los la­drones no pueden robar estas riquezas. Nuestro tesoro en el cielo no será dañado ni corroído ni se envejecerá, Mateo 6:20, 1 Pedro 1:4.




No hay comentarios:

Publicar un comentario