Cuando las personas edifican una vivienda, también quieren estar en un lugar seguro. Dios nos dice en su Palabra que deberíamos construir nuestras vidas en un lugar seguro. Hay sólo un lugar seguro donde las personas pueden edificar. El Señor Jesucristo es el único fundamento seguro, 1 Corintios 3:11. Una persona puede ser religiosa, y no haber construido su vida sobre un buen fundamento. Muchos líderes religiosos de los tiempos de Jesús no querían tener a Cristo como su fundamento, y escogieron seguir las propias enseñanzas de ellos.
¡Una
buena casa necesita tener un buen fundamento! También necesita tener un buen
constructor que la haya planeado y que supervise la obra. En las cosas
espirituales, Dios es el constructor que escogió al Señor Jesucristo como la
principal piedra del ángulo, 1 Pedro 2:4, Hebreos 11:10. Es importante tener un
constructor que tenga buenas cualidades y una buena reputación, o el edificio
Construyendo la casa en un lugar
seguro puede resultar malo. Dios es un constructor perfecto. Él es bueno,
bondadoso, sabio, justo, lleno de verdad, luz y amor, y podemos confiar en el
completamente. Él es el gran Dios que ha planeado nuestra salvación.
Cuando
oímos y obedecemos la Palabra de Dios, somos como un hombre sabio que edifica
su casa sobre una roca. El Señor es nuestra roca espiritual, 1 Corintios 10:4b.
Sin embargo, si no vamos a Cristo somos como un hombre insensato que edifica su
casa sobre la arena. La casa de este hombre caerá cuando llegue la lluvia y
sople el viento, Mateo 7:24-27. Su vida acabará en ruina y muerte eterna.
Las hormigas enseñan
sabiduría
Las
hormigas reconocen el peligro. Tenemos que damos cuenta de que estamos en
peligro cuando nuestras vidas no están edificadas sobre Cristo. Este mundo será
destruido un día. No podemos confiar en el hombre, Isaías 2:22, ni en nuestro
dinero. Tenemos que dejar las tierras bajas y los valles del pecado, e ir a
Cristo, quien nos pondrá sobre un terreno alto. Las hormigas se sienten felices
de la protección de su hormiguero cuando llega el frío invierno. De la misma
forma los creyentes son dichosos por el refugio que tienen al creer las buenas
nuevas de Dios.
Las
hormigas escogen la seguridad. Nuestro futuro hogar será un lugar preparado
para nosotros, Juan 14:1-3. Será un hogar donde reinará la felicidad,
Apocalipsis 21:3,4, un lugar de hermosura y luz porque Dios está allí,
Apocalipsis 21 y 22. Podemos creer todas las promesas de Dios acerca de nuestro
futuro hogar en el cielo, por cuanto «Él es la verdad». ¡Qué lugar más
maravilloso será! Será un hogar seguro y duradero. Podemos guardar tesoros en
el cielo mientras vivimos para el Señor, Hebreos 10:34. Los ladrones no pueden
robar estas riquezas. Nuestro tesoro en el cielo no será dañado ni corroído ni
se envejecerá, Mateo 6:20, 1 Pedro 1:4.
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