2 ¾ Dios
¿Hay
Dios?
Las Sagradas
Escrituras no argumentan sobre la evidencia de que Dios es. Ellas más bien
declaran que existe y que “es necesario que el que se acerca a Dios crea que le
hay”, Hebreos 11.6. Para ilustrar esta verdad, Hebreos 3.4 dice: “Toda casa es
hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios”.
El hombre debe
saber esto porque vemos a Dios en la creación. Declara Romanos 1.20: “Las cosas
invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde
la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas”. Así,
quien dice que no hay Dios, manifiesta que está ciego ante la evidencia y no
quiere reconocer a su Dios.
¿Cuántos
Dioses hay?
“Hay
un solo Dios”, y agrega 1 Timoteo 2.5, “un solo mediador entre Dios y los
hombres”. Los muchos dioses de los hombres son ídolos. El único Dios se revela
en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Aunque no se encuentra
en
Nadie puede
comprender o explicar cómo un solo Dios puede ser tres personas, porque somos
humanos y finitos, pero Él es divino e infinito. Lo creemos porque
¿Cómo
es Dios?
·
Dios es invisible e inmortal. Es “el Rey
de los siglos, inmortal, invisible, [el] único y sabio Dios”, 1 Timoteo
1.17. Leemos en Juan 1.18: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”. Aunque nadie ha visto la
Trinidad divina, ella se ha manifestado en la persona del Señor Jesucristo,
quien era y es Dios manifestado en carne; 1 Timoteo 3.16.
·
Dios es todopoderoso. Todo es posible
para Él; dijo Jesús en una ocasión que cierta cosa es imposible para los
hombres, “más para Dios todo es posible”. Por esto le honramos y confiamos en
Él.
·
Dios ve todo y sabe todo. Él conoce el pasado,
el presente y el futuro de todo y todos. Por esto también le tememos: “Todas
las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta”, Hebreos 4.13.
·
Dios es Espíritu. Juan 4.24 añade a esto
que los que le adoran, lo hacen en espíritu y en verdad. Léase el relato sobre
la visita de Pablo a Atenas, Hechos 17.16 al 34, notando que “no debemos pensar
que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de
imaginación de hombres”. Él no habita en templos hechos por manos humanas,
explicó el apóstol. Estando Él en todas partes, y siendo un santo ser, no
debemos procurar reducirle a figuras que agradan nuestras imaginaciones ni
intentar adorarle por medio de imágenes. Como dijo Pablo en esa misma ocasión,
“Él no está lejos de cada uno de nosotros”.
·
Dios es santo y puro. Él odia el pecado.
Por tanto, debemos reverenciarle y reconocer que no es como nosotros. En su
morada “no entrará ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira”,
Apocalipsis 21.27.
·
Dios es amor. Él no hace acepción de
personas; su amor se extiende a todo el mundo. “Nadie tiene mayor amor que
este, que uno ponga su vida por sus amigos… Dios muestra su amor para con
nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”, 1 Juan
4.8, Juan 15.13, Romanos 5.8.
·
Dios es justo. Siendo a la vez santo, Él
no puede permitir que su amor le haga mentiroso. En misericordia ofrece perdón
a todo pecador para limpiarle y darle entrada al cielo. Esto puede ser
solamente a base del arrepentimiento del pecado para recibir el perdón. Dios es
justo en su palabra y con justicia juzga a todos los que rechazan su oferta de
amor.
Jesús
dijo en Juan 3.16 al 18: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga
vida eterna. El que en él cree no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”.
¿Qué
ha hecho Dios?
No hay comentarios:
Publicar un comentario