La propiciación
Alan Summers
Puntos
clave
·
La propiciación implica quitar la ira
de Dios contra el pecado.
·
La propiciación se consiguió por medio
de la muerte de Cristo.
·
La propiciación se logró porque la
muerte de Cristo por el pecado es un sacrificio aceptable a Dios y que aplaca
su ira hacia el pecador.
La propiciación describe lo que sucede
cuando la ira de Dios es apaciguada. Como la Biblia enseña que el pecado
provoca la ira de Dios, la pregunta es si hay algo que se pueda hacer para
apaciguar esa ira. La respuesta es que, con la muerte de Cristo, se ofreció un
sacrificio que propició a Dios. En otras palabras, la muerte de Cristo por el
pecado agradó tanto a Dios que se efectuó la propiciación. La propiciación
enfatiza que el regalo o el sacrifico que se ofreció aplacó su ira. Una idea
secundaria y distinta es que la ira se agota en el regalo o el sacrificio. Este
concepto está relacionado con el de la sustitución, donde la ira que nos
correspondía fue cargada sobre Cristo.
La propiciación nos
recuerda que, aunque es cierto que Dios ama al mundo, Él también odia el
pecado, y los que cometen pecado son objeto de su ira. A la vez, Él ama a sus
criaturas, ¡pero odia sus pecados y ofensas! El propósito de un sacrificio
propiciatorio es permitirle a Dios que trate con los pecados, pero que perdone
al pecador. La propiciación se enfoca en uno de los grandes efectos que tuvo
del sacrificio de Cristo en relación con Dios: quitar la causa de la ira.
En el Antiguo
Testamento, las palabras “expiar” (kafar) y “expiación” (kofer) se usan para
describir el efecto del sacrificio por el pecado. Una interpretación
tradicional de la expiación denotaba un sacrificio que “cubría” el pecado. Así
pues, se sobreentiende que no quitaba el pecado, sino que solo lo ponía fuera
de la vista de Dios.[1]
Por lo tanto, se concluyó que la expiación debía contrastarse con la muerte de
Cristo que “quita” el pecado (Heb. 9:26). Pero, la mejor posición es que la
doctrina de la expiación del Antiguo Testamento es deficiente por la misma
razón que todos los sacrificios del Antiguo Testamento también eran
deficientes, a saber, que no tenían mérito intrínseco y requerían repetición.
Eran provisionales y anticipaban el sacrificio final de Cristo. Si la palabra
kafar significa, como creo yo, purgar o reconciliar o, en ocasiones, apaciguar
por medio de un regalo, es una doctrina que se reconoce en el Nuevo Testamento
y de ninguna manera es un concepto deficiente del Antiguo Testamento[2]. Por consiguiente, aunque la expiación no se
mencione como un tema distinto en este escrito, ocupa su lugar junto a la
doctrina de la propiciación. También se pudiera haber mencionado en relación
con la reconciliación o la doctrina del lavamiento o la purificación.
ESCRITURAS CLAVE
¨ Cristo
Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre,
para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia,
los pecados pasados (Romanos 3:24-25).
¨ Por
lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar
los pecados del pueblo (Hebreos 2:17).
¨ Hijitos
míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la
propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino
también por los de todo el mundo (1 Juan 2:1-2).
¨ En
esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él
nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados (1
Juan 4:10).
¨ El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no
verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él (Juan 3:36).
¨ Nadie
os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre
los hijos de desobediencia (Efesios 5:6).
CITAS CLAVE
Ningún hombre dejará
de temblar hasta que sostenga que Dios es propiciado solamente por aquella
expiación en la cual Cristo padeció su ira. En otras palabras, la paz no se
debe buscar en ningún otro lugar más que en las agonías de Cristo, nuestro
Redentor[3].
(Juan Calvino)
La muerte de Cristo
propició a Dios, apartando su ira y permitiendo que Él recibiera en su familia
a aquellos que pongan su fe en el que lo satisfizo. El alcance de la obra
propiciatoria de Cristo abarca todo el mundo (1 Juan 2:2) y la base de la
propiciación es su sangre derramada (Romanos 3:25)[4].
(Charles Caldwell Ryrie)
Cuando los hijos de
Dios pecan, provocan su ira. Claro, su ira no es una falta de control
irracional, como tantas veces lo es en los seres humanos. Su ira es la
oposición resuelta de su santa naturaleza a todo lo que es malo. Esta oposición
al pecado no se puede desestimar con un simple gesto de la mano. Requiere de
algo mucho más significativo y la Biblia declara que solamente la cruz hizo
esto… Cuando el Nuevo Testamento habla de la “propiciación”, significa que la
muerte de Jesús en la cruz por el pecado de la humanidad apaciguó la ira de
Dios contra su pueblo de una vez por todas... Como en el Antiguo Testamento
Dios se reunía con su pueblo cuando la sangre de la ofrenda por el pecado era
rociada sobre el altar, así también la muerte de Cristo nos lleva a tener
comunión con Dios. [5]
[2] Theological
Wordbook of the Old Testament [Libro de palabras teológicas del Antiguo
Testamento] 1:453. Véase la cita al final del capítulo.
[3] Institución de
la religión cristiana.
[4] Síntesis de
doctrina bíblica
[5]
Glosario Holman de términos bíblicos, p.370
[6] Theological Wordbook of the Old Testament [Libro de
palabras teológicas del Antiguo Testamento] pp.452-453
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