1. BIBLIOLOGIA
La Revelación.
I. Introducción
El hombre, desde que perdió su posición privilegiada en el Edén a consecuencia de su desobediencia, no puede alcanzar ni un ápice en el conocimiento de su Creador. Ni siquiera si aplicamos todo nuestro intelecto, ni siquiera si juntamos a todos los sabios que este mundo ha dado, podemos llegar a conocer algo de Dios (Job 11; 7). Por tanto, como somos incapaces de conocerlo, el hombre lo niega de todas las formas posibles. El único que puede comprender todo lo que significa nuestro Creador es el Espíritu Santo (1 Corintios 2:10).
Pero Dios no ha querido quedar sin comunicarnos su plan de salvación. En la misma naturaleza dejó escrito su revelación y a través de su Palabra nos ha dejado una más específica. La primera la conoceremos como revelación “Natural” o “General” y la segunda como revelación “Especial”.
De estos dos modos Dios se ha provisto comunicarnos su plan de Salvación, de modo que puede llegar hasta el hombre que nunca ha conocido el Evangelio y hasta el hombre más instruido que exista en el planeta.
II. Revelación General.
Esta revelación no llega en forma directa o verbal. Dios la puso en la naturaleza, ya que ella muestra la gloria de Dios. Dios habla por medio ella, en la fuerza de la misma. Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, dice: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20). Es mas, puso en el corazón la ley (Romanos 2:14) que le permite discernir entre lo bueno y lo malo, de modo que no tienen escusa ante la Justicia de Dios. “Esta revelación general nunca ha sido exclusivamente natural, sino que tiene dosis de sobrenatural”. Incluso antes de la caída del ser humano, Dios se reveló a éste en forma sobrenatural. Durante la historia, Dios se reveló repetidamente de este modo y fuera de la esfera de la Revelación especial. (Leer Génesis 20: 3ss, Génesis 40: 5ss, Génesis 41: 1ss, Jueces 7:13, Daniel 2:1ss, Salmo 19:1,2).
El problema con esta revelación es que tiene ciertos límites. Comprueba Su existencia, y algunos aspectos de Su carácter, pero no revela todo lo que necesitamos saber acerca de Dios.
III. Revelación Especial.
Debido al accidente ocurrido en el Edén, con la introducción del pecado, la revelación General no es suficiente para conocer al Dios y sus designios. Además, el hombre quedó sujeto a los poderes de las tinieblas y a la ignorancia, del error y la incredulidad y ceguera, que nos impide entender adecuadamente la revelación original. El hombre, en su calidad de pecador, ha pervertido la revelación original y se deleita incluso en cambiar la verdad de Dios, siguiendo los designios de Satanás. Por lo tanto, es necesario que Dios se manifieste en forma especial. En la actualidad esta revelación especial está totalmente reflejada en la Biblia. Todas las formas que Dios se manifestó Dios para dejarnos su revelación están en este Libro Santo
¿Qué persigue esta revelación? Esta revelación tiene cuatro propósitos. (a) Corregir e interpretar las verdades que se recolectan de la revelación General. (b) Iluminar al ser humano para que pueda volver a entender el testimonio de Dios en la naturaleza. (c) Proveerle al ser humano una revelación del amor redentor de Dios. (d) Cambiar totalmente la condición espiritual del ser humano, redimiéndolo del poder del pecado y dirigiéndolo de vuelta a una vida de comunión con Dios.
¿Cuáles son los medios que Dios utilizó?
La Suerte: Hoy en día no se estimaría muy favorable el uso de la suerte, sí sirvió para comunicar el pensamiento de Dios. Revisar los siguientes pasajes: Proverbios 16:33, Hechos 1: 21-26, Levítico 16:8 – 10, 1 Samuel 14:40-43, Jonás 1:7, Lucas 1:9.
Urim y Tumin: El Pectoral que usaba el sumo sacerdote era una pieza cuadra de un material primoroso que estaba doblado a la mitad y abierto en la parte de arriba como una bolsa. Este pectoral estaba adornado con piedras preciosas que tenían grabados los nombres de las tribus de Israel. Posiblemente son dos piedras preciosas que se guardaban en el interior de esta bolsa, que se usaban para determinar la voluntad de Dios. Urim y Tumin significa luces y perfecciones. Revisar: Éxodo 28:30, Número 27:21, Deuteronomio 33.8, 1 Samuel 28:6, Esdras 2:63
Sueños: Dios usó los sueños para comunicarse muchas veces durante el A.T., y lo hará de nuevo en el tiempo de la segunda venida de Cristo (Génesis 20:3,6, Génesis 31:11-13,24, Génesis 40-41, Joel 2:28). Los no creyentes han experimentados sueños dados por Dios (Génesis 20:3, Génisis 31:24, Daniel 2).
Visiones: Es aquello que Dios muestra de forma sobrenatural al espíritu o a los ojos corporales. En la Biblia no siempre se distingue netamente entre visiones y sueños, pero señala la gran diferencia entre las visiones vanas (Job 20:8; Isa 29:7) y las visiones de los profetas de Jehová. Las visiones pueden dirigirse a los sentidos por mediación de un objeto externo, por ejemplo, Moisés vio la zarza ardiente (Éxodo 3:3).
Pueden también presentarse a la imaginación, sin el concurso de los sentidos. Ezequiel tuvo una visión de cuatro seres vivientes (Ezequiel1:4-28). La visión se dirige en ocasiones sólo a la inteligencia. Un ejemplo es la revelación de las semanas (Daniel 9:20-27). Las visiones no están reservadas únicamente a los santos; hubo paganos que las tuvieron (Números 24:4, 16; Daniel 2:3-23; Isaías 1:1; Isaías 6:1; Ezequiel 1:3; Hechos 10:3,17; Hechos. 26:13-19; 2 Corintios. 12:1-4)
Teofanías: Antes de la encarnación en la persona del Señor Jesucristo, Dios asume la forma humana, para llevar un mensaje personalmente. Las Teofanías se asociaban con la aparición del Ángel de Jehová, quien comunicaba el mensaje divino a las personas. Revisar los siguientes pasajes: Génesis 16:7-14; Génesis 18; Éxodo 3:2; 2ª Samuel 24:16; Zacarías 1:12; Génesis 32:24-30; Daniel 3:25; Josué 5:13-15; Éxodo. 33:18-23; Ezequiel.1:1; Apocalipsis 19:11-13; Daniel. 7:13,22
Ángeles: Dios usa a los Ángeles para llevar su mensaje a las personas o para tareas de ayuda de los suyos o ejecutar juicios. Revisar: Daniel 2:10-11; Lucas 2:10-11; Apocalipsis 1:1; Apocalipsis 19:1; Hechos 12:7,23.
Profetas: Los profetas del A.T. fueron portadores del mensaje de Dios a la humanidad o a una persona, al igual que los profetas del N.T. Ellos hablaban con autoridad porque comunicaban la Palabra del señor.
Un predicador o maestro de hoy en día no se le puede calificar de profeta tal como es expresado en la Escritura; pero lo es en el sentido que él proclama o explica la palabra de Dios, previamente dada y escrita (2 Samuel 23:2; Zacarías 1:1; Efesios 3:5)
Eventos: La Actividad de Dios en la historia constituye una vía de revelación. El librar al pueblo de Israel de Egipto reveló los hechos justos de Dios, de acuerdo a Miqueas 6:5. Los actos de juicio revelan quién es Dios (Ezequiel 25:7); y la encarnación de Cristo exhibió a Dios (Juan 1:14). Estos eventos tienen que ser históricos y basados en hechos para que también sean comunicativos; porque hoy algunos están poniendo la fe existencial antes que la histórica. En otras palabras, están intentando crear la revelación aparte de los hechos históricos. No sólo tienen que ser históricos los eventos, sino que además tienen que ser interpretados por medio de la inspiración divina si es que vamos a entender su significado en forma precisa. Por ejemplo, muchas personas fueron crucificadas, ¿cómo sabemos que la crucifixión de un Jesús de Nazaret pagó por los pecados del mundo? La Palabra de la revelación especial clarifica e interpreta correctamente el significado de los eventos
Jesucristo: La encarnación de Jesucristo fue una avenida sumamente importante de revelación especial. En esta se puede ver que: (a) El explicó al Padre (Juan 1:14); (b) Reveló la naturaleza de Dios (Juan 14:9); (c) El poder de Dios (Juan 3:2); (d) La sabiduría de Dios (Juan 7:46); (e) La gloria de Dios (Juan 1:14); (f) La vida de Dios (1 Juan 1:1–3); (g) y el amor de Dios (Romanos 5:8). Nuestro Señor hizo todo esto por Sus hechos (Juan 2:11) y Sus palabras (Mateo 16:17).
La Biblia: Es la más inclusiva de todas las avenidas de la revelación especial, porque ella contiene en forma permanente muchos aspectos de las otras avenidas. Dios indudablemente dio otras visiones, otros sueños, y otros mensajes proféticos que no fueron incluidos en la Biblia, no sabemos ninguno de sus detalles (Juan 21:25). La Biblia, es tanto el registro de los aspectos de la revelación especial como la revelación misma. La revelación en la Biblia no solamente es inclusiva, sino que también es precisa (Juan 17:17), progresiva (Hebreos 1:1), y con propósito (2 Timoteo 3:15–17).
IV. Algunas consideraciones
La Revelación Especial está contenida en la Biblia y contiene un registro de la revelación de Dios a través de las edades, culminando en la máxima expresión de revelación de Dios en la Persona de Cristo (Hebreos 1:1-2). Esta revelación nos dice todo lo que necesitamos saber acerca de Dios, el ser humano, la creación y la salvación.
Debemos notar ciertos detalles acerca de esta revelación especial: (a) Es una revelación en la cual Dios se manifiesta, y nos enseña como es. (b) Lo hace en diversas formas; pero la fundamental es por medio de proposiciones (Juan 3:16; Romanos 3:23). (c) Es una revelación en la cual Dios usa diversos medios de comunicación: Ángeles, Teofanías, sueños, visiones, eventos históricos, la persona de Cristo. (d) En esta revelación intervienen los profetas (A.T.), Cristo (evangelios) y los apóstoles (N.T.).
Es particular. Esta revelación está disponible ahora solamente al consultar las Sagradas Escrituras. La revelación especial es específica. Dios se revela a Su pueblo. Este pueblo de Dios son los hijos de Abraham, sea por descendencia natural (Génesis. 12:13) o espiritual (Gálatas 3:16, 29).
Es progresiva. En el testimonio de la historia bíblica Dios se da a conocer, y da a conocer Su voluntad y Su verdad, en forma progresiva, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, es una revelación de menor a una más completa (Hebreos 1: 1-3).
Es verbalizada o proposicional. En reconocimiento a la limitación humana, Dios escogió desde el principio darse a conocer en una manera directa. Dios ha entrado en este mundo a través de la historia. Dios ha actuado y ha hablado para redimir a la raza humana del mal que ésta se había acarreado sobre sí misma. Mediante milagros, el éxodo, y finalmente por medio de Jesucristo, Dios se ha revelado en la historia. Vale la pena subrayar que la revelación especial incluye no solamente los actos de la historia, sino también la interpretación profética/ apostólica de esos eventos.
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