viernes, 2 de noviembre de 2012

Doctrina Acerca de los ángeles


Naturaleza de los ángeles


            Criaturas. En otras palabras, son seres creados (Salmo 148:2-5). Fueron hechos de la nada por el poder extraordinario de Cristo  para que lo alabaran (Colosenses 1:16). No se nos dice la época de su creación, pero se supone que al séptimo día ya lo estaban (vea Job 38:6-7). La rebelión de Satanás dejó dos clases: los ángeles buenos, y los malos. Por ser criaturas, los ángeles “buenos” no aceptan la adoración (Apocalipsis 19:10; Apocalipsis 22:8-9) y el hombre, por su parte, ha recibido orden de no adorarlos (Colosenses 2:18).
            Espíritus. Las Escritura describe a los ángeles como espíritus (Hebreos 1:14), que a diferencia del hombre, no están limitados por las condiciones naturaleza o físicas. Aparecen y desaparecen a voluntad, y viajan con rapidez inimaginable sin empleo de medios naturales.  Aunque son puramente espíritus, tienen la capacidad de asumir la forma humana con el objeto de que su presencia sea visible para el hombre (Génesis. 19:1-3). Ellos no están sujetos a la muerte (Lucas 20:36), indicado por  el mismo Señor Jesucristo. En el mismo pasaje se describe a los ángeles como si fueran varones, pero en realidad son asexuales, es decir, no se propagan, no tienen necesidad de matrimonios para perpetuar su descendencia (Lucas 20:34-35).
            Obedientes y Reverentes. Cumplen su comisión sin discutir ni vacilar. Por lo tanto, cuando oramos de la siguiente manera: "Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra",  de modo que cumplen lo que Dios les manda. (Mateo 6:10 compare Salmos 103:20; Judas 1:6; 1ª Pedro 3:22).
            Su Actividad más elevada es la adoración de Dios (Nehemías 9:6; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:6) y su forma es de la máxima reverencia (Isaías 6:1-7)

Carácter de los ángeles
            Sabios. En 2ª Samuel 14:17 se presenta una mujer ante David y en su adulación expresa: "…mi señor el rey es como un ángel de Dios para discernir entre lo bueno y lo malo”. Este proverbio expresa que se tenía en cuenta la sabiduría de los ángeles y su capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo. La inteligencia y sabiduría de los ángeles excede a la del hombre en esta vida, pero es necesariamente finita. Los ángeles no pueden directamente discernir nuestros pensamientos (1ª Reyes 8:39), donde solo Dios puede ver completamente; y su conocimiento de los misterios de la gracia es limitado (1ª Pedro 1:12).  Un escritor hace la siguiente conjetura: "Se afirma que su imagen intelectual es tanto más amplia que la nuestra, que una sola imagen en la mente angelical puede abarcar más detalles que una vida de estudio podría revelarnos a nosotros aquí."
            Humildes. No abrigan resentimientos personales, ni tampoco denuncian o vilipendian a sus opositores (2ª Pedro 2:11, Judas 1:9). Sólo visualizamos que uno de ellos se llenó de orgullo y arrastró una tercera parte de los ángeles en su caída.
            Poderosos. Son "poderosos en fortaleza." (Salmos 103:20). En la resurrección del Señor, ellos removieron la piedra que tapiaba la entrada a la tumba para demostrar que Él ya no estaba allí (Mateo 28:2).  Ellos pudieron destruir a Sodoma y Gomorra  (Génesis 19) y un ejército enemigo de Israel (2ª Reyes 19:35).
            Santos. Los ángeles  son Separados por Dios y para Él, son "santos ángeles"  (Mateo 5:21; Marcos 8:38; Lucas 9:26; Apocalipsis 14:10).  Ellos cumplen la voluntad de Dios (Apocalipsis 7:1; 8:2)  y son de apoyo a los creyentes (Hechos 5:19; 8:26; 10:3).

Personalidad de los Ángeles
            La personalidad se define por existir tres atributos en la persona: Inteligencia, Sensibilidad (sentimientos) y Voluntad. Y encontramos estos tres atributos en los ángeles. Revisemos cada uno de ellos.
            Inteligencia.   La capacidad e interés de aprender y conocer es inherente a las personalidades con inteligencia, sino fuese así el hombre estaría todavía atrasado en cuanto a conocimientos y no veríamos todos los avances tecnológicos que a diario nos llegan hasta nosotros. Los ángeles  ponen en evidencia el deseo de aprender de nuestra maravillosa creación en Cristo (1ª Pedro 1:12).  Con el surgimiento del pecado, la sabiduría e inteligencia de los ángeles que pecaron se corrompió, se decía de Satanás (posiblemente el más poderoso de los ángeles) antes de su caída, que era “el sello de la perfección, lleno de sabiduría” (Ezequiel 28:12). Tras su caída, Dios dijo de él: “corrompiste tu sabiduría” (Ezequiel 28:17).
            Además, el lenguaje es medio de comunicación de los seres inteligentes, y  los  ángeles se comunican  con el hombre en su idioma natural del receptor del mensaje (Mateo 2:13; Lucas 1:10-22); damos por sentado que los ángeles se comunican entre ellos en un lenguaje sublime e incompresible para el hombre (1 Corintios 13:1).
            Ellos están al corriente de cosas como la oración de los hombres o lo que espera alguna persona (Lucas 1:13-16), porque Dios se los informa. Conocen los juicios de Dios para el mundo, porque Dios se los ha revelado (Apocalipsis. 10:5,6; 17:1-18).
            Este conocimiento también es extensible a los demonios, ellos saben que Jesús es el Hijo de Dios (Marcos 1:24-34), conocen su poder (Marcos. 5:7), son consientes de lo que les espera (Lucas. 8:31) y de su inevitable tormento (Marcos. 8:28-29).
            Son  suficientemente inteligentes para llevar a cabo las sabias y grandes obras de Dios (Marcos. 13:27; Hebreos 1:7,14). A pesar de ser tan inteligentes, su inteligencia es limitada: son criaturas, no son omniscientes como Dios. ¿Qué no entienden en totalidad? (1) La redención y la admirable obra de humillación del Señor en su encarnación y muerte (1ª Pedro 1:11-12); (2) su conocimiento se incrementa mediante la observación y la indagación (Hebreos 12:1); (3) ellos no saben el momento exacto de la segunda venida del Señor (Mateo 24:36).
a)            Sentimientos. Otra característica de las personalidades son los sentimientos, ya sean estos buenos o malos. Teniendo en cuenta su gran inteligencia, podemos pensar que de ella derivan profundos y delicados sentimientos. Encontramos en la Escritura algunos hechos que manifiestan sus profundos sentimientos: (1) Se regocijan en la creación con la obra que Dios realizaba (Job 38:7). (2) Los Serafines adoran con profundo temor y humilde reverencia (Isaías 6:3). (3) Los ángeles se regocijan por la salvación de un pecador arrepentido (Lucas 15:10).
Voluntad. El último rasgo de la personalidad es la voluntad. En el hombre es la capacidad de emprender empresas con algún fin, aunque alguna de ellas parezcan locura como en el caso de Colón y su nueva ruta que llevaba a las Indias. Este rasgo de voluntad es propio de Dios que lo impuso en sus criaturas. En los ángeles  lo podemos encontrar. Del estudio de las Escrituras podemos sacar las siguientes conclusiones:
            Se les creó para que hiciesen  la voluntad de Dios con inteligencia y lealtad.
            Los ángeles tienen voluntad propia y podrían tomar sus propias decisiones. Podemos visualizar este rasgo en Lucifer y los que le siguieron (Isaías 14:12-15) ya tuvieron la voluntad de revelarse contra Dios. Por lo cual, Dios hace un llamado a la voluntad de los ángeles y los insta a adorar a Cristo, su Hijo (Hebreos. 1:6).

Números  y Organización.
¿Cuántos son?
            La Biblia no contiene información respecto al número de los ángeles, pero indica muy claramente que constituyen un ejército poderoso y numeroso. Repetidamente se le llama el ejército del cielo, o de Dios, y este término por sí mismo señala a un número de grande proporción (Deuteronomio 33: 2; Salmo 68: 17).  En  Marcos 5: 9, 15, cuando el Señor le pregunta al demonio que tenía el gadareno su nombre, este le indica que se llama “Legión”; y en Getsemaní (Mateo 26: 53), el Señor le recrimina a Pedro que no tenía necesidad de la ayuda  que le estaba dando, hiriendo a las personas, el Señor no había venido para eso, si hubiese querido ayuda para destruir, hubiese orado y el Padre le hubiese enviado doce legiones.  Para que tengamos una idea de lo que significa, la legión romana no era siempre igual sino que variaba de 3.000 a 6.000 soldados. La sola idea de limitarnos a eso sería exactamente eso, limitarnos a un número, ya que por los otros pasajes citados, se habla de millares y no de miles.
            En Apocalipsis 5:11 nos dice: “…y su número era millones de millones…” (Hebreos 12:22 dice: “…compañía de muchos millares de ángeles…”).  Podemos ver  que la expresión se puede describir numéricamente del siguiente modo: 1.000.000 * 1.000.000. La operación matemática entrega como resultado “1.000.000.000.000” (UN BILLÓN) de ángeles, una cantidad astronómica. En retórica tenemos el término de “figura literaria” para expresar una idea que no alcanza a dimensionar en su totalidad y se usa para dar una idea de la inmensidad. Por lo cual, esta medida sólo puede ser una expresión o figura de la gran cantidad de ángeles que veía Juan en la visión del Cordero que tomaba el libro y todos lo alababan, incluyendo los ángeles. Es muy posible que Juan cuando veía su visión,  con su vista no alcanzaba ver cuando terminaba los “escuadrones de Dios”.

Organización
      Dios es un Dios de orden  y nada  esta desorganizado en su creación. Los astros giran en perfecta simetría entre ellos, sin que nada los distraiga en su rumbo a menos que Él lo permita. Sólo el ser humano vive en desorden porque su vida está desordenada a causa del pecado y se complace en tal desorden, exceptuando a los que salen de tal regla.
      En el Orden establecido, podemos encontrar en las Escrituras que los ángeles estaban perfectamente organizados, podemos presumir que son:
            Asambleas: En Job 1:6 se menciona que los “hijos de Dios” se presentaron delante de “Jehová”, indicando que se reunían en asambleas.  De acuerdo al pasaje de Job 2:1 podemos saber que eran periódicas, que seguramente estaban ajustados a un plan. De hecho todos estaban reunidos, de acuerdo a Job 38:7, durante la creación.
            Orden Militar: Otro tipo de organización que podemos visualizar al leer en la Biblia es la Militar, lo cual nos indica que es una estructura perfectamente ordenada.  Miguel conducirá ordenadamente a las huestes celestiales en la gran tribulación que pelearán contra “el dragón y sus ángeles” (Ap. 12:7-9).  Este mismo orden militar lo encontramos en los ejércitos de Satanás que también son ordenados (Ap. 9:1-11).
            En Otras Referencias podemos encontrar otras formas de organización respecto a los ángeles, y estas son: Tronos, dominios, principados, potestades, poderes, señoríos, huestes espirituales del mal (Romanos 8:38; 1ª Corintios 15:24; Efesios 1:21; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 2:10,15).
            Los ángeles no constituyen un organismo, pero  es evidente que tienen alguna organización. Esto se ve en el hecho de que al lado del nombre general "ángel" un prefijo que lo identifica con una función. La Biblia usa ciertos nombres específicos para indicar diferentes clases de ángeles. Y el  mismo significado de  algunos de los nombres de los ángeles indica su rango

Clasificación.
            En nuestro estudio sobre los ángeles, la clasificación de cada jerarquía se determina en base a la proximidad de los ángeles a Dios.
            Arcángel: Su etimología implica un primer rango entre los ángeles. Al prefijo Arche (gr.)  significa primero. Sólo Miguel lo ostenta (Judas 1:9) y es a él que también se le llama “uno de los principales príncipes” (Daniel 10:13). Lo anterior puede implicar que existen otros de mismo rango. Otra referencia al nombre  se encuentra en 1ª Tesalonicense. 4.16 y este pasaje está en relación a la venida del Señor.
            Querubines: Esta palabra deriva del Plural del hebreo cherub,  que es de un origen incierto. La palabra querubín que nosotros conocemos viene del griego querub, que pudiera significar “toro, o los próximos, o segundos”.
            Estos ocupan un lugar muy alto y cerca del trono de Dios. Creados con gran belleza e indescriptible poder. Su ocupación mayor es la defensa del santo carácter y presencia de Dios. Revelan  la majestad, el poder y la gloria de Dios. A ellos se les encomendó a cuidar el acceso al Edén para evitar que el hombre volviese a comer del árbol de la vida (Génesis 3:24). En el tabernáculo, dos figuras de ellos estaban en el propiciatorio donde la sangre fue rociada en el día de la expiación (Éxodo 25:18-20; Levítico 16:15; Hebreos 9:5).  Además se encuentran en el velo del tabernáculo (Éxodo 26:31). Ellos son el vehículo de Dios  (Salmo 8:10).
            En ellos  predomina una apariencia humana (Ezequiel 1:5; 10:8). De acuerdo a Ezequiel 10:9 se presume que son cuatro. 
            Ezequiel nos da una descripción  general de ellos. Ellos tienen cuatro rostros: el primera era rostro de querubín;  el segundo,  de hombre;  el tercero,  cara de león;  el cuarto,  cara de águila (Ezequiel 10:14, cf. 1.10). Y todo su cuerpo,  sus espaldas,  sus manos,  sus alas […] estaban llenos  de ojos… (Ezequiel 10:12).  Poseen cuatro alas. El estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera,  como la voz del Dios Omnipotente cuando habla (Ezequiel 10.5). Lucero es un Querubín (Ezequiel 28:14,16).
            Algunos  identifican a los Querubines  con los Seres Vivientes que describe el apóstol Juan  en  Apocalipsis 4:6. Pero veremos que lo descrito por Juan difiere a lo expuesto por Ezequiel.
            Serafines (saráf): La palabra deriva de una raíz  que significa “quemar” (ardiendo) o posiblemente, “ser noble”. Otros eruditos  piensan que la palabra significa Amor o está relacionado con ella.
            En las Escrituras  sólo se menciona  en dos versículos, y estos se encuentran en el Libro de Isaías (Isaías 6:2,6).  De acuerdo a lo descrito por Isaías, es una orden  similar a los Querubines. Su obra es permanente alrededor  del trono de Dios, y ellos están ocupados en la santidad divina, porque uno de ellos se acercó al profeta con un carbón encendido tomado del altar, de modo que la culpa  fue quitada y de su pecado fue limpio (6:6). Por lo cual podemos concluir que se interesan en la reconciliación del  hombre por medio de la purificación del pecado.
            Se ocupan de la adoración y la alabanza a Dios continuamente (6:3): “Y el uno al otro daba voces,  diciendo: Santo,  santo,  santo,  Jehová de los ejércitos;  toda la tierra está llena de su gloria”.
Algunas características son: Agente de limpieza, Alabanzas a Dios; Tienen seis alas,  con dos cubrían sus caras y rostros de la majestad divina;  con dos para cubrir sus pies, que representan las imperfecciones naturales ante la perfección divina;  y dos para volar y ejecutar las órdenes de Dios
            Los seres vivientes mostrados Apocalipsis 4 y 5 y otros pasajes (6:1,6; 7:11:14:3; 15:7; 19:4)  están relacionados con el trono de Dios, y lo guardan, y en la alabanza. Si comparamos  con Querubines, por su oficio son muy parecidos, de modo que algunos piensan que son idénticos a los Querubines, pero su oficio (4-8) es la alabanza y  adoración de Dios, como hacen los Serafines. Con seguridad sabemos que son ángeles ministrando en la posición que Dios escogió para ellos.
            El siguiente cuadro sinóptico muestra las similitudes de la visión de Ezequiel y la de Isaías con la vista de Juan.  Vemos que a pesar de ser tan similares a la mostrada en Ezequiel, no son iguales; y al mismo tiempo la visión de Juan tiene características  mostradas por Isaías. Por tanto, la conclusión es: los “seres vivientes” presentada por Juan es un tipo diferente de ángel, que reúne características  de la visión de  Ezequiel e Isaías.







Ángeles escogidos: Se hace referencia  por única vez  en 1 Timoteo 5:21. Es muy posible que se haga referencia a los ángeles que pasaron la gran prueba que fue la rebelión de Satanás, por tanto corresponde a los ángeles aprobados por Dios.
Principales Príncipes: La frase “Principales Príncipes” se encuentra en Daniel 10:13 y  se refiere a un grupo de ángeles superiores.  De este grupo de principales príncipes,  Miguel es aparentemente el principal, porque él es el arcángel.  En un libro no escriturario llamado Enoc  se menciona a Gabriel, entre otros,  como dotado de pararse alrededor del trono de Dios (Enoc 9:1; 40:9). También enumera a siete ángeles como arcángeles (también mencionados en el libro deuterocanónico Tobías 12:15).
Rangos y lugar entre los rangos    
            La siguiente lista de nombres se encuentra en Efesios 1:21; 3:10; Colosense.1:16; 2:10; 1ª Pedro 3.22  y también sirven para designar a los ángeles. Esta clasificación no señala diferentes tipos de ángeles, sino  el hecho que existe diferencia de rangos y lugar entre los rangos.
            Principados o Autoridades: Estas palabras, usadas siete veces por Pablo, indican una orden de ángeles tanto buenos como malos que participan en el gobierno del universo (Romanos 8:38; Efesios 1:21; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 2:10,15).
            Potestades: Esta palabra enfatiza el hecho de que los ángeles y los demonios tienen mayor poder que los humanos (2 Pedro 2:11). Véase Efesios 1:21 y 1 Pedro 3:22
            Tronos o Dominios: Esta designación en-fatiza la dignidad y la autoridad de los gobernadores angélicos en el uso que Dios hace de ellos en Su gobierno (Efesios 1:21; Colosenses 1:16; 2 Pedro 2:10; Judas 8).
            Gobernadores: En un pasaje de la Biblia los demonios se designan como los gobernadores de las tinieblas de este siglo (Efesios 6:12).

Nombres
            En la antigüedad los nombres eran significativos a los rasgos de la persona que lo llevaba. En la Biblia  los ángeles también poseen nombres con el que son designados. Las Sagradas Escrituras sólo nos revelan  algunos nombres:
            Gabriel. Este nombre hebreo significa  “Hombre de Dios” o “Héroe de Dios”, “el fuerte de Dios”. Aparece por primera vez Daniel 8: 16; 9: 21, y vuelve a aparecer  Lucas 1: 19, 26 trayendo el mensaje más grandioso dado al hombre: anuncia el nacimiento del Hijo de Dios. Por la relevancia de los mensajes traídos  por Gabriel,  puede que sea uno de los siete ángeles que se dice que permanecen delante de Dios (vea Apocalipsis 8: 2  y compárese con Lucas. 1: 19).
            La gran mayoría de comentadores lo reconocen como un ángel creado, pero algunos de ellos niegan que el nombre Gabriel sea nombre propio y lo consideran como nombre común, es decir, es un sinónimo de ángel. Algunos de los comentadores primitivos y otros de los más recientes ven en Gabriel un ser increado, y algunos hasta sugieren que debe ser la tercera persona de la Santa Trinidad, lo cual en sí constituye una serie de errores, porque no hay nada en la Escritura que lleve a pensar en eso, excepto la imaginación del comentarista.
            Miguel. Este nombre significa “¿Quién como Dios?”.  Miguel se menciona en las Escrituras en Daniel 10: 13, 21; 12:1, y en el Nuevo Testamento en Judas 9 y Apocalipsis 12:7. Rescatando el hecho de que se le menciona como "arcángel" en Judas 9, y a la expresión usada en Ap. 12: 7: “Miguel y sus ángeles”,  parecería que ocupa un sitio importante entre los ángeles.
            Los pasajes de Daniel también señalan el hecho de que Miguel es un príncipe entre los ángeles. Vemos en él al valiente guerrero que libra las batallas de Jehová en contra de los enemigos de Israel y de los malos poderes del mundo de los espíritus.
            Algunos creen que no es imposible que el título "arcángel" también se aplique a Gabriel y a otros cuantos ángeles. Pero desgraciadamente, al igual que el caso de Gabriel, algunos lo han  interpretado como una designación de la segunda persona de la Trinidad. Pero esto no es más sostenible que la identificación de Gabriel con el Espíritu Santo.
            Lucero. Este nombre  significa “El que porta o aporta la luz”. Desde el siglo III se da  el nombre de  Lucifer a Satanás, el ángel rebelde expulsado del cielo. Los poetas propagaron este apelativo en  base a lo que Señor Jesucristo indicó a los discípulos que volvían de la misión que el Señor le había encomendado: “Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lucas 10:18); y el texto en Isaías dice: “¡Cómo caíste del cielo,  oh Lucero,  hijo de la mañana!  Cortado fuiste por tierra,  tú que debilitabas a las naciones” (Isaías 14:12).
            Lucero tenía la graduación más alta, ya que se le describe como: Querubín Grande y  Protector (Ezequiel 28:12, 14,16). Miguel no pudo proferir ningún Juicio contra él (Judas 9), y por tal motivo  se infiere que él no  ha perdido su dignidad o grado a pesar de su rebelión.

Otros  nombres de Ángeles encontramos en las Escrituras y  que detallamos a continuación:
  • Vigilante (Dan 4.13-23)
  • Ángel de las aguas (Ap. 16:5)
  • Ángel que tiene poder sobre el fuego (Ap. 14:8)
  • El Ángel que ata a Satanás (Ap. 20:1.2) 

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