¿Son
peores algunos pecados que otros? [1]
Aunque es cierto que la Biblia enseña de manera general que ser culpable
de un pecado es ser culpable de todos (Santiago 2:10), también indica que hay
pecados de mayor grado y pecados de menor grado. Notamos las siguientes
palabras de Jesús:
«Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni
hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Más el que sin conocerla
hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se
haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más
se le pedirá» (Lucas. 12:47, 48).
Consideremos algunos de los diversos tipos de pecado indicados en la
Palabra de Dios.
A.
Pecados de ignorancia.
o
«Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen...» (Lucas. 23:34).
o
«Respondió Jesús [a Pilato]... el que a ti me ha
entregado [el judío malvado], mayor pecado tiene» (Juan. 19:11).
o
«Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley
también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán
juzgados» (Romanos 2:12).
o
«Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús
nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo
yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas recibido a misericordia
porque lo hice por ignorancia, en incredulidad» (1 Ti. 1:12, 13).
B.
Pecados de debilidad.
o
¿Quién
podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos» (Sal.
19:12).
o
«No ha
hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a
nuestros pecados. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos
polvo» (Sal. 103:10, 14).
o
«Y de
igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de
pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles» (Ro. 8:26).
o
«... todo
lo que no proviene de fe es pecado» (Ro. 14:23).
o
«Así que,
los que somos inertes debemos soportar las flaquezas de los débiles » (Ro
15:1).
o
«Velad y
orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto,
pero la carne es débil» (Mt. 26:41).
C. Pecados por descuido.
o
«Yo dije:
Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua... (Sal. 39:1).
o
«Guardaos,
pues, que vuestro corazón no se infatúe... (Dt. 11:16).
o
«Pero
mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles (1
Co. 8:9).
o
«Así que,
el que piensa estar firme, mire que no caiga» (1 Co. 10:12).
o
«Por
tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos
oído, no sea que nos deslicemos» (He. 2:1).
D. Pecados de soberbia.
o
«Preserva
también a tu siervo de las soberbias...» (Sal. 19:13).
o
«Y
mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e
inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal
de las potestades superiores» (2 P. 2:10).
o
«Quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican» (Ro. 1:32).
E. El pecado imperdonable.
o
«Por
tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la
blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere
alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable
contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el
venidero» (Mt. 12:31,32).
Se ha derramado mucha tinta
por estas palabras. ¿Cuál es este pecado imperdonable? ¿Quién lo puede cometer?
¿Puede cometerse hoy? Se han ofrecido dos interpretaciones principales para
explicar este pecado.
1. Que el pecado puede ser cometido por cualquier incrédulo hoy,
y ocurre cuando un pecador rechaza la voz de convicción del Espíritu Santo una
vez más de lo prudente. A partir de ese momento, el Espíritu Santo deja de
tratar con el pecador para siempre y está condenado sin esperanza, sin
oportunidad de salvación, no importa cuánto la quiera más adelante. A veces se
ofrece Génesis 6:3 como apoyo para esta teoría. Sin embargo, un examen del
pasaje muestra que este significado está completamente fuera del contexto. En
realidad no hay base bíblica para la primera teoría.
2. Que el pecado fue dispensacional en naturaleza, que fue el
pecado de atribuir a Satanás los milagros terrenales hechos por nuestro
Salvador, y por lo tanto no puede ser cometido hoy. Esta es la teoría
generalmente aceptada por la mayoría de los estudiosos de la Biblia, y el contexto
del pasaje parecería apoyar su validez. (Véase Mateo. 12:22 24.)
F. El
pecado de muerte.
«Por lo cual hay muchos
enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen» (1 Co.11:10).
“…Hay pecado de muerte...»
(1 Jn. 5:16). Al igual que en el caso del pecado imperdonable, el pecado de
muerte ha sido objeto de cierta controversia. La interpretación comúnmente
aceptada es que el pecado sólo puede ser cometido por un hijo de Dios, y ocurre
cuando el creyente vive una vida tan despreciable que el Padre finalmente lo
lleva al cielo antes de lo que lo habría hecho normalmente. En otras palabras,
así como hay parto prematuro, hay muerte prematura. Algunos piensan que hay
evidencia de esta teoría en Hechos 5:1-11; I Corintios 5:1-5 (en este caso, sin
embargo, el creyente corintio aparentemente se arrepintió, véase 2 Co. 2:6-11).
Algunos de los que mantienen esta teoría la usan como base teológica para su
interpretación de pasajes difíciles como Hebreo 6:4-10; 10:26-30.
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