Los Nombres de Dios
Los nombres en las culturas antiguas indicaba mucho del carácter del hombre (dicho sea de paso, esta costumbre se ha perdido en la actualidad). Los indígenas americanos utilizaban este tipo para identificar a sus congéneres. Podemos encontrar que sus nombres indican hechos o actos heroicos, o situaciones particulares de su carácter. Siguiendo esta analogía, los nombres en la Biblia indican características de la personalidad de un ser, por tanto, el nombre representa a toda la persona. Por ejemplo, Jacob significa suplantador, y vemos que su carácter de suplantador lo notamos en pasajes de su vida (Ex 25:24-26,30-32; 27:1-30; 30:36-43). En David tenemos al hombre amado por Dios, y precisamente significa esto el nombre: Amado.
Pero si el estado que originó el nombre cambiaba, su nombre también lo hacía. En las escrituras tenemos ejemplos de estas situaciones. En el antiguo testamento tenemos como Dios cambió el nombre de Abram por el de Abraham (Génesis 17:5). O el caso de Jacob, después de batallar con Dios, cambio por el de Israel, cuyo significado es el que lucha con Dios (Génesis 32:22-32). Otro caso lo encontramos en el libro de Jueces, en la persona de Gedeón que significa “cortante” o “talador”. Los habitantes de la ciudad exigieron la muerte de Gedeón, pero su padre argumentó que Baal mismo debía defender su causa, si era dios. Gedeón recibió el nombre de Jerobaal: «Que Baal contienda» (Ver Jueces 6: 1-32). O el caso de Noemí (placentera), siendo ella misma quien cambió por su nombre por Mara (Amarga) (Rut 1:20) por todas las penalidades que había pasado. En el nuevo testamento encontramos casos que el mismo Señor Jesucristo cambio su nombre, por ejemplo: Simón por Pedro. También tenemos el caso de Bernabé (Hijo de consolación) cuyo nombre original era José (Hechos 4:36). O el compañero de Pablo que era conocido como “Justo” pero su nombre era Jesús (Colosenses 4:11).
El Nombre de Dios.
El nombre de Dios lo encontramos Éxodo 3:14, y en hebreo es descrito sólo con 4 consonantes, YHWH, e implica una relación personal, ya que está recordando cual es su nombre, porque éste ya se conocía desde mucho antes (Gén. 2:4). Pero esta vez, Dios mismo da una explicación de lo que significa su nombre, el que en nuestra versión Reina Valera se traduce como el “Yo Soy el que Soy”.
Este nombre habla claramente del de quien es Dios y de quien es. Habla de su preexistencia, de su auto existencia, de su eternidad e inmutabilidad y de lo incomprensible que es.
A pesar de todas las investigaciones que han hecho los eruditos, no se ha podido llegar a conocer cual es la pronunciación de este nombre. Ésta se ha perdido en tiempo. Dado que el nombre era tan sagrado, que los realizaban las copias de los libros Sagrados, evitaban pronunciarlo, e incluso tenía un ritual para cada vez que lo escribían, tal llegó la superstición, que cada vez que aparecía el nombre, lo cambiaban por la palabra Adonai.
Su definición es adquirido a través de su nombre el cual es un verbo singular imperfecto en tercera persona, el cual se traduce “ser” y nos puede revela que Dios es, Dios será, o Dios vive (1 R 18; Isaías 41:26–29, 44:6–20; Jeremías 10:10, 14; Génesis 2:7;). Otra forma de explicar el significado del nombre, este se trataría de una combinación de las formas de pasado, presente y futuro de la raíz del verbo ser, para indicar la eternidad de la existencia divina. En el Nuevo testamento encontramos la perfecta congruencia de este glorioso nombre. El mismo Señor Jesucristo se presenta con esta descripción ante Juan y podemos inferir que se está presentando con su verdadero nombre. Apocalipsis 1:8 dice: “…el que es y que era y que ha de venir…”.
Adonai
Este nombre de la Deidad aparece con frecuencia en las Escrituras, y expresa dominio y posesión soberanos; también se aplica al hombre, siendo usadas en el sentido de señor y esposo. En relación a Dios quiere decir Amo y Señor majestuoso (Salmo 8; Isaías 40: 3-5, Ezequiel 16:8; Habacuc 3:19; Salmo 68:32; Isaías 6:8-11).
Este nombre es utilizado más de 300 veces en el Antiguo Testamento, siendo especialmente usadas en Ezequiel, Isaías y Daniel. En Génesis 15:2 en donde se utiliza por primera vez.
Nombres derivados de "EL"
ELOHIM. En sí esta palabra es un plural mayestático, pero no se refiere a una pluralidad de personas, sino que se refiere a una Unidad compuesta, por eso en nuestras Biblias es traducida como Dios, en singular. Esta palabra deriva de la palabra “El” (Dios). En algunos textos es traducida en plural según el contexto. En castellano tenemos palabras que expresan la misma idea, por ejemplo, familia. Esta palabra es singular, pero expresa pluralidad porque está compuesta de más de una persona.
Aparece por primera vez es Génesis 1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Aquí la palabra Elohim en vez de traducirla por Dioses, se traduce por Dios, porque ya vimos que es una unidad compuesta.
Este nombre no es propio del Dios verdadero, pues en la Biblia se le usa con referencia a los dioses falsos (Sal 95:3), a hombres (Génesis 33:10), a los gobernadores y jueces (Sal 82:6, Jn 10:34) y a los ángeles (Salmos 8:5).
Otros nombres que encontramos en las Escrituras son: (1) El Elyon, El Altísimo (el mas fuerte entre los fuertes, Isaías 14:13-14); (2) El Roi, El fuerte que ve (Génesis 16:13; (3) El Shaddai, El Dios Todo-suficiente, el Todopoderoso (Génesis 17:1-20); (4) El Olam, Dios Sempiterno (Isaías 40:28).
Nombres derivados De "JEHOVA":
Hemos dicho ya que los nombres de una persona indica cualidades de su ser. Dios también tiene estos nombres, que hablan de lo que Dios hizo por Israel en un determinado momento. Es muy importante que se estudie el pasaje correspondiente para entiendan porque se dio este nombre a Jehová.
En la Biblia encontramos nombres como los que se detallan a continuación:
(1) Jehová-Jireh, El Señor proveerá (Génesis 22:13-14);
(2) Jehová-Nissi, El Señor es mi bandera o estandarte (Éxodo 17:15);
(3) Jehová-Shalom, El Señor es Paz (Jueces 6:24);
(4) Jehová-Sabbaoth, El Señor de los ejércitos (I Samuel 1:3);
(5) Jehová-Macccadeshcem, El Señor tu santificador. (Éxodo 31:13);
(6) Jehová-Raah, El Señor es mi Pastor (Salmo 23:1);
(7) Jehová-Tsidkenu, El Señor es nuestra Justicia (Jeremías 23:6);
(8) Jehová El Gmolah, El Señor de Recompensa (Jeremías 51:56);
(9) Jehová-Nakeh, El Señor golpea o Castiga (Ezequiel 7:9);
(9) Jehová-Shammah, El Señor está presente (Ezequiel 48:35);
(10) Jehová-Rapha, El Señor tu sanador (Éxodo 15:26).
Nombre Metafórico de Dios.
Dios es mencionado en el Antiguo Testamento como Rey, Legislador, Juez, Roca, Fortaleza, Castillo, Libertador y Padre. (Salmos 24:8; Isaías 33:22; Jeremías 25:31; Deuteronomio 32:4; Salmo 18:2; Salmo 144:2; Malaquías 1:6)
En el Nuevo Testamento
En el nuevo testamento también encontramos nombres que nos hablan de la Deidad. Revisemos algunos de ellos.
Emmanuel: Es transliteración del hebreo y significa “Dios con nosotros”. La palabra se encuentra primero en Isaías (Is. 7:14; cf. 8:8,10); Mateo (1.23) aplica el nombre a Cristo. El nombre implica deidad (“Dios”) y encarnación (“con nosotros”).
Jesús. Es el nombre dado al Hijo de Dios en forma humana. Este nombre fue dado por el ángel Gabriel a María y José en distintas oportunidades (Mt.1:21; Lc. 1:31), y que después los padres se lo pusieron (Lc. 2:21). Jesús es la forma griega de Yeshua, que significa “el Señor es mi salvación” o “la salvación del Señor”.
Este nombre esta vinculado con la humillación del Señor, de hecho siempre que se menciona este nombre en las cartas, esta relacionado con este hecho. Y cuando se combina con Cristo, así como Jesucristo, habla de la exaltación del Señor, del Señor Glorificado por el Padre.
THEOS. En el griego del Nuevo Testamento este es el nombre general de Dios, y se corresponde con Elohim (El Elhoim- El Elyon) del hebreo del Antiguo Testamento. Esta palabra, Dios, se deriva de otra; se desconoce su etimología. Cabe agregar que también esta palabra Theos, es usada para designar a los dioses paganos o falsos (Hech. 7:43, 1Corintios 8:5), o a los ídolos. El contexto de cada uso revela si habla del Dios verdadero, Elohim o de un dios falso. (Juan 1:1, 13,18 – Hechos 19:26,37; 28:6)
La primera vez que se menciona es en Mateo 1:23, Dios con nosotros, refiriéndose a Emanuel Este nombre es aplicado a las tres personas de la Trinidad, pero especialmente a Dios el Padre.
PATER. Este título se corresponde con Jehová del Antiguo Testamento y expresa la relación que tenemos con Dios a través de Cristo. Se aplica a Dios 265 veces y siempre es traducida como Padre; y se identifica en la relación de Dios con todos los que han experimentado el nuevo nacimiento (Juan 1:12-13), y que, por tanto, son considerados hijos de Dios (Efesios 2.18, 4:6; cf. 2Corintios 6.18, Mateo 5.45, 48).
Padre, otorga a Dios el concepto de productor de todas las cosas y el creador del hombre. Quiere decir que todo lo que existe es producto o fruto de Dios, porque Él es el Padre, el progenitor; el que ha dado vida.
DESPOTEES (Dueño). Este título exalta a Dios en Su absoluta soberanía, y es similar a Adonai del antiguo Testamento. Este nombre ocurre solo cinco veces en el Nuevo Testamento; (Lc. 2:29, Hch. 4:24, 2 P. 2:1, Jud. 4; Ap. 6:10).
CRISTOS. Esta palabra significa el Ungido y es traducida como Cristo. Proviene de chrio “ungir”. Este es el nombre oficial del largamente prometido y largamente esperado Mesías o Salvador. El Nuevo Testamento aplica este título a Jesús de Nazaret exclusivamente.
KURIOS. Esta palabra se encuentra cientos de veces y es traducida como señor, Señor, Amo, Dueño, Propietario. En citas del hebreo frecuentemente es usado como Jehová. Este es un título del Señor Jesús como Dueño, como Señor Soberano (Mateo 20:8) y en ocasiones a dioses falsos (1Corintios 8:5). Pero fundamentalmente se le atribuye a nuestro Señor Jesucristo (Jn 20:28, Hechos 2:36).
THEOSPANTOKRATER. Esta palabra en griego quiere decir Dios Todopoderoso y tiene relación con la palabra Hebrea Shadai o El Shadai, que tiene el mismo significado. Es Empleada en 2ª Corintios 6:18; Apocalipsis 1:8; 4:8; 11:7; 15:3; 16: 7, 14. Acentúa el poder de Dios, un consuelo para los cristianos objeto de persecución.
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