Noventa y nueve
ovejas son
Más una sola sin pastor
Por la montaña va;
La puerta de oro traspasó,
Y vaga en triste soledad.
Por esta oveja el buen Pastor
Se expone con piedad,
Dejando solo aquel redil
Que le ama con verdad;
Y a la fragosa selva va
Su pobre oveja a rescatar.
Oscura noche ve venir.
Y negra tempestad;
Mas todo arrostra y a sufrir
Lo lleva su bondad;
Su oveja quiere restituir.
Y a todo trance restaurar.
Sangrando llega el buen Pastor,
La oveja herida está;
El bosque siente su dolor,
Comparte su ansiedad;
Empero Cristo con amor.
Su oveja pudo rescatar
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