domingo, 5 de abril de 2015

Doctrina: El pecado. (Parte VII)

VII.        JESÚS Y LOS PECADOS.
Si bien es cierto que Jesús vivió en un medio ambiente “hostil”, lleno de pecado, no por eso él participó de ello, más bien le daba pie a poder criticarlo firmemente, a denunciarlo con toda la energía necesaria para que el hombre se diese cuenta del grave estado en el cual estaba.
Siempre mantuvo su postura con respecto al pecado, sin embargo para todo aquel que acudía a él con fe, los perdonaba. Recordemos al paralítico llegando hasta a Él desde el techo (Mateo 9:2), o el caso de la mujer pecadora (Lucas 7:48).
Encontramos al principio y al finalizar su ministerio que limpió el templo de los cambistas (Marcos 11:15-18; Juan 2:12-16). Esta acción de los judíos en el templo constituía un sacrilegio, una irreverencia con el templo sagrado de Dios, por lo cual expulsó a quienes realizaban esta práctica de aquel lugar sagrado.
En Su incisiva condenación a la hipocresía de los  religiosos de su época (saduceos, escribas, y fariseos) (Mateo 23:1-36), nuestro Señor señaló varias formas específicas en que ellos mostraron esa hipocresía. (a) Falta de compromiso a sus propias enseñanzas (No practicaban lo que predicaban, vv. 1–4); (b) Buscaron exaltarse personalmente ante los demás, animando a las personas a que los adularan (vv. 5–12); (c) No cumplían sus juramentos por tecnicismos, al tratar de diferenciar entre jurar por el templo y jurar por el oro del templo (vv. 16–22); (d) Diezmaban “religiosamente”,  pero en promover la justicia eran negligentes (v. 23); (e) Exteriormente tenían la apariencia de ser justos, pero ellos en realidad eran hipócritas (v. 25). Además  de la  ostentación (Mateo 6:1-8) de una piedad que solo era una manifestación externa y no provenía del corazón. “Esto se puede hacer por realizar buenas acciones, como dar limosnas, orar, y ayunar con la intención de atraer alabanza de los hombres más bien que la aprobación de Dios.” Además ve  que toda Transgresión de la ley (Mateo 15:3-6),  es decir, usar la ley de un modo distinto a lo que está escrito.  Por ejemplo los escribas para evitar el socorrer a los padres ancianos, inventaron una manera  de sustraerse de obligación dedicando el dinero que se hubiera usado para ese propósito al templo, para  recibirlo nuevamente y usarlo en su propio provecho. Esto era una violación directa del mandamiento de honrar a los padres.
Otro pecado  que se destacó  fue la avaricia (Lucas 12:15). A raíz de que un hombre que busca que el Señor  fuera “juez o partidor” en temas de herencia con su hermano, percibió en él este pecado.
Pero de igual modo condenó la  Blasfemia (Mateo 12:22-37) que atribuía a Satanás el poder de los milagros del Señor Jesucristo, ya que el poder del Señor era el Espíritu Santo.  Condenó el Orgullo (Mateo 20:20-28) de  la posición de lugares de honor, lugares que el verdadero creyente no debe aspirar. Y la  Inmoralidad (Mateo 5:27-32) cometido tanto  en el cuerpo, en el corazón, o en el matrimonio.
Condenó el pecado contra terceros.  El Enojo (Mateo 5:22) puede llevar al homicidio.  Ser piedra de tropiezo (Mateo 18:6) para que otro peque. El perjuro (Mateo 5:33)  donde se deja de cumplir una promesa hecha bajo juramento.
De igual modo manifestó que la  Deslealtad (Mateo 8:19-22) es pecado, ya que pone por delante  los propios asuntos  antes de la lealtad a Cristo. El no llevar frutos  (Juan 15:16) es contrario a los propósitos de Dios. Y la  Falta de fe (Mateo 6:25)  en el cuidado de Dios.  Así mismo el  no orar (Lucas 18:1-8) y en consecuencia desanimarnos, es un pecado.
Todo creyente  tiene asignado una Mayordomía y en muchas maneras actuamos en forma irresponsable, lo que se muestra en las parábolas contada en Mateo 25:14-30 y Lucas 19:11-27. Ambas parábolas ilustran la necesidad  que los seguidores de Cristo sepan y tengan en cuenta la gran responsabilidad de la mayordomía que nos ha sido asignada por el solo hecho de creer en el Señor Jesucristo.  En cambio, los talentos representan diferentes habilidades dadas a  diferentes personas, mientras que las minas que fueron repartidas igualmente representan la oportunidad de la misma vida. Los siervos que no usaron sus habilidades y oportunidades fueron condenados por su conducta irresponsable.
Los pecados mencionados son solo algunos que el Señor destacó, pero podemos encontrar algunos otros en la siguiente sección que veremos próximamente.

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