miércoles, 1 de marzo de 2017

SABIOS, ENTENDIDOS, NIÑOS



Pregunta: ¿Qué significa esa exclamación de Jesús: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños."? (Mateo 11:25)
Respuesta: Los "niños" (en griego: NERIOIS, "niñitos, criaturas, bebés") no han de tomarse, desde luego, en su sentido natural. Aquí en el lenguaje del Señor, no se refiere pues a la infancia natural, sino a una disposición de espíritu, como la sencillez, el gran deseo de aprender - sin discutir o razonar -, la simple y limpia fe, etc., característica de la tierna infancia. Actitud que contrasta con la de los "sabios" (gr. "SOFON") y de los "entendidos" (gr. "SYNETON"); literalmente, de los “inteligentes”, o como diríamos hoy, de los “intelectuales”. Está claro que el Señor alude aquí, en primer lugar, a los escribas y fariseos, y luego a sus semejantes de todos los tiempos. (cf. Juan 9:39).
Los 'niñitos' o 'infantes', son pues, aquellos que lo eran en la malicia, como dice el apóstol Pablo en 1 Corintios 14:20, "Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar."; los "recién nacidos" deseosos de la "leche espiritual no adulterada", mencionados por Simón Pedro (1 Pedro 2:2); los que son realmente sencillos, cual criaturas, a quienes se revela el Señor: "De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos." (Mateo 18:3). Son quienes han hecho caso omiso de sus humanos conocimientos, y cuya fe no estriba en la sabiduría de hombres sino en el poder y la Palabra de Dios. (Véase también: 1 Corintios 1: 23-29; 1 Corintios 2:5).
P. E.
Revista "VIDA CRISTIANA", Año 1956, N° 23.

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