miércoles, 1 de marzo de 2017

¡CRISTO VUELVE!

Mi corazón se conmueve pletórico de emoción
Al leer las profecías del regreso del Señor,
Es algo extraordinario, incomparable y profundo,
Saber que Dios vuelve al mundo a buscar

A los salvados que de todas las edades
Y de todas las Naciones en Cristo se han refugiado.

Es un momento anhelado por todos los redimidos
Los que con paciencia han ido a servir al Salvador,
Aquellos que con amor, fidelidad y gratitud
Han servido al Señor Jesús predicando la Palabra,
Que es la espada del Espíritu para salvar a las almas.

¿Y qué día aparecerá el esperado Maestro?
Es algo que está en secreto en la sapiencia del Padre,
En esa mente insondable, inequívoca y bendita
Y aquellos que muy deprisa pretenden adivinar,
Que tengan mucho cuidado, pues sólo será revelado,
Ese día tan esperado, por el Padre Celestial.

¡Oh Señor de los señores! Ayúdame en mis flaquezas,
Permites que cuando vengas esté bien arrepentido,
Abrigado y bien ceñido de la verdad del Señor
Para que con amor, alegría y gratitud
Reciba a mi buen Jesús en su manifestación
Y junto a todos los Santos alabar al Salvador.

¡Salve divino Maestro! redentor de los creyentes,
Este medio negligente atestado de maldad,
Se olvida de tu bondad
Pero tu iglesia te espera, muy ansiosa
Ella quisiera que la honre tu presencia
Y se cumpla tu promesa de llevarla a tus moradas;
¡Cristo vuelve! Lo esperamos.

Bienvenido Rey amado.

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