Hay personas que
intentan enseñarnos que aun cuando el Señor Jesús sea muy grande y sublime, es
todavía más grande y sublime Jehová. Pero veamos ahora lo que dicen las
Escrituras inspiradas sobre esto.
Setecientos años antes del nacimiento de
Jesús el profeta Isaías en sus escritos refirióse a los tres oficios de
Jehová, v. gr. "Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Legislador,
Jehová es nuestro Rey; él nos salvará" (Isaías 33:22). El desarrollo de
los oficios es como sigue:
1ro, el de Juez. En
Juan 5:22,23 se entiende que Jesús es Jehová el Juez, pues él dice: "El
Padre no juzga a ninguno, mas todo el juicio lo ha encomendado al Hijo; para
que todos honren al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le
envió."
2do. el de
Legislador. En Mateo 5:21 vemos como Jesús es Jehová el Legislador, porque
dice: "Habéis oído que fue dicho a los antiguos: No matarás; y aquel que
matare quedará expuesto al juicio. Más yo os digo, que todo aquel que se aíra
sin causa contra su hermano, quedará expuesto al juicio. "
3ro, el de Rey. En
Lucas 1:31,33, nos dice que Jesús es Jehová el Rey de Israel; pues leemos:
"He aquí que concebirás en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás
por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor
Dios le dará el trono de su padre David: Y reinará sobre la casa de Jacob eternamente;
y de su reino no habrá fin."
Pues bien, Jesús
mismo es Jehová Dios de los Hebreos, y está cumpliendo personalmente la
profecía de Isaías 32:22.
En Isaías 43:11
dice: "¡Yo, yo soy Jehová, y fuera de mí no hay Salvador!” En Los Hechos
4:10-12 dice: "Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel,
que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis, a
quien Dios resucitó de entre los muertos, y por la virtud de él mismo, éste se
presenta aquí delante de vosotros sano... y en ningún otro hay salvación;
porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en el cual
podamos ser salvos." Ya que es cierto que aparte de Jehová no hay Salvador
y que en ningún otro hay salvación sino en Jesús, se da por entendido que Jesús
es Jehová Dios de los Hebreos.
En Isaías 43:14
dice: "Así dice Jehová vuestro Redentor, el Santo de Israel:" En
Efesios 1:5-7 vemos que Dios nos había "predestinado, en su amor, a la
adopción de hijos, por medio de Jesucristo... en quien tenemos redención por
medio de su sangre, la remisión de nuestros pecados, según las riquezas de su
gracia." I Pedro 1:18,19 concuerda diciendo: "sabiendo que fuisteis
redimidos... no con cosas corruptibles... sino con preciosa sangre, la de
Cristo." De manera que Jesús, el cual vertió su sangre en la cruz para
redimirnos, es Jehová Dios, Redentor igualmente de judíos y gentiles.
En Oseas 13:4 dice:
"Mas yo soy Jehová tu Dios, desde la tierra de Egipto, y tú no conocerás
a otro Dios fuera de mí; pues que no hay ningún salvador sino yo. " Este
testimonio que fue dado más de siete siglos antes que naciera Jesús nos obliga
a concluir que Jesús es el mismo Jehová Dios de los Hebreos, y el mismo que
dijo a Moisés: "Yo soy él que soy. " (La nota marginal reza así:
Heb. Seré él que seré.) (Éxodo 3:14). De otra manera se nos prohíbe reconocerle
a Jesús como Dios y Salvador.
Y si negamos que
Jesús sea Jehová, se nos obliga concluir que Tomás estuvo equivocado al
decirle a Jesús: "¡Señor mío, y Dios mío!" (Juan 20: 28). Sin embargo
en el versículo 27 Jesús le había dicho: "no seas incrédulo, sino
creyente. " Luego al condenar la fe de Tomás, se le condena también al
Señor Jesucristo, el Autor de su fe.
El salmo 149:1 reza:
"¡Cantad a Jehová con cántico nuevo!" Dice en Apocalipsis caps. 4 y
5 que Juan vio una puerta abierta en el cielo, y oyó decir: "sube
acá." Entonces vio el trono de Dios y a un cordero, que parecía como si
hubiese sido inmolado; el cual tenía siete cuernos, y siete ojos, que son los
siete espíritus de Dios. Y los cuatro seres vivientes y los veinticuatro
ancianos cayeron sobre sus rostros, delante del Cordero, teniendo cada cual un
arpa, y tazones de oro llenos de incienso, que son las oraciones de los
santos. Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: "¡Digno eres tú de tomar
el libro, y de abrir sus sellos; porque fuiste inmolado, y has adquirido para
Dios con tu misma sangre, hombres de toda tribu, y lengua, y pueblo, y nación;
y los has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes reinarán sobre la
tierra!” La dignidad del Cordero es el tema del cántico nuevo que Juan oyó en
el cielo.
A través de los
tristes siglos desde Adán hasta hoy día, la raza, culpable e incrédula, ha
cantado su antiguo cántico de la justificación propia, sin embargo es preciso
que se lo substituya con el cántico nuevo de alabanzas a Jehová, a Jesús, el
Cordero de Dios.
Lector, ¿sabe usted
cantar alabanzas al Cordero? Las cantarán allá para siempre los pecadores que
han sido redimidos por su sangre preciosa.
En seguida aducimos
citas correspondientes que comprueban aún más que Jesús de Nazaret es Jehová:
"El Primero y
el Ultimo" "Así dice Jehová... Yo soy el primero y yo el
Ultimo", Isaías 44:6. "Yo soy el Alfa y la Omega", Apoc, 1:8.
"Y él puso su diestra sobre mí, diciendo: No temas; yo soy el Primero y el
Postrero", Apoc. 1:18.
"Rey perpetuo y eterno"
"Jehová es Rey perpetuo y eterno", Salmo 10:16. "Jesús... Hijo
del Altísimo... reinará sobre la casa de Jacob eternamente", Lucas
1:31-33.
"La Roca"
"¡Jehová es mi roca!", Salmos 18:2. "Y aquella roca era Cristo",
I Cor. 10:4.
"El
Redentor" "Oh Jehová, roca mía y mi Redentor", Salmo 19:14.
"Pero habiendo venido Cristo... por la virtud de su propia sangre, entró
una vez para siempre... habiendo ya hallado eterna redención", Heb. 9:11,
12, "Conocerá toda carne, que yo, Jehová, soy tu Salvador y tu Redentor,
el poderoso Dios de Jacob", Isaías 49:26. "Cristo empero nos redimió
dé la maldición de la ley", Gál. 3:13.
"Abogado"
"El Redentor de ellos es fuerte, Jehová de los Ejércitos es su nombre; él
defenderá eficazmente la causa de ellos", Jeremías 50:34. "Abogado
tenemos para con el Padre, a saber, a Jesucristo el justo", I Juan 2:1.
Siendo abogado, él defiende nuestra causa.
"Pastor"
"Jehová es mi pastor", Salmo 23:1. "Yo soy el buen pastor",
Juan 10:11.
"El Fuerte, el
Valiente". "¿Quién es este Rey de gloria? ¡Jehová, el fuerte, el
valiente! ", Salmo 24:8. "Un caballo blanco (símbolo del vencedor) y
aquel que estaba sentado sobre él se llamaba Fiel y Verdadero... el Verbo de
Dios", Apoc. 19: 11-13. "En el principio era el Verbo... y el Verbo
fue hecho carne", Juan 1: 1-14. He aquí el fuerte y valiente vencedor,
Cristo Jesús.
"El
Creador". "Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos (nada):
pero Jehová hizo los cielos", I Crónicas 16:26. "Todas las cosas por
medio de él (Jesús) fueron hechas, y sin él ni una sola cosa de lo que ha sido
hecho fue hecha", Juan 1:3.
"El
Altísimo". "Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres Altísimo sobre
toda la tierra", Salmo 83:18. "Jesús, les habló, diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y sobre la tierra", Mateo 28:18.
"El Autor de
Gozo". "Mi alma se regocijará en el Señor" (Jehová), Salmo
35:9. "El bajó con prisa, y le recibió (a Jesús) gozoso", Lucas 19:6.
"Dios con
nosotros". "Jehová de los Ejércitos es con nosotros; nuestro refugio
es el Dios de Jacob", Salmo 46: 11. "Le llamarás Jesús... y será llamado
Emmanuel, que traducido, quiere decir: Dios con nosotros", Mateo 1: 21-23.
"Nuestra
esperanza". "Tú eres mi esperanza, oh Señor Jehová",, Salmo
71:5. "Cristo Jesús, esperanza nuestra", I Timoteo 1:1.
"El
Justo". "Vendré a los poderosos hechos de Jehová el Señor; haré mención
de tu justicia, de la tuya sola", Salmo 71:16. "Jesucristo el
justo", I Juan 2:1.
Nos revela en Los
Hechos 7:2 que "el Dios de gloria apareció... a Abraham, estando él en
Mesopotamia". Y en Éxodo 6:2,3 leemos "Yo soy Jehová; y yo me aparecí
a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Todopoderoso; más en la manifestación de
mi nombre Jehová, no me di a conocer a ellos." Así nos damos cuenta de que
Dios, al redimir a Israel de la casa de servidumbre, se dio a conocer a Moisés
bajo el nombre "Jehová", diciéndole: “Así dirás a los hijos de
Israel: Yo soy me ha enviado a vosotros'", Éxodo 3:14 (Pues el nombre
"Jehová" significa "el que es", o el eterno, o "el
que tiene existencia propia", y equivale a "Yo soy").
Dios,
al llamarse "Jehová" se distingue de todos los dioses falsos. Se
refiere a Sí Mismo por este nombre, más que por cualquier otro. Este es el
nombre "sobre todo nombre" y es el nombre que él dio al Hijo de la
virgen, "Jesús", o sea "Jehová, Dios de los Hebreos", Fil.
2:9.
Sendas de Luz, 1968