Humildad, honestidad, estima, perdón
No hay ninguna prueba
en
Por
eso, por muchas cosas dichas por el Señor en Mateo capítulo 18 sacamos un
resumen de siete lecciones:
·
La
humildad entre los hermanos: Así que, cualquiera que se humillare como este
niño, éste es el mayor en el reino de los cielos, v. 4.
La
ansiosa codicia de mando y superioridad de los hombres sin Dios ha conducido a
este pobre mundo a la ruina y al dolor con tantas guerras y odios. Las
bastardas ambiciones de muchos hombres llamados cristianos es lo que ha hecho
que
El romanismo con sus concilios,
Papas y Antipapas, introdujo la desmoralización que ha traído por resultado
millones de profesantes nominales. Alexander Hamilton dijo: “Demasiado poder
conduce al despotismo. La falta de suficiente poder conduce a la anarquía, y
ambas cosas llevan eventualmente a la ruina del pueblo.”
Siempre
se han levantado “deotrofistas” en
·
La
honestidad entre los hermanos: ¡Ay del mundo por los escándalos!; más ¡ay de
aquel hombre por quien viene el escándalo! v. 7
Sigue
el Señor dándonos la regla para evitar el escándalo. Cortar la mano o el pie, o
sacar el ojo; por ser la lengua un solo miembro, fue necesario dedicarle un
capítulo aparte. Los tres miembros primeros acompañaron a Acán a escandalizar a
Israel, y fue destruido. (Josué 7)
El
escándalo es la forma principal en que se manifiestan los que son probados. (1
Corintios 11:19) Dijo el Sabio: “Un pecador destruye mucho bien.” ¡Cuánto
escándalo se hubiera evitado si el hermano o hermana hubiera cortado el miembro
anticipadamente, o hubiere como a José en Egipto! Hay muchos que no aman la
obra del Señor ni el alma de los inconversos; les importa poco raspar el
fósforo que enciende el fuego del escándalo.
“No
sean avergonzados por mi causa los que te esperan, oh Señor Jehová de los
ejércitos; no sean confusos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel!”
(Salmo 69:6)
·
La
estimación al hermano: Mirad no tengáis en poco a alguno de estos pequeños, v.
10
Si
tuviéramos siempre presente la medida para la redención: era “conforme el siclo
del santuario ... ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo.”
(Éxodo 30:12-16) La sangre del Señor no establece grados para la redención; la
misma gracia es aplicada a todos. Al hermano más humilde, los ángeles la administran;
Hebreos 1:14. “Que no tenga más alto concepto de sí ... más acomodándoos a los
humildes.” (Romanos 12:3,16) Tampoco debemos dar lugar a la confianza carnal.
Hay un dicho: “Donde empieza la familiaridad, termina la consideración.”
·
El
arreglo con el hermano: Si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele, v.15
No
debe dar lugar al resentimiento. La franqueza es corona del valiente. Primero
debe haber oración; luego debe haber valor moral para ir al hermano y pedirle
una reparación. Si el hermano, aunque culpable, no quiere ceder, valgámonos de
las demás providencias. Si tampoco cede, téngasele como pecador y publicano.
Hay
hermanos que están dispuestos a perder la razón con el fin de ver si ganan al
hermano. Dios es el Juez. “Cristo no se agradó a sí mismo, antes bien, como
está escrito: Los vituperios de los que te vituperan cayeron sobre mí.”
(Romanos 15:3)
·
La
comunión con el hermano: Si dos de vosotros se convinieren en la tierra, de
toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos,
v.19
Una
de las más grandes preocupaciones del Señor durante su ministerio fue la unidad
de su pueblo y la comunión hermanable. En el pueblo del Señor siempre hay la
necesidad por la cual tenemos que rogar al Señor. Mucho más valor hay si los
hermanos en unanimidad elevan sus oraciones al trono de la gracia. Los Hechos
de los Apóstoles está lleno de estos ejemplos: 1:14,24, 2:42, 3:1, 4:24,31,
6:4, 8:15, 13:3.
· La medida del perdón para el hermano: Jesús le dice:
No te digo hasta siete, más aún hasta setenta veces siete, v. 22
Sólo
el Señor es que puede darnos la gracia suficiente para llegar a alcanzar esa
medida, pues El rebasó esa medida. La enseñanza trata del perdón para el
hermano. “Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8) La medida de los hombres
se estira y se encoge, pero la medida del perdón es universal. “Perdonándoos
los unos a los otros, como Dios os perdonó.” (Efesios 4:32)
· La misericordia con el hermano: ¿No te convenía
también a ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve
misericordia de ti? v.31.
La
misericordia siempre está conectada con el consolar y levantar. ¿Cómo es que
tan pronto aquel hermano se olvidó de la compasión y misericordia que su señor
tuvo con él, y no usó misericordia con su consiervo? Así somos todos de corazón
malo y engañoso.
David usó misericordia con los que
quedaron cansados en el torrente de Besor. Usó misericordia de Dios con
Mephiboseth. (1 Samuel 21:25, 2 Samuel 9) Pero del Señor son las “entrañas de
misericordia.” “Ve y haz tú lo mismo.”
La Sana Doctrina (1958 a 1981)
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