¡Es una cosa seria no tener agua! Las hormigas viven casi en todas partes, incluyendo lugares desérticos. Sin embargo, ¡no viven en medio de un gran desierto donde no haya agua en absoluto!
Saben que
el agua es importante. Debido a esto, intentan mantener húmedo el aire en el
hormiguero... A las hormigas les gusta el aire húmedo porque hace del hormiguero
un lugar cómodo para criar a sus pequeños. No pueden siempre lanzarse a
conseguir agua con rapidez, por lo que tienen cuidado al elegir el
emplazamiento del hormiguero…
Algunas hormigas subterráneas llamadas «hormigas madereras» […] salen temprano por la mañana y llevan gotitas de agua de rocío que han caído durante la noche. Llevan estas gotitas de agua a zonas del hormiguero que se están secando…
Las
hormigas no son las únicas en saber que el agua es importante. Cada ser vivo
necesita agua para vivir. Las plantas, los animales y las personas ingieren
alimentos y agua. […] Un cuerpo emplea el alimento para fortalecerse, para crecer
y para repararse, pero sólo puede hacerlo cuando el alimento se mezcla con
agua.
El agua (1) Da vida, (2) Produce
energía, (3) Arrastra y sustituye, (4) Refleja la luz y (5) Es tres en uno.
Alguien
que acude a Dios por medio del Señor Jesucristo recibe la vida eterna. En aquel
momento, el Espíritu Santo acude a vivir dentro de él, Juan 14:17. El Espíritu
puede dar satisfacción al más profundo anhelo de una persona, y puede suplir un
poder y fuerza continuados que nunca se agotan. Este suministro es como el agua
de un manantial que sigue manando y subiendo de la tierra.
El
Espíritu Santo nos enseña también una nueva manera de adorar cuando viene a
vivir en nuestro interior. La mayor parte de
las religiones tienen un santuario o un edificio donde adorar a Dios. Los que
creen en el Dios vivo y verdadero no tienen que estar en una ciudad o en un
edificio especiales donde adorar. Es más importante cómo adoran que dónde
adoran. El Dios verdadero es espíritu, y cualquiera que le adore debe hacerlo
mediante la ayuda de su Santo Espíritu, Juan 4:23,24. El Padre desea una verdadera
adoración. Él no quiere palabras carentes de significado, sino corazones y
bocas que le adoren y den honra por ser El quien es.
El Señor
Jesús le enseñó a la mujer en el pozo acerca de un manantial de agua dadora de
vida que ella podría tener en su interior. Un tiempo después, les dijo a otros
que los que tuvieran sed de cosas espirituales acudieran a Él y bebieran. Él
les daría aguas vivificadoras que saltarían de dentro de ellos, Juan 7:37-39.
Esto nos habla del Espíritu Santo que puede llenar y refrescar nuestros
corazones hasta que se derrame en las vidas de otros.
El Espíritu Santo: (1) Da vida (Juan 6:63), (2) Produce poder (Hechos
1:8; 1 Corintios 2:4; Romanos 8:26,27; Efesios 3:16). (3) Arrastra y sustituye
(Gálatas 5:19-25; Romanos 8:5.) (4) Refleja la luz (2 Corintios 3:18) y (5) Tres
en uno (Isaías 43:10b; 44:6, 1 Corintios 12:4-6, Génesis 1:26; 3:22; Isaías 6:8;
Efesios 4:6; Juan 1:1,14; Colosenses 2:9; Hechos 5:3,4).
Así como las
hormigas saben que el agua es importante, también todas las personas debieran
saberlo. Este mundo es como un desierto espiritual. Un desierto necesita un
suministro de agua más que cualquier otra cosa. Podemos disponer de una
corriente de agua inagotable brotando dentro de nosotros y derramándose a otros
cuando acudimos a Cristo. Cada persona que no tiene el agua vivificadora de la
que habló Jesús está bajo la condenación de Dios, Juan 3:36. El agua es una
sustancia vivificadora, pero sólo nos puede ayudar cuando estamos sedientos y
la bebemos. ¡Necesitamos recibir el ofrecimiento de Dios de suministramos el
agua de vida! Apocalipsis 22:17.
Adela de Letkeman,
No hay comentarios:
Publicar un comentario