lunes, 25 de octubre de 2021

QUITANDO LAS MALAS HIERVAS Y PODANDO EL HUERTO

 

El huerto de la hormiga crece muy rápidamente, pero también crecen rápido las malas hierbas. Las malas hierbas son introducidas cuando las obreras traen sus hojas cada día. Una por una, las malas hierbas tienen que ser arrancadas de entre las plantas. Las diminu­tas hortelanas subterráneas llevan a cabo esta labor con sus bocas. Son muy cuidadosas para que no queden hierbas malas en el huerto, que lo podrían destruir. También recortan o podan su huerto para que crezca mejor. A veces los investigadores han sa­cado las hormigas fuera de su nido para ver qué sucedería con sus huertos. En poco tiempo los huertos quedan llenos de malas hier­bas.

El alimento que las hormigas crían se parece a un hongo. En la parte superior de cada tallo se encuentra una pequeña bola re­donda. Esta bola redonda es la parte que las hormigas arrancan para comer. Es un alimento que tiene buen sabor y es muy sano. (Contiene vitaminas, proteínas y azúcares.) Las obreras comen estas pequeñas bolas de los hongos y también alimentan con las mismas a la reina y a las larvas. También hubo investigadores que han tratado de cultivar este alimento de hormigas. Han logrado hacer crecer las plantas, pero las pequeñas bolas de los hongos sólo crecen cuando son las hormigas las que cuidan de los mismos.

Un huerto necesita ser cuidado con esmero si se quieren culti­var buenas frutas y hortalizas. Las hormigas son excelentes horte­lanas porque se cuidan de su huerto, matan las malas hierbas y podan las plantas cuando lo necesitan ... y al final consiguen grandes cantidades de buenos alimentos.

En Juan 15:1-17 se menciona otra clase de huerto, un viñedo. El labrador es Dios Padre. Juan se refiere a una vid que crece en este viñedo, y esta vid es una imagen del Señor Jesucristo.

[La vid] es la parte principal de la planta, y es necesaria para sostener los pámpanos en su lugar. Los pám­panos son una imagen de los creyentes. Estos pámpanos están uni­dos a la vid de manera que lleven fruto. Todo fruto espiritual viene como resultado de estar unidos al Señor Jesucristo, que es la vid verdadera, Juan 15:4,5. Una persona que no pertenezca a Cristo no puede dar ningún verdadero fruto para Dios.

El Horticultor Celestial poda su huerto… Él corta las ramas inútiles y mantiene limpia la vid. Lo hace para mostrar a las ramas hacia qué dirección deben crecer, y para cambiarlas de manera que crezcan a su manera y no a la de ellas. […]

Un buen horticultor sabe antes de podar cómo quiere que crez­can las ramas. Los horticultores humanos practican frecuente­mente la poda hasta que aprenden a hacerlo bien, pero nuestro Horticultor Celestial no necesita práctica. ¡Él sabe cómo podar! El conoce la vid y las ramas, y sabe cómo crecerá cada rama después de haber sido podada.       […]

La poda nos habla de cómo Dios corrige cosas en nuestras vidas. Dios puede enseñamos en tiempos de prueba a dejar de hacer cosas inútiles o innecesarias. David dijo que la disciplina de Dios le fue útil porque le enseñó a aprender a obedecer, Salmo 119:67.

            El Horticultor Celestial que poda y corrige, también «ama», He­breos 12:6; Juan 15:9. Es bueno saber que alguien nos ama cuando estamos sufriendo. El Señor Jesús dice que Él nos ama de la misma manera que el Padre le ama a Él. Él quiere que permanezcamos cerca de Él y que gocemos de su amor…

¿Qué clase de fruto deberíamos tener en nuestras vidas? De­beríamos tener el «fruto del Espíritu». La Biblia dice que el verda­dero fruto espiritual [en] Gálatas 5:22,23. El fruto no maduro es generalmente agrio, pero el fruto maduro es dulce al paladar. Las personas ma­duras en las cosas de Dios serán conocidas por su dulzura. Un falso maestro no tendrá el dulce fruto del Espíritu en su vida. Podemos distinguir entre un maestro verdadero y uno falso observando cómo viven, Mateo 7:15-20.


Adela de Letkeman, Cap. 13, Las asombrosas hormigas


No hay comentarios:

Publicar un comentario