EL SEÑOR JESÚS SIEMPRE TROPEZÓ CON LA OPOSICIÓN
E INCREDULIDAD DEL MUNDO
Desde antes de su
nacimiento en Belén, hasta su resurrección gloriosa en Jerusalén, el Señor
Jesucristo siempre tropezó con la oposición e incredulidad del mundo,
manifestada de distintas maneras. El apóstol San Juan reconoce esta triste
verdad cuando dice al principio de su evangelio: “En el mundo estaba, y el mundo
por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no
le recibieron.” Juan 1:10 y 11.
Veamos algunos casos,
agregando comentarios pertinentes que hemos tomado de diversas secciones de la
Biblia.
En Belén, a la llegada
de José y María, “no había lugar para ellos en el mesón.” Lucas 2:1-11.
·
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20.
·
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis
vuestros corazones. Hebreos 3:7-8.
· Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí. Gálatas 2:20.
En Belén,
Herodes procura matarle. “Porque acontecerá que Herodes buscará al niño para
matarlo.” Mateo 2:13.
· Maquina el impío contra el justo,
y cruje contra él sus dientes; el Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.
Salmo 37:12-13.
En
Nazaret, su propio pueblo, es rechazado. “Le echaron fuera de la
ciudad (...) para despeñarle.” Lucas
4:29.
· Esta es la condenación: que la luz
vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus
obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no
viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la
verdad viene a la luz, para que se manifestado que sus obras son hechas en
Dios. Juan 3:19-21.
En Gadara
“toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que
se fuera de sus contornos.” Mateo 8:34.
· Ningún siervo puede servir a dos
señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Lucas 16:13.
En Samaria,
“no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.” Lucas 9:53.
·
Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echa fuera
demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús
le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros
es. Lucas 9:49-50
En Capernaum
sus mismos parientes le tienen por loco: “Los suyos, vinieron para prenderle;
porque decían: Está fuera de sí.” Marcos
3:21.
·
Y los enemigos del hombre eran los de su casa. Mateo 10:36.
·
Le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus
discípulos vean las obras que haces. Porque ninguno que procura darse a conocer
hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni
aun sus hermanos creían en él. Juan
7:3-5.
En Capernaum,
también, los fariseos atribuyen al demonio los milagros que hacía.
·
Mas los fariseos, al oírlo, decían: este no echa fuera los demonios sino por
Beelzebú, príncipe de los demonios. Mateo
12:24.
·
Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa
fuera los demonios. Lucas 11:15.
·
Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros
falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun
negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción
repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el
camino de la verdad será blasfemado. 2
Pedro 2:1-2
En Jerusalén,
sabemos de dos veces que los judíos quieren apedrearle. “Tomaron entonces
piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió el templo; y
atravesando por en medio de ellos, se fue.” Juan
8:59. “Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.” Juan 10:31.
En Jerusalén
un discípulo le traiciona. “Entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote,
el cual era uno del número de los doce; y éste fue y habló con los principales
sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría.” Lucas 22:3-4.
· Mientras él aun hablaba, se presentó
una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos;
y se acercó hasta Jesús para besarle.” Lucas 22:47.
· “Los que quieren enriquecerse caen
en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los
hombres en destrucción y perdición; porque la raíz de todos los males es el
amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas,
y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.” 1 Timoteo 6:9-11.
Ante Pilato,
el pueblo rechaza a su Mesías, y en cambio pide a un homicida. “Mas toda la
multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás!” Lucas 23:18.
· Yo he venido en nombre de mi
Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. Juan 5:43.
En la cruz El sufre las injurias y escarnios de los
príncipes de los sacerdotes y del populacho. “Y los que pasaban le injuriaban,
meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo
reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. De
esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los
escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otro salvó, a sí mismo no se
puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos
en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de
Dios. Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con
él.” Mateo 27:39-44.
Después de su muerte,
los mismos que durante su vida no le pudieron acusar de haber engañado a
alguien, ahora le llaman “aquel engañador” Mateo
27:63.
· ¿Quién de vosotros me redarguye de
pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué no me creéis? Juan 8:46.
Resucitado
Jesús, los príncipes de los sacerdotes, a fin de ocultar la verdad de la
resurrección, levantan un falso testimonio. “Mientras ellas iban, he aquí unos
de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes
de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido
consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus
discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si
esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo.
Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido.” Mateo 28:11-15.
·
El que habla verdad declara justicia; más el testigo mentiroso, engaño. Proverbios 12:17
¿Qué aprende de esto el
que es auténtico creyente en Cristo como su propio y único Salvador y Señor?
Que conteste el mismo Señor:
·
El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Mateo 10:24.
·
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo,
antes que yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la
palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han
perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra
también guardarán la vuestra. Juan
15:18-21.
No hay comentarios:
Publicar un comentario