miércoles, 23 de febrero de 2022

JESÚS Y EL MUNDO

 

EL SEÑOR JESÚS SIEMPRE TROPEZÓ CON LA OPOSICIÓN E INCREDULIDAD DEL MUNDO


Desde antes de su nacimiento en Belén, hasta su resurrección gloriosa en Jerusalén, el Señor Jesucristo siempre tropezó con la oposición e incredulidad del mundo, manifestada de distintas maneras. El apóstol San Juan reconoce esta triste verdad cuando dice al principio de su evangelio: “En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” Juan 1:10 y 11.

Veamos algunos casos, agregando comentarios pertinentes que hemos tomado de diversas secciones de la Biblia.

 

En Belén, a la llegada de José y María, “no había lugar para ellos en el mesón.” Lucas 2:1-11.

· He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20.

· Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Hebreos 3:7-8.

· Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20.

 

En Belén, Herodes procura matarle. “Porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.” Mateo 2:13.

· Maquina el impío contra el justo, y cruje contra él sus dientes; el Señor se reirá de él; porque ve que viene su día. Salmo 37:12-13.


En Nazaret, su propio pueblo, es rechazado. “Le echaron fuera de la ciudad (...) para despeñarle.” Lucas 4:29.

· Esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que se manifestado que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:19-21.

 

En Gadara “toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.” Mateo 8:34.

· Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Lucas 16:13.

 

En Samaria, “no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.” Lucas 9:53.

· Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echa fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Lucas 9:49-50

 

En Capernaum sus mismos parientes le tienen por loco: “Los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.” Marcos 3:21.

· Y los enemigos del hombre eran los de su casa. Mateo 10:36.

· Le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en él. Juan 7:3-5.

 

En Capernaum, también, los fariseos atribuyen al demonio los milagros que hacía.

· Mas los fariseos, al oírlo, decían: este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. Mateo 12:24.

· Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios. Lucas 11:15.

· Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado. 2 Pedro 2:1-2

 

En Jerusalén, sabemos de dos veces que los judíos quieren apedrearle. “Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió el templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.” Juan 8:59. “Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.” Juan 10:31.

 

En Jerusalén un discípulo le traiciona. “Entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce; y éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría.” Lucas 22:3-4.

· Mientras él aun hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle.” Lucas 22:47.

· “Los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.” 1 Timoteo 6:9-11.

Ante Pilato, el pueblo rechaza a su Mesías, y en cambio pide a un homicida. “Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás!” Lucas 23:18.

· Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. Juan 5:43.

 

En la cruz   El sufre las injurias y escarnios de los príncipes de los sacerdotes y del populacho. “Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otro salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.” Mateo 27:39-44.

 

Después de su muerte, los mismos que durante su vida no le pudieron acusar de haber engañado a alguien, ahora le llaman “aquel engañador” Mateo 27:63.

· ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué no me creéis? Juan 8:46.

 

Resucitado Jesús, los príncipes de los sacerdotes, a fin de ocultar la verdad de la resurrección, levantan un falso testimonio. “Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido.” Mateo 28:11-15.

· El que habla verdad declara justicia; más el testigo mentiroso, engaño. Proverbios 12:17

 

¿Qué aprende de esto el que es auténtico creyente en Cristo como su propio y único Salvador y Señor? Que conteste el mismo Señor:

· El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Mateo 10:24.

· Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes que yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra también guardarán la vuestra. Juan 15:18-21.

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