I.
LA PLAGA DE LANGOSTAS
CAPITULO 1
1.
El
llamado del profeta (1:1-4)
Vv. 1-4. El profeta anuncia que es la palabra
de Jehová la que él expresa, la que vino a él. Los vv. 2 y 3 son una
introducción a la descripción que sigue a la gran calamidad que ha caído sobre
la tierra. Esta es la forma de un llamado. Lo que ha ocurrido a la tierra es de
tal terrible carácter que no tenía precedentes. La visitación de la tierra por
la plaga de langostas debe ser relatada a generaciones futuras, porque hay un
gran significado profético ligado a las langostas, que se señalará después. El
v.4 lo traducimos en una forma propia, dejando las palabras de los insectos
destructores sin traducir. Lo que el gazam, dejó, el arbeh ha devorado; y lo
que el arbeh dejó, el jelek lo devoró; y lo que el jelek dejó, el chasel lo
devoró.
Dejamos las palabras hebreas sin traducir
porque no expresan insectos de diferentes especies; tenemos aquí a un solo
insecto, la langosta, en una cuádruple etapa. Gazam significa
"morder," arbeh "ser muchos;" este es el nombre común de
las langostas a causa de sus hábitos migratorios. Jelek "lamer," y
chasel significa "devorar o consumir." La langosta pasa a través de
una cuádruple etapa en su desarrollo hasta su pleno crecimiento. Primero,
tenemos a la langosta mordiendo, cuando es primeramente incubada, después
obtiene sus alas y vuela; después de eso comienza su obra destructiva por lamer
todo lo que encuentra, y finalmente ésta alcanza su pleno crecimiento y devora
todo a su paso. (Muchas locas aplicaciones se han hecho sobre estas langostas,
una de las más ridículas es hecha por una cierta muje sanadora en su libro
"Perdido y Restaurado")
La plaga de langostas que desoló la tierra de
Israel fue un juicio de Jehová. Este fue uno de los juicios que Dios envió
sobre Egipto, y Moisés había proféticamente anunciado que Dios lo usaría para
castigar a su pueblo (ver Dt. 28:38,42)
Pero estas langostas literales que cayeron
sobre la tierra y destruyeron en un breve tiempo toda vegetación, son
simbólicas de otras agencias que han de ser usadas en la historia futura de
Israel para traer el juicio sobre la tierra y el pueblo. Ellas tipifican a los ejércitos
gentiles, como se declara en el cap.2, donde Jehová las llama "mi gran
ejército."
Aquí indudablemente tenemos una predicción
profética futura en cuanto a la tierra. De la profecía de Daniel aprendemos dos
veces que cuatro poderes del mundo subyugarían a Israel y desolarían la tierra:
Babilonia, Medo-persa, Greco- Macedonio, y Roma. Zacarías, también, en una de
sus visiones de noche, veía cuatro cuernos, y estos cuatro cuernos dispersaron
a Judá y Jerusalén. Vemos, por tanto, en las langostas, primero, las langostas
literales que destruyeron toda vegetación en el tiempo que vivió Joel, y estas
langostas simbólicas de juicio futuros que serán ejecutados sobre la tierra y
las naciones por los proféticamente anunciados poderes del mundo. El final de
"los tiempos de los gentiles," durante los cuales Jerusalén es
pisoteada, la invasión final de la tierra tiene lugar; es esto lo que se
describe en el cap.
2.
El
llamado a los borrachos (1:5-7)
Vv.5-7. La primera multitud probablemente ha
aparecido en la caída; solo que las viñas aún no habían sido segadas. Estas
atacaron las viñas y rápidamente las vides y sus uvas desaparecieron bajo su
furioso ataque. Los bebedores de vino debían por tanto sufrir primero. Había
mucha borrachera entre el pueblo de Dios, especialmente en los días de su
prosperidad, esto puede verse por Amós 6:1-6, Isa. 5.11; 24:7-9; 28:7, etc. En
el v. 6 las langostas son descritas como una nación, poderosa y sin número, con
dientes de leones. Esto confirma la aplicación típica a las naciones gentiles
de futuro que devastarán la tierra. Ver, además, Núm. 13:33; Isa. 40:22 y Jer.
51:14, donde se hace la misma comparación.
3.
El
llamado al pueblo y sacerdotes (1:8-14)
Vv. 8-14. A causa del gran desastre el pueblo
es llamado a lamentarse y vestirse de cilicio. "lamentaos como una virgen,
ceñida de cilicio, por el marido de su juventud." Esta es una
significativa expresión. Israel en sus relaciones con Jehová es aquí indicado.
Se nos recuerda Isa. 3.26 concerniente a Jerusalén. Y sus puertas lamentarán. Y
ella, estando desolada, se sentará en tierra;" e Isa. 54:6, "Porque
Jehová te ha llamado como mujer abandonada y entristecida en espíritu, y como
una esposa de juventud, cuando tú fuiste rechazada, dice tu Dios." Tan
grande era el estrago producido que las ofrendas de comida y bebida fueron
cortadas de la casa de Jehová de manera que los sacerdotes se lamentaban, los
siervos de Jehová. Este era su lúgubre canto.
Desolado está el campo.
En lamento está la tierra,
Porque desolado ha sido el grano,
La nueva vid se ha secado,
Y falta el aceite
Esto es seguido por el llamado a los
labradores y viñadores a lamentarse. Toda la siega se ha perdido, y además la
falta de la vid, la higuera, los otros árboles son también mencionados, si
"todos los árboles del campo se han secado." A causa de la severidad
de esta visitación el gozo ha abandonado a los hijos de los hombres.
Entonces viene un definitivo llamado a los
sacerdotes a lamentarse y clamar a Jehová y a santificar ayuno (vv. 13-14).
Pero no hay registro de una respuesta. Al final de este capítulo solo el
profeta levanta su voz a Jehová. Aprenderemos por el cap.2 el tiempo de
arrepentimiento nacional.
4.
El
día del Señor y el sufrimiento de la tierra (1:15-18)
Vv. 15-18. Por primera vez encontramos el día
del Señor (Yom Jehová), esa frase usada frecuentemente en todos los libros
proféticos. El v. 15 es una exclamación del profeta ante su visión, antes que
ese día aparezca. En medio de la misteriosa descripción de la calamidad,
presente en el día de Joel, él ve un juicio mayor acercándose. Este es el mismo
día que él contempla con los otros profetas; cada vez que Joel usa esta
expresión significa el futuro día del Señor, aun acercándose. Puede tenerse en
cuenta que los cinco pasajes en Joel en que el "día del Señor" es
mencionado, estos son progresivos.
Para un estudio comparativo de esta importante
frase citamos los principales pasajes de los diferentes profetas.
Isaías. La frase "en ese día" se encuentra muchas veces en este
libro. Mencionamos 2:2-210-22; 13:6-13. La gran predicción de gloria de Isaías
54, 60,61 y 62, todas se relacionan con este día. Jeremías. Él también
habla de ese día (cap. 25:30-33; 30:18-24). Ezequiel. Cap. 7 y 8. Desde
los capítulos 37-38 tenemos el registro de grandes eventos de juicio y
bendición que ocurrirán en conexión con ese día. Mientras Daniel no usa en su
libro la frase "día del Señor" casi todas sus grandes profecías están
conectadas con ese día. Este es el día que la piedra no cortada con manos hiere
a la gran imagen, que representa el tiempo de los gentiles, y la demuele; el
día en el cual "el Hijo del hombre" viene en las nubes del cielo para
recibir Su reino. Oseas señala a ese día en los cap. 2 y 3, como también
en el último capítulo. Amós da
testimonio de éste en los cap. 1:2; 6:3; 9:12,15. Abdías, que vivió casi en el mismo
tiempo de Joel, habla de ese día en el v.15 de su breve profecía. Miqueas
en su profecía se refiere a esto en el cap.5:15. En Nahum el día es
descrito en el cual el Señor tratará en juicio con las malas ciudades del mundo
(ver cap. 1:1-9). El cap. 3 de Habacuc revela ese día. Sofonías tiene
una gran parte que decir acerca de ese día que mencionan los libros proféticos
anteriores (cap. 1:14-18; 2 y 3). Hageo da testimonio a éste en el cap. 2:6-7.
(Compare con Heb. 12:26-29) Zacarías usa la frase "en ese día" muchas
veces, especialmente en los tres últimos capítulos. Malaquías revela ese día en
los cap. 3:1-3 y 4:1-3.
Aprendemos de todo esto el lugar prominente
que ocupa el día del Señor en las profecías. Esto debe ser así, porque este es
el día de manifestación y consumación. Joel ve aquí por primera vez este día.
A esto sigue una descripción adicional de la
gran calamidad que vino sobre la tierra en días de Joel (vv. 16-18).
5.
La
oración del profeta (1: 19-20)
Vv.19-20. Joel, como todos los otros profetas,
fue un hombre de oración. No se hace ninguna otra mención por el profeta
concerniente a sí mismo, pero esta breve palabra es suficiente para darnos un
vistazo de su vida interior y confianza en Jehová. Él clamó a Jehová en su gran
angustia.
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