TRES
CLAVES IMPORTANTES
William
Macdonald
ISRAEL Y LA IGLESIA
En este último capítulo me gustaría enfocarme en lo que
considero las tres claves más importantes para el correcto entendimiento de
las Escrituras. Estas son: La diferencia entre Israel y la iglesia; las
dispensaciones; y la interpretación literal de la Biblia.
Una de las claves más importantes para entender correctamente
la Biblia es la distinción entre Israel y la iglesia. Dejar de reconocer dicha
diferencia lleva a todo tipo de contradicciones y confusión.
En 1 Corintios 10:32, Pablo separa a la raza humana en
judíos, gentiles, y la iglesia de Dios. Claramente separa al judío (incrédulo)
y a la iglesia. Santiago también marca una línea entre la iglesia e Israel en
Hechos 15 (la iglesia — un pueblo para su nombre, v. 14; Israel — el
tabernáculo reedificado de David, v. 16).
Israel era el pueblo terrenal escogido por Dios. La
nación comenzó con Abraham (Gén. 12), y uno era parte de la misma mediante el
nacimiento natural. A causa de su incredulidad, Israel fue apartado por Dios
por un tiempo (Rom. 11: 15a).
La iglesia es el pueblo celestial escogido por Dios (1
Ped. 2:9). Comenzó el día de Pentecostés y uno es parte de la misma por el
nuevo nacimiento. No es una continuación de Israel sino una sociedad
completamente nueva, una que nunca había existido antes. Cuando el Señor Jesús
estuvo en la tierra, habló de Su Iglesia en futuro (“Edificaré mi iglesia”, Mt.
16:18). En el tiempo que Pablo escribió su primera carta a los Corintios, la
iglesia ya había sido formada (1 Cor. 12:13).
El sacerdocio de Israel estaba confinado exclusivamente a
una tribu, la de Leví (Deut. 18:1, 5), y a una familia, la de Aarón (Éx. 28:1).
En la iglesia todos los creyentes son sacerdotes - tanto santos como reales (1
Ped. 2:19; Heb. 10:19-22).
“Israel” no fue un “misterio”, es decir, una verdad
desconocida para el hombre, imposible de conocer excepto mediante revelación
divina, pero que ahora es dada a conocer a los hijos de los hombres. La iglesia
es un misterio, un plan secreto que no se menciona en el Antiguo Testamento
pero que es dada a conocer por los apóstoles y los profetas de la era
neotestamentaria (Ef. 3:5, 9; Col. 1:25-26; Rom. 16:25-26).
Estando bajo la ley, era preciso marcar una estricta
separación entre judíos y gentiles. Los gentiles eran los que no tenían Mesías,
forasteros en la comunidad de Israel, ajenos a los pactos de promesa, sin
esperanza y sin Dios (Ef. 2:12). En la iglesia, el creyente judío y el creyente
gentil son como uno solo en Cristo (Ef. 2:13-17). Son compañeros, coherederos,
comparten la promesa de Dios en Cristo a través del evangelio (Ef. 3:6). Tal
unidad era impensable en el Antiguo Testamento.
Aunque los creyentes judíos que estaban bajo el antiguo
pacto tenían una esperanza celestial, las bendiciones prometidas a ellos eran
mayormente bendiciones materiales en lugares terrenales (vea, por ejemplo,
Deut. 7:12-16; 8:79; 28:1-14). Los miembros de la iglesia son bendecidos con
toda bendición espiritual en los lugares celestiales (Ef. 1:3)
Israel continuará en la tierra hasta la culminación del
reinado de Cristo, cuando los nuevos cielos y la nueva tierra sean
establecidos. La iglesia continuará en la tierra hasta el rapto, cuando Cristo
venga y lleve a Sus miembros a la casa del Padre (Jn. 14:13; 1 Tes. 4:13-18).
Existen muchos otros contrastes entre Israel y la
iglesia, pero estos son suficientes para mostrar que nunca deberían
confundirse.
Hay uno o dos versículos que han sido usados para sugerir
la identidad de Israel y la iglesia, por tanto, agregaremos los siguientes
comentarios.
En Gálatas 6:16, Pablo dice,
A todos los que anden conforme a esta regla (es
decir, la
regla de la nueva creación en el v. 15), paz y misericordia sea a ellos, y al
Israel de Dios.13
En este pasaje los judíos creyentes son señalados como
contraste de aquellos falsos maestros que estaban intentando mezclar la ley y
la gracia para justificarse. Los falsos maestros afirmaban ser los verdaderos
israelitas, pero el apóstol dice, “No es así. Los verdaderos israelitas son
aquellos judíos que fueron salvos por gracia a través de la fe, no por las
obras de la ley.”
Esteban se refirió a Israel como la iglesia o
congregación en el desierto (Hechos 7:38). La palabra traducida “iglesia”
(ekklésia) quiere decir cualquier compañía, asamblea o reunión de personas. ¡En
Hechos 19:32 también describe a una turba de paganos! El contexto determina
cuándo se refiere a la iglesia de Dios.
La iglesia no se encuentra en ningún momento en el Antiguo
Testamento, excepto en forma de figuras, imágenes, o símbolos. No se encuentra
en el Sermón del Monte de los Olivos, como se explicó bajo el título “La Clave
para el Sermón del Monte de los Olivos” en la parte dos. Y la iglesia no se ve
en la tierra en ningún momento después del capítulo 3 del libro del
Apocalipsis.
La última trompeta en 1 Corintios 15:52 suena para la
iglesia; es una trompeta que anuncia el rapto de la iglesia. La séptima
trompeta de Apocalipsis 11:15 señala el fin de la Tribulación y el inicio del
reinado de Cristo sobre la tierra.
Los elegidos en Mateo 24:22 son los judíos escogidos por
Dios durante la Tribulación. No son los mismos elegidos que constituyen la
iglesia (1 Ped. 1:2; 2:9).
LAS
DISPENSACIONES
También es necesario distinguir las dispensaciones.
Aunque es verdad que Dios nunca cambia, Sus métodos y políticas relacionadas al
ser humano lo hacen con frecuencia. El hecho de que no se nos encomienda
ofrecer sacrificios de animales nos muestra que ha habido un cambio de
dispensaciones. Podemos obtener provecho de todas las cosas escritas en la
Biblia, pero no todo fue escrito para nosotros. La vieja canción “Cada promesa
del Libro es mía, cada capítulo, cada versículo, cada línea,” suena piadoso y a
la vez alegre. Sin embargo, tiene una falla: ¡No es verdad! No todas las
promesas están dirigidas a nosotros. Por ejemplo, la tierra que Dios le
prometió a Abraham desde el Mediterráneo hasta el río Éufrates, fue para el
pueblo de Israel, no para la iglesia.
En diferentes épocas, Dios ha probado al hombre bajo diferentes
condiciones. Nos referimos a estas diferentes administraciones como
dispensaciones. (La palabra traducida dispensación es el origen de la palabra
economía.)
Es similar a lo que ocurre en la familia promedio. Cuando
una pareja se casa, se establece cierto programa. Luego se añade un bebé y se
establece un nuevo programa completamente diferente al anterior. Pero esto
vuelve a cambiar cuando el hijo cumple cinco o seis. Y aparece una diferencia
radical cuando ese niño se vuelve un adolescente, como todos sabemos.
Aquí mostramos las siete dispensaciones más enseñadas:
1. INOCENCIA
Antes de que Adán - el primer hombre — pecara, él caminó
en comunión con Dios sin ningún problema. Hubiera seguido viviendo en el huerto
todo el tiempo que hubiese permanecido inocente. Pero la rebelión de Adán y Eva
puso fin a esta idílica dispensación.
2. CONCIENCIA
Con la entrada del pecado, comenzó a prevalecer una nueva
situación. La comunión se había roto y Adán y Eva fueron expulsados del huerto
del Edén. Ellos aprendieron que un pecador sólo puede acercarse a un Dios
santo únicamente en base a un sacrificio substitutorio.
3. GOBIERNO HUMANO
Luego del gran diluvio mundial, Dios estableció un gobierno
humano, cuando ordenó la pena capital para un homicida. Aunque la Biblia no es
específica en cuanto a eso, este castigo no era impartido como una vendetta
familiar, sino como resultado de un juicio gubernamental apropiado donde la
culpa pudiese ser probada.
4. PROMESA
Empezando por Abraham, el Señor inició un período durante
el cual hizo suntuosas promesas a los patriarcas de Israel.
5. LEY
Luego, desde Éxodo 20 hasta el final del Antiguo
Testamento, el pueblo terrenal de Dios fue probado bajo la ley. Los Diez
Mandamientos fueron diseñados para mostrar al hombre su incapacidad para
merecer o ganarse el favor de Dios con sus propias fuerzas, para convencerlo de
pecado, y para acercarlo al Señor para salvación.
6. LA IGLESIA
Es cierto que “la ley fue dada por medio de Moisés, pero
la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo’ (Jn. 1:17). En el
presente, la iglesia es la nueva sociedad de Dios, ya no bajo la ley y sus
consecuencias, sino con Cristo como nueva regla de vida.
Luego del rapto de la iglesia, Dios derramará Sus juicios
sobre el mundo que crucificó a Su Hijo. Esta administración, conocida como la
Tribulación, durará siete años. La última mitad será la Gran Tribulación, el
peor período de conflicto que el mundo haya conocido y conocerá.
7.
EL MILENIO
El milenio, o reinado de Cristo durante mil años, será
una dispensación caracterizada por la paz y la prosperidad. Es la era dorada de
todos los tiempos. Algunos ven el estado eterno como la dispensación final de
Dios. El pecado, el dolor, la enfermedad, y la muerte serán abolidos y los
creyentes estarán con Cristo en el cielo por la eternidad.
Caso contrario a las acusaciones populares, los
dispensacionalistas no creen que exista un evangelio diferente para las
diferentes épocas. La salvación siempre ha sido y será por la fe en el Señor,
basada en la obra de Cristo en la cruz del Calvario. En el Antiguo Testamento
Dios salvó a los hombres por la fe que tuvieron en las revelaciones que Él les
daba. Hasta donde sabemos, ellos no sabían de la muerte sustitucional del
Salvador; eso era algo futuro. Pero Dios lo sabía y puso todo el valor de la
obra de Cristo a su favor cuando creyeron. Hoy en día ponemos nuestra fe en el
Salvador que murió por nosotros hace casi dos mil años atrás.
El uso cuidadoso de la verdad dispensacional nos ayuda a
explicar, por ejemplo, por qué nosotros no ofrecemos sacrificios de animales en
el presente y por qué las leyes del Antiguo Testamento concernientes a
alimentos puros e impuros no se aplican a nosotros. Pero el dispensa-cionalismo
extremo, o “ultra”, puede llegar a robarnos porciones de la Palabra que están
llenas de enseñanzas espirituales.
CONCLUSIÓN
Hemos visto varias claves: algunas generales, otras más
específicas, que nos ayudan a descifrar la Palabra de Dios. Afortunadamente,
¡no todas son necesarias para cada pasaje!
PASOS
LÓGICOS PARA USAR LAS CLAVES
Una escena cristiana común es la de un grupo de personas
teniendo un estudio bíblico. Normalmente hay cierto número de traducciones y
versiones parafraseadas. Se lee un texto, por lo general en círculo, con
algunos otros textos relacionados al texto que se lee en voz alta. Luego, los
participantes aportan sus ideas. “Para mí esto quiere decir que yo debería ser
más cuidadoso con.”
Este no es
un buen método para descubrir lo que la Biblia enseña realmente. El grupo hizo
lo correcto desde el primer paso — observar (a menudo sin hacerlo muy
profundamente), hasta el último paso, “lo que significa para mí”, o la
aplicación. Debemos aplicar las Escrituras a nuestra vida diaria, por todos los
medios, pero sólo después de haber descubierto lo que realmente significa en
contexto.
¡Oh,
maravillosa, maravillosa Palabra de Dios!
Sus
páginas develan verdadera sabiduría
Y aunque podemos
leerlas mil veces
¡Ellas
nunca, nunca, envejecen!
Cada
línea contiene un tesoro, cada promesa una perla,
Que
todos, si lo desean, pueden obtener;
Y sabemos que
cuando llegue el tiempo y el mundo llegue a su fin
La
Palabra de Dios permanecerá por siempre.