sábado, 23 de noviembre de 2024

¿Qué señales de los tiempos observamos con respecto al inminente juicio de Dios sobre este mundo pecador?

 


Para responder esta pregunta, nos re editaremos al artículo del hermano Luis Sabino, publicado en la revista “Sana Doctrina” en abril de 1971.  En este breve artículo, el autor, describe los mismos hechos que están sucediendo en nuestros días, y cada uno de los lectores puede complementarlo con algunos hechos nuevos, pero los que describe nos vasta para que veamos que podemos estar mas cerca que nunca de la venida del Señor y del inicio de los juicios de Dios contra la humanidad pecadora.


LAS SEÑALES DE LOS TIEMPOS (2 Tim. 3:4, 7)

Los días en que vivimos nos muestran cuan cerca estamos de los juicios terribles que han de venir sobre esta pobre humanidad. Preguntará alguno: ¿Podemos realmente saber esto? Contestamos que sí, pues nuestro Padre Celestial nos ha dado Su Libro en el cual nos predice las señales que precederán a la gran tribulación» y es nuestra obligación tomar nota de ello.

Las noticias de toda clase en la Prensa, radio y televisión, proporcionan pruebas de la infalibilidad de la Biblia. Hacemos bien cuando comparamos las noticias de los diarios con lo que dice la Biblia. Cada ejemplar casi, trae alguna noticia instructiva a la luz de la Palabra de Dios. Ellas indican los síntomas de los tiempos. De modo que alabemos a nuestro omnisciente Dios, pues su Palabra es Exacta e Invariable (Mt. 24:35).

Una de las tantas señales de los tiempos en la vida de los hombres y que indican el fin de la Presente época, es sin duda alguna la inmoralidad. En todas las épocas hubo divorcios, literatura vil, nacimientos ilegítimos, prostitución, etc., pero hoy día todas estas prácticas perversas se han incrementado en grado sumo. A todo esto, deberíamos agregar el culto del desnudo y el amor libre, tan introducido entre la juventud y cuyas consecuencias cuentan una historia terrible muchos
hogares.

No vale la pena ocupar renglones con los informes de la prensa diaria respecto a la inmoralidad y como ésta va en constante aumento. Pero, sin duda alguna que ella demostraría 'la verdad de estas observaciones. ¿Nos será extraño entonces, que vengan pronto los juicios divinos? Las grandes (y pequeñas) ciudades del mundo, observadas desde el punto de visto moral de libertinaje, son antros del libertinaje. Pero como vino repentinamente destrucción sobre Sodoma y Gomorra, por sus pecados con que ofendieron a Dios, así alcanzarán también los juicios divinos a este presente siglo malo.

El profeta Ezequiel nos dice: "La espada, la espada está afilada  y está acicalada; para degollar víctimas está acicalada, acicalada para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos?' (Ez. 21:9, 1O). La espada no solamente está preparada, sino afilada y acicalada. Pende sobre la cabeza de los hombres. Sin embargo, estos viven despreocupada y alegremente. Tremenda insensatez es alegrarse porque los instrumentos de destrucción están preparados.

Nosotros, como Hijos de Dios, guardémonos de todas estas cosas. "Así que, amados, pues teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios" (2 Cor. 7:1).

Luis Sabatino, SANA DOCTRINA, Abril 1971.

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