Soportando deshonra y salivazos
Dick Faulkner estaba sirviendo como
cantante para un grupo eclesiástico en un tour por los lugares mencionados en
el Nuevo Testamento. Habían ido a la Isla de Patmos en el Mar Egeo. Su guía los
había llevado a la cueva donde se dice que el apóstol Juan escribió el libro de
Apocalipsis. Cuando salieron, escalaron una ladera cercana, donde el anfitrión
les dio un mensaje sobre el encarcelamiento de Juan, por parte del Emperador
Domiciano. Cuando terminó le pidió a Dick que cantara.
Dick estaba sosteniendo una grabadora
con grandes parlantes que amplificaban su voz. Comenzó a cantar la canción de
Don Wyrtzen sobre Apocalipsis 5:12:
Digno es el Cordero
que fue muerto
Digno es el Cordero
que fue muerto
Digno es el Cordero
que fue muerto, para recibir:
Poder y riquezas y sabiduría y fuerzas.
¡Honor y gloria y bendición!
Digno es el Cordero,
Digno es el Cordero,
Digno es el Cordero que fue muerto,
Digno
es el Cordero.
El mensaje se difundió por el paisaje
rocoso de Patmos.
Antes que Dick hubiera terminado llegó
otro bus turístico. La mayoría de las personas pasó de largo, pero una pequeña
mujer se acercó a Dick y lo escupió. Hay que reconocer que tenía buena
puntería, ya que dio en el blanco. Pero eso no detuvo la canción. Dick
continuó hasta el final de “Digno es el Cordero.”
Algunos de los creyentes del tour
sintieron que debía decirse o hacerse algo a la ofensora por este grave
insulto, pero Dick no compartió su sentimiento ^Después de todo, los hombres
cubrieron la cara de nuestro Señor con deshonra y salivazos, y El no
contraatacó. Fue escarnecido, despreciado y escupido, pero no pagó ojo por
ojo. Cuando algunos hombres le escupieron era como si las criaturas le dijeran
al Creador: “Esto es lo que pensamos de ti.” Cuando el Creador murió en la
cruz, les estaba diciendo, “Esto es cuánto los amo.”
Somos llamados a tener
Su espíritu, “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a
la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el
Señor” (Romanos 12:19). Estamos viviendo en el día aceptable del Señor, y no en
el día de la venganza de nuestro Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario