domingo, 15 de diciembre de 2024

LEYENDO DIA A DIA 1 CORINTIOS (8)

 

capítulo 8: Preocupación por el que haya sido idólatra


Los creyentes corintios habían sido idólatras, pero el evangelio les había librado. Con todo, después de generaciones de esa servidumbre y la presencia constante de prácticas idolátricas, se puede entender que quedarían muchas dificultades por enfrentarse. Aún hoy en día hay muchos que luchan contra tendencias malas después de haber sido rescatados de vidas de libertinaje e inmoralidad, o del poder de una religión herética. Pablo aconseja que los creyentes en estas circunstancias requieren la simpatía y el cuidado de otros creyentes.

Aquí es un asunto de comer lo que ha sido ofrecido a los ídolos. Esto sería una dificultad en Corinto, donde lo que se vendía en el mercado había pasado por esa ceremonia. En su tiempo Daniel rehusó contaminarse con semejante cosa. Ahora, dice Pablo, sabemos que todos tenemos conocimiento, pero esto meramente hincha a uno mientras que el amor edifica. El solo hecho de pensar que sabemos, es dejar entrever nuestra falta de conocimiento.

Pablo dice que sabemos que el ídolo no es nada — apenas un pedazo de madera o piedra — y que hay un solo Dios y Padre. y un Señor, Jesucristo, pero no todos tienen ese conocimiento. Algunos, acostumbrados por años a los ídolos, consideran que comer esa carne equivale tener contacto vivo con el ídolo, y por esto sus conciencias débiles se contaminan, pero nosotros sabemos que esa carne no tiene nada que ver con nuestra aceptación, v. 8.

¿Cuál debe ser, entonces, la actitud de aquellos que tienen conocimiento? ¿Actuar conforme a él? Mire, dice Pablo, que la libertad suya no venga a ser tropiezo para los débiles. “No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió”, Romanos 14.15. Mi práctica debe tomar en cuenta la conciencia débil de mi hermano. La importancia del uso de la libertad mía es evidente cuando su abuso sea un tropiezo para otro; el v. 12 dice que es pecar contra Cristo.

La cuestión de comer carne ofrecida a ídolos puede carecer de pertinencia en muchas tierras ahora, pero el principio sigue vigente. ¿Hay modos de conducta y práctica que son lícitos para mí debido al conocimiento alumbrado que tengo, pero probablemente serán piedras de tropiezo para algunos de mis hermanos? Entonces debo pedir gracia para desistir de ellos.

 

Lección: La decisión de Pablo — “no comeré carne jamás” — tipifica mi comportamiento.  

S.Emery 

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