En todas las pruebas y sufrimientos en las que podamos encontrarnos, es
imposible dudar de la bondad de Aquel que ha querido tomar nuestro lugar en el
juicio ; si lo pensamos, eso pone una barrera infranqueable ante todo
sentimiento indigno de nuestra parte hacia Él, quien nos demostró un amor tan
grande. Los designios de Dios para con nosotros no pueden tener otra fuente más
que su amor revelado en Jesucristo nuestro Señor.
J. Foulquier
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