Decisiones,
decisiones, todos tenemos que hacer decisiones cada día. Algunas no son muy
importantes — “¿Qué ropa debo ponerme hoy?”, o “¿Comeré una naranja o un
banano, o ambos?” Otras decisiones son muy importantes y la elección que tú
hagas afectará todo tu futuro. Quizás estés en el último año del colegio y te
preguntas qué hacer ahora; buscar un trabajo o seguir a la universidad. O
quizás te gustaría casarte y formar un hogar, pero no estás seguro quién sería
la mejor pareja para ti. Quizás trates de decidir entre comprar una bicicleta o
ahorrar el dinero y comprar una moto después.
Algunas
de las decisiones que hacemos parecen muy pequeñas y no necesitamos mucho
tiempo para pensar en ellas. Otras elecciones que enfrentamos pueden
perturbamos por meses y todavía nos es difícil saber qué hacer. ¿Hay alguna
ayuda que podemos encontrar para tomar decisiones?
¿Eres
un cristiano, uno que ha pedido al Señor Jesucristo perdonar sus pecados y ser
su Salvador? Si es así, quizás te preguntes cómo conocer la voluntad de Dios
para tu vida. Como muchos jóvenes quizás hayas hecho estas preguntas muchas
veces. “¿A Dios le importa lo que hago? Y si le importa, ¿cómo puedo conocer Su
voluntad para mí?”
'Dios
puede mostrar Su voluntad a cualquiera que ha llegado a conocerle y pertenece a
Él. A menudo Dios es llamado el Padre Celestial del cristiano. Cuando aceptamos
a Cristo como nuestro Salvador, llegamos a ser hijos e hijas de Dios.
“Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por
esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El” 1 Juan 3:1.
Entonces
Dios llega a ser nuestro Padre. Tiene un plan para nosotros, y Su plan es la
mejor manera en que podemos vivir nuestras vidas. Dios ve el futuro y sabe que
es lo mejor para nosotros ahora para poder ayudamos a preparamos para el
porvenir. Podemos ver cuánto nuestros padres terrenales desean lo mejor para
nosotros. Un padre sacrificará mucho para asegurar que sus hijos tengan
suficiente comida, ropa o educación. Dios nos ama aún más, y sabe lo que es
mejor para nosotros. Entonces es importante que confiemos en El para que nos
muestre Su voluntad.
La
decisión más importante es la de aceptar a Cristo o rechazarle. Ninguna otra
decisión afectará la vida entera y el futuro de uno tanto como ésta. Es muy
importante que cada persona tome el tiempo para decidir lo que él o ella va a
hacer con la invitación de Jesús.
“Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí” Juan 14:6.
Dios
quiere que todas las personas acepten a Su Hijo, pero nos ha dejado a nosotros
la decisión.
La
Biblia está llena de historias de lo que fue la voluntad de Dios para
diferentes personas. Mandó a Noé construir un barco grande, Génesis 6:13,14. Le
dijo a Abram que sería el padre de una nación grande y Dios le bendeciría,
Génesis 12:2. Mandó a Isaías profetizar y advertir a su pueblo que Dios estaba
enojado con su desobediencia, Isaías 6:8-10. La voluntad de Dios para María
era que ella llegara a ser la madre de Jesús, Lucas 1:30-33. Mandó a Jonás ir y
predicar a sus enemigos en Nínive, Jonás 1:1,2.
Algunas
de estas personas obedecieron la voluntad de Dios y fueron bendecidos por su
obediencia. Otros trataron de pasar por alto la voluntad de Dios y fueron
castigados por tratar de seguir su propio camino.
Podemos
ver de estas historias verídicas que Dios tiene un plan para Su pueblo. No nos
deja y dice, “Pueden hacer lo que les dé la gana y no me importa”. No, nos ama
mucho y se preocupa de lo» que nos sucede. Lee en Mateo 6:26-34 un ejemplo de
cuánto nuestro Padre cuida de nosotros.
Muchas
personas temen conocer la voluntad de Dios. Creen que Dios les quitará el gozo
y les dará trabajo que no les gusta o les hará hacer cosas demasiado duras para
ellas. Es cierto que a veces Dios nos pide hacer cosas difíciles, o nos deja
pasar por experiencias que no siempre son agradables. Pero Dios nunca nos pide
hacer algo sin proveer las fuerzas para hacerlo.
“Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece,” Filipenses 4:13.
Busca
también Josué 1:9 para una promesa que hizo Dios cuando Josué enfrentaba un
trabajo muy difícil. Tendremos gozo y paz sabiendo que somos obedientes a la
voluntad del Señor, y estos hacen que las dificultades valgan la pena. Es importante
recordar que Dios sabe lo que hace y desea lo mejor para cada uno de Sus hijos.
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