miércoles, 3 de enero de 2018

La Biblia y el celular

Este año nuevo quiero tomar tiempo para transcribir un artículo que encontré en la revista mensual Llamada de Medianoche, edición de febrero 2017. El texto describe nuestra conducta ante dos objetos que poseemos, como cristianos, en nuestros hogares. El texto reza del siguiente modo:

La Biblia y el celular
“¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra”
(Salmo 119:9 NTV).
Me pregunto: ¿qué sucedería si tratáramos nuestra Biblia, así como tratamos a nuestro celular? ¿Si lo cargáramos a todos los lugares a los que vamos? ¿Regresaríamos a casa si nos olvidamos de nuestra Bi­blia? ¿Si constantemente la revisáramos por mensajes de texto? ¿Si la consultáramos para cualquier tipo de información o consejos? ¿Si aprovecháramos nuestro tiempo en los medios de transporte público leyendo la Biblia? ¿Si fuera el regalo más esperado como regalo de Navidad? ¿Si no nos pudiéramos imaginar una vida sin la Biblia?
Además, la Biblia tiene muchas ventajas sustanciales con respecto del celular. Por un lado, la Palabra de Dios nunca queda obsoleta o desactualizada. La Biblia no corre el riesgo que por batería baja se apague. Ella está cargada para toda la eternidad, y en sí, ella es una fuente enorme de poder. Tam­poco tenemos que preocupamos por el monto de la factura, porque Jesús ya la ha pagado.
Lo que perdemos cuando no vivimos de acuerdo con la obediencia a la Palabra de Dios, es casi inmensurable. Porque lo que Dios nos ofrece... ¡es eterno! Por esto la Biblia es de tanta importancia para nuestra vida. Por lo tanto, sigamos el consejo y demos a la Pala­bra de Dios una importancia y lugar mucho más alto en nuestra vida que la nueva tecno­logía que, de todas maneras, se desactualiza tan rápido.

Sinceramente creo que cualquier comentario que se anexe sobra, ya que lo que dice lo muestra claramente con elementos que perfectamente entendemos. Procuremos seguir la enseñanza que el hermano nos da, y lleguemos a las reuniones con nuestra Biblia en la mano y no saquemos las que están en la mesa para aquellas personas que no conocen el evangelio y van a escuchar el evangelio. ¡Carguémosla con valentía, así como Cristo cargó la cruz por nos!
Bendiciones para este nuevo año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario