No puedes
cambiar la comunidad, algo que está más allá de toda posibilidad, pero puedes
cambiarte a ti mismo. O, más bien, puedes dejar que el Espíritu Santo te
cambie, un cambio que tiene lugar en lo más íntimo de tu vida. Entonces, ese
cambio interno empezará a afectar lentamente lo exterior.
El tipo
correcto de cambio puede afectar a todos los que te rodean. Este despertar
espiritual no depende de la comunidad, pero puede afectarla drásticamente. El
cambio en tu vida puede afectar el cambio en la comunidad. Como un fuego que
empieza siendo pequeño puede encender todo lo que está alrededor, el fuego del
despertar espiritual en nuestro interior puede fluir por nosotros y tocar a
todos quienes nos rodean, cambiando realidad nuestra comunidad.
A.W. Tozer, Los
peligros de la de fe superficial, Página 210
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