TU ADORACIÓN EN EL HOGAR Y EN LA IGLESIA (CONTINUACIÓN)
La Iglesia
Deseamos decir
algunas palabras acerca del hecho de hacerse miembro de una iglesia. Debes
comprender, desde luego, que el ser miembro de una iglesia no es esencial para
la salvación, ni es parte tampoco de ésta. Pero creemos que ser miembro de una
iglesia es una parte importante de la vida cristiana, y que todo cristiano debe
normalmente ingresar a alguna iglesia local. En primer término, la iglesia
universal es un cuerpo espiritual, el Cuerpo de Cristo, y todo cristiano es
un miembro de ese gran organismo. Pero esa iglesia espiritual, se compone de
cientos y miles de congregaciones y asambleas locales en todo el mundo. Y a fin
de que obtenga crecimiento y ayuda espiritual, todo cristiano debe ingresar a
una de las iglesias locales y tener comunión en ella. Si lo haces verás que ha
de ser de gran ayuda para el crecimiento de tu vida espiritual.
¿A qué iglesia debo
pertenecer? Para responder a la pregunta, permítenos citar de nuevo al
venerable Doctor Torrey: “Dirígete a una iglesia en la cual creen en la Biblia
y la predican. Evita aquellas iglesias en las cuales sean pronunciadas, en
forma abierta o velada, palabras que tiendan a minar tu fe en la Biblia como
revelación fidedigna procedente de Dios mismo, y como regla única de fe y de
práctica. Únete a una iglesia en la que exista un espíritu de oración, y en la
que las reuniones de oración estén bien concurridas. Ingresa a una iglesia que
tenga un interés activo y verdadero en la salvación de los perdidos, en la que
se cuide y ayude a los jóvenes, en la que tanto el pastor como la congregación
tengan amor por los pobres y los despreciados, una iglesia que considere que su
misión en este mundo es la misma que tuvo Cristo: la de buscar y salvar a los
perdidos.
“En lo
que a diferencias denominacionales se refiere, afíliate a aquella denominación
cuyas doctrinas, gobierno y ordenanzas más se parezcan a tus ideas al
respecto. Pero es mejor pertenecer a una iglesia viva de otra denominación, que
a una iglesia muerta de la tuya. Vivimos en días en que las diferencias
denominacionales disminuyen más y más, y a menudo no tienen importancia
práctica alguna. Y con frecuencia una persona se ha de sentir más cómoda en
una iglesia de otra denominación que en cualquier iglesia accesible de su
propia denominación. Las cosas que dividen a las denominaciones son
insignificantes comparadas con las grandes verdades fundamentales, propósitos
y fe que las unen entre sí.
“Si no puedes
encontrar una iglesia que esté de acuerdo con las normas que acabo de
mencionar, busca la iglesia que más se aproxime a ellas. Ve a dicha iglesia, y
por medio de la oración y del trabajo, trata de conseguir que ella se aproxime lo
más posible al modelo de lo que debe ser una iglesia de Cristo. Pero no gastes
tus fuerzas en críticas ni del pastor ni de la iglesia. Busca en ellos lo que
sea bueno, y esfuérzate por fortalecerlo. Mantente apartado, con firmeza, pero
sin exhibicionismo, de aquellas cosas que están mal, y procura corregirlas. No
te desanimes si no lo consigues en un día, o en una semana, o en un mes, o en
un año. Con el tiempo, la paciencia, el amor, la oración y el trabajo han de
cosechar su fruto. De nada ha de servir que te retires sólo, gruñendo y
quejándote. Todo lo que resultará, si ésta es tu conducta, ha de ser que las
verdades que defiendes, y hasta tu misma persona, han de parecer repulsivas.”
He
aquí algunas preguntas sencillas que debes formular acerca de cualquier iglesia
de la cual piensas ser miembro:
1. ¿Es fiel a la Biblia? ¿Sostiene que la Biblia
es la verdadera Palabra de Dios y la presenta como tal en todas sus reuniones?
2. ¿Predica con claridad el pastor acerca de la
muerte expiatoria de Cristo en la cruz? ¿Pone énfasis sobre la sangre
derramada?
3. ¿Se predica en esa iglesia en forma positiva
“os es necesario nacer otra vez”?
4. ¿Se celebran en la iglesia reuniones semanales
de oración? ¿Se ora efectivamente en estas reuniones?
5. ¿Ponen énfasis constante sobre la necesidad de
ganar almas? ¿Hacen verdaderos esfuerzos para ganarlas?
6. ¿Es reconocido y se le da importancia al
ministerio del Espíritu Santo en la predicación y en el programa de la iglesia?
7. ¿Predica el pastor de la iglesia acerca de la
necesidad de separación del mundo y de las prácticas y diversiones mundanas?
8. ¿Tiene un programa de obra misionera? ¿Se
interesa la iglesia activamente en las misiones? ¿Está contribuyendo al sostén
de los misioneros y tratando de alentar a los jóvenes para que dediquen sus
vidas a la obra misionera?
9. ¿Se enseña la
inminente venida de Cristo?
Creemos
que, si todas esas preguntas pueden ser contestadas afirmativamente acerca de
una iglesia, ésta será sin duda una iglesia espléndida, y debes entrar como
miembro a ella. Si no pueden ser contestadas todas afirmativamente, debes
cerciorarte de que pueden serlo las primeras seis preguntas. No ingreses a la
membresía de una iglesia que no sostenga la inspiración de la Biblia como la
Palabra de Dios, la necesidad de la sangre derramada de Cristo, del nuevo
nacimiento y de la verdadera oración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario