Los 365 días del año … están llegando rápidamente a su fin y nos hacen recordar que los 365 años de la vida de Enoc también llegaron a su fin.
La breve biografía de este gran hombre de Dios
se halla en Génesis 5.18 al 24, el autor del cual es el Espíritu de Dios. El
capítulo es el registro del nacimiento, matrimonio, descendencia y muerte de
ocho personas. Figuran dos más. Enoc contó con menos de la mitad de los años de
los demás, y de él se dice que “fue traspuesto para no ver muerte”. Al final
del capítulo se dice de Noé que “halló gracia en los ojos de Dios”. El sería
salvo del diluvio, con toda su casa.
En el Nuevo Testamento hay dos comentarios
breves tocantes a la vida de Enoc. El aparece en Hebreos 11 entre los grandes
héroes de la fe, con la advertencia de lo indispensable de la fe para agradar a
Dios. En Judas 14 y 15 se habla de nuevo
de
él. De lo que la Biblia dice de Enoc, se pueden destacar cinco características.
Su fe
De Adán salieron dos líneas: la de Caín, con su
rebelión contra Dios, y la de Set, que era la línea de la fe. Esta segunda es
la línea de Génesis 5. Fue cuando Enoc llegó a los 65 años de edad que tuvo una
experiencia positiva de empezar a caminar con Dios. No había ningún libro de la
Biblia escrito en aquel entonces, pero Dios le comunicó a Enoc sus pensamientos
y propósito, y él los apropió por fe. El empezó con fe en la revelación de Dios,
y su camino con él fue sostenido por fe cada día durante trescientos años.
La vida del creyente empieza
con fe y consta de la misma en toda su trayectoria. La amonestación solemne de
Hebreos 10.35 es: “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande
galardón”.
Su familia
Su primer hijo, Matusalén,
nació en aquel día inolvidable cuando Enoc empezó a andar con Dios. Después,
engendró hijos e hijas. Enoc siguió caminando con Dios y agrandándole como
padre de familia sin permitir que las obligaciones del hogar impidiesen su
comunión con Dios.
El matrimonio es una
institución divina; cuando la unión conyugal es de Dios, la pareja le da la
parte y el lugar que le corresponde en el hogar. El nombre del primer hijo de
Enoc es notable y es único en la Biblia. Es, “muerto, vendrá”, a saber, que
cuando él haya muerto, vendrá el diluvio. Era un aviso a todos, y sirvió para
infundir el temor de Dios a los demás en el hogar.
Cuando la verdad de la pronta
venida del Señor controla la vida de los padres, sin duda habrá una repercusión
en los hijos, despertando en ellos una preocupación por la salvación de sus
almas.
Su fidelidad
“La comunión íntima de Jehová
es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto”, Salmo 25.14.
Caminando Enoc con Dios, le fue comunicada la estupenda revelación de la venida
en gloria del Señor Jesucristo “con sus santas decenas de millares”, como lo
expresa Judas. Ese mensaje que él anunciaba es exactamente lo que encontramos
en Apocalipsis 19.11 al 14.
Con valor Enoc denunció el estado
pecaminoso que existía en su época inmediatamente antes del diluvio. Hablaba de
los impíos y sus obras, de cómo se conducían “impíamente” y de qué decían
contra Dios. El salvó su responsabilidad para con sus contemporáneos con el fin
de que ellos se arrepintiesen.
Sin buscar la popularidad ante
esa generación adulterina, el profeta buscaba la
comunión
con Dios, sintiendo la compasión divina. Dios quiere que todos los hombres sean
salvos y vengan al conocimiento de la verdad; 1 Timoteo 2.4. Nosotros también
somos testigos del Señor ante un mundo impío, y pedimos que Él nos ayude a
cumplir con el deber ante aquellos que nos rodean.
Su fama
El Génesis 6 comienza con una mención de
mujeres hermosas y hombres valientes, “varones de renombre”. Parece que buscaban
una fama mundana como las estrellas de cine y los héroes del deporte
profesional en el día de hoy.
Mientras que el hombre mira la apariencia
exterior, Dios mira el corazón. El vio que todos se habían corrompido y la
tierra estaba llena de violencia. Eran pecadores “famosos”, pero la fama de
Enoc era de otra índole: “Él tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.
La fama mundana se acaba pronto, pero esta fama
es eterna. El diablo desea interesar al creyente en las detracciones y
atractivos de un mundo que está condenado al juicio, y quien se entregue a
estas cosas pronto perderá su espiritualidad al estilo de Sansón. La
inspiración del cristiano está en los héroes de la fe.
Su fin
Habiendo andado con Dios durante trescientos
años, Enoc estaría más interesado en las cosas de arriba que en las de la
tierra. Sin embargo, él no descuidaba sus deberes temporales y familiares, ya
que nuestro Señor diría que debemos dar a César lo que es de César, y a Dios lo
que es de Dios. “Si alguno no provee para los suyos”, diría el apóstol, “ha
negado la fe, y es peor que un incrédulo”.
“Mejor es el fin del negocio que su principio”,
Eclesiastés 7.8. ¡Maravilloso el día cuando Enoc vio abiertas las puertas del
cielo y su Dios le condujo por la mano a las mansiones de luz!
El traslado de Enoc antes del diluvio es figura
de aquel momento glorioso cuando la Iglesia de Cristo oirá la trompeta de Dios.
Subiremos instantáneamente a la presencia de nuestro Señor para no estar
separados más nunca. Andando con Cristo aquí, es cierto que sufriremos el
vituperio y la persecución por amor a su nombre, pero grande será la gloria
para nosotros en el día de su manifestación. Efectivamente, nuestra vida está
escondida con Cristo en Dios, Colosenses 3.3.
No hay comentarios:
Publicar un comentario