sábado, 16 de abril de 2022

Figuras de Cristo (4)

 por W.A. Deans


El Arca de Noé

Génesis 6-9


La gente que vivía en los tiempos de Noé era muy malvada y solo tenía malos pensamientos. Dios vió que toda la tierra se había contaminado y dijo que su Espíritu no permanecería en el hombre para siempre. Entonces, decidió destruir al hombre con un diluvio: todos los hombres, los animales y las aves morirían en el agua, Génesis 6:17.

Hoy el mundo es tan malvado como lo era entonces. El hombre no teme el juicio de Dios sobre sus pecados. Pero Dios mostró su misericordia a Noé, un hombre justo. Noé andaba con Dios como lo había hecho Enoc, Génesis 5:24 y 6:8,9 y Dios preparó un camino para salvarlo. Él mandó a Noé que construyera un barco y le dio las medidas para que lo hiciera. Dijo también a Noé que pusiera una ventana en la parte alta y una puerta al lado. Luego Noé cubrió el arca por encima y por los costados con brea para resguardarla del agua. Noé obedeció e hizo todas las cosas como Dios le había mandado, Génesis 6:19-22.

Dios en su gracia ha preparado también un camino de salvación para el hombre de hoy, que solamente merece el juicio por sus pecados. El Arca es una figura de Cristo en quien el creyente puede refugiarse de la tormenta del juicio venidero.

Noé dijo a la gente de esos días que estaban en peligro de ser juzgados por Dios. El predicó acerca de la rectitud y acer­ca del juicio y la salvación, 2 Pedro 2:4,5.

Noé y sus hijos construyeron el arca tal como Dios les había ordenado. La gente se burló de ellos, pero Noé con­tinuó predicando y construyendo hasta el final de su obra. Luego Noé entró en el arca con su familia, ocho en total, por fe, según dice Hebreos 11:7. Los animales y las aves de cada especie también entraron en el arca y Dios cerró la puerta tras ellos. Génesis 17:16.

Ahora, los siervos de Dios predican que el hombre será juzgado por sus pecados; predican que el Hijo de Dios ven­drá otra vez; pero hoy, como en los días de Noé, el hombre continúa en sus prácticas pecaminosas. No quiere recibir la salvación de Dios por creer en él, 2 Pedro 2:5.

Finalmente, la lluvia empezó a caer tan pronto entró Noé en el arca y arreció tanto que se convirtió en una tormenta y las aguas cubrieron toda la tierra.

¿Qué pasó a la gente que se burló de Noé y que no creyó en su palabra? Ellos tuvieron que permanecer fuera del arca, bajo la lluvia torrencial y empezaron a trepar las colinas y montañas para tratar de salvarse. Quizás algunos tocaron a la puerta del arca y pidieron a Noé que les permitiera entrar, pero el tiempo en que ellos podían entrar al arca para salvarse, ya había pasado. Todas las personas, los animales y las aves murieron. Todos, excepto, los que habían entrado en el arca.

El arca de Noé es una figura del Señor Jesucristo. Las per­sonas que estaban dentro del arca se salvaron cuando Dios envió el juicio del diluvio sobre la tierra. Solamente había un camino para salvarse y ese camino era entrar en el arca, a través de su única puerta, Génesis 6:16; Juan 10:9.

La tormenta no hizo ningún daño al arca ni a ninguno de los que estaban adentro. De la misma manera, el Señor Jesús soportó la tormenta del juicio de Dios que nosotros debíamos recibir. La ira de Dios se descargó sobre él. Él tomó nuestro lugar; Él murió en lugar nuestro y nosotros podemos tener vida eterna creyendo en él.

Finalmente cesó la lluvia; las aguas empezaron a descender y el arca se posó sobre el monte Ararat. Los que estaban en el arca, salieron a tierra, la cual nunca más fue cubierta por las aguas. Noé construyó un altar, Génesis 8:14-20 y ofreció sacrificios al Señor, Génesis 8:20-22.

Dios hizo salir un arco iris en las nubes como señal del pac­to que había hecho con el hombre. En este pacto, Dios pro­metió que nunca más destruiría la tierra con agua, Génesis 9:8-17. En el futuro, Dios volverá a juzgar la tierra y la destruirá de nuevo, pero esta vez será con fuego, 2 Pedro 3:4-14.

Lea Lucas 17:24,26,27 y nota lo que el Señor dijo acerca de Noé y del diluvio y pregúntese a usted mismo, si está listo para su venida.

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